Las expectativas de contratación de personal de las empresas argentinas para la primera parte del año que viene se ubican en el nivel más bajo de los últimos 12 años. El dato corresponde al último relevamiento trimestral realizado por la consultora Manpower, que midió la Expectativa Neta de Empleo para los primeros tres meses de 2019. El resultado fue una caída de -4%, el valor más bajo desde 2007, cuando comenzó la investigación.
Las intenciones de contratación más débiles se registran en el sector de la construcción, con una expectativa neta de empleo de -11%, seguido por el sector de transporte y servicios públicos (-10%), y el sector manufacturas (-5%). El único sector con intenciones positivas es agricultura y pesca, con un pronóstico de 4 por ciento.
Las expectativas netas de empleo se calcularon a través de una encuesta a más de 800 empleadores argentinos y reflejan sus perspectivas de contratación. Es el resultado del cálculo entre el porcentaje de empleadores que anticipa un aumento en su plantilla menos el porcentaje que espera una reducción en su dotación en el próximo trimestre.
"Persiste una tendencia a la baja en los niveles de contratación para el comienzo del año, una situación que pronuncia la actitud de los empleadores en últimos tres meses de 2018. No se vislumbran signos de recuperación y el mercado empieza a manifestar las consecuencias de la coyuntura económica", explicó Fernando Podestá, vicepresidente y director nacional de operaciones de ManpowerGroup Argentina.
Expectativas de empleo
"Lo que se destaca fuertemente es la caída en la construcción. Es el sector que siempre la construcción traccionaba las expectativas hacia arriba y tuvo cifras de crecimiento de 24% y 25% el año pasado. Cuando funciona la construcción funcionan los créditos hipotecarios y el sector financiero; y si hay plata en el mercado, mejora la manufactura y el consumo. Una caída de la construcción es importante", explicó Podestá.
El directivo aclaró que a pesar de que se trata de la caída más fuerte en toda las serie, se viene de un año donde los números eran levemente positivos. "No vemos que este número que no es bueno sea muy distintos a lo que fue todo el año. Cuando los valores son tan negativos se pueden revertir", aseguró el directivo.
La construcción, por ejemplo, dependerá mucho del impulso o no que el Gobierno decida darle a la obra pública. Son inversiones que se activan rápidamente, a diferencia de otros sectores como minería o petróleo, que demandan inversiones de más largo plazo.
"Las empresas están viendo como enfrentan esta situación: están dando vacaciones, reduciendo jornadas laborales, pero no vemos desvinculaciones masivas, no se ve una situación de crisis. Las empresas aprenden a hacer más con con menos gente. Venimos de un 2018 muy chato", resaltó Podestá.
Expectativas por sectores
La expectativa muestra una disminución de 6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior, y de 12 puntos porcentuales cuando se la compara con el valor arrojado en el mismo período del año pasado.
En comparación con el mismo período del año anterior, las perspectivas se debilitan en los nueve sectores de la industria. Los empleadores del sector de la construcción reportan una fuerte disminución de 29 puntos porcentuales. Aunque también se reportan reducciones considerables de 16 y 15 puntos en el sector manufactura y en finanzas, seguros y bienes raíces, respectivamente.
Los empleadores en cuatro de las seis regiones esperan recortar sus nóminas durante el próximo trimestre. La perspectiva de empleo más débil es de -9% en el NOA (Noroeste). Por su parte, se anticipa una baja actividad de contratación en el NEA (Noreste) con una perspectiva de -7%, y en la región Pampeana y AMBA, con perspectivas de -5% y -4%, respectivamente. Sin embargo, los empleadores de la Patagonia y de Cuyo pronostican un ligero aumento en los niveles de dotación de personal con valores de +5%, y de +1%.
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