A esta altura, el riesgo país de la Argentina debería ubicarse en la zona de 500 a 550 puntos, reflejando rendimientos de bonos cercano al 8,5%. anual. Ésa era la proyección que manejaba el equipo económico al cerrar el nuevo acuerdo con el FMI, por la inédita cifra de USD 57.000 millones. Con todos los pagos de deuda cubiertos en 2019 y promesa de fuerte reducción de déficit, la lógica era esperar una sostenida recuperación de los títulos públicos.
Pero sucedió lo contrario. Tras rozar los 600 puntos, el riesgo país rebotó con fuerza y se acerca nuevamente a la zona de los 700 puntos. Como consecuencia, los bonos pasaron a rendir nuevamente cerca del 11%, reflejando la falta de confianza de los inversores en activos argentinos.
Fue Nicolás Dujovne, quien se refirió en reportajes brindados en París, durante su presentación en la OCDE, a la resistencia que muestra la deuda argentina para mejorar: "Está pesando el riesgo político por las próximas elecciones. Se enfrenta el modelo de Macri y otro que no sabemos dónde nos llevará y que el año pasado nos envió al default".
Desde Paris, Dujovne reconoció que el riesgo no baja porque los inversores le tienen miedo a un regreso al poder del kirchnerismo. “No sabemos dónde quieren ir, en el pasado defaultearon”, aseguró.
La frase del ministro de Hacienda es de una sinceridad brutal. Reconoce que, a pesar de todos los esfuerzos por recuperar la confianza de los mercados, se trata de una tarea casi imposible. La mención a Cristina Kirchner refleja el temor que tienen los inversores a un posible retorno del kirchnerismo al poder, una opción que hasta hace pocos meses directamente descartaban.
Uno de los principales politólogos locales efectuó un pormenorizado informe a un banco de inversión en Wall Street sobre las posibilidades de un regreso de Cristina al poder. Conclusión: las chances de que esto suceda pasaron de un 10% hace 45 días a 30% según el estado de situación actual.
Las encuestas públicas conocidas en los últimos días no llevaron tranquilidad a la comunidad inversora. Según Synopsis, Cambiemos aventaja por un punto al kirchnerismo si las elecciones fueran hoy. Y la consultora Aresco, de Federico Aurelio, consignó que Cristina tiene mejor imagen que Macri.
¿Quién apostaría por Argentina si desde el propio Gobierno advierten que hay posibilidad de volver al default, en caso de un resultado electoral adverso? La respuesta obvia es: nadie.
El “fantasma” Cristina por ahora impacta en el riesgo país. Pero también podría afectar las posibilidad de una recuperación de la economía en 2019. Esa reactivación es clave para que Macri consiga la reelección.
Por ahora el "fantasma", "cuco" o "síndrome", como refieren en el "círculo rojo" a una posible vuelta del kirchnerismo, tendría efectos concretos en el riesgo país. Pero la gran pregunta sin respuesta que empiezan a hacerse los inversores y empresarios es hasta qué punto podría afectar la recuperación económica en 2019 la perspectiva de un regreso de Cristina Kirchner al poder.
Se trata de una cuestión clave en este momento. El riesgo país podría considerarse un tema secundario, teniendo en cuenta que al menos en el corto plazo el Gobierno tiene financiamiento asegurado por el FMI. En cambio, resulta mucho más relevante si la economía pegará la vuelta de la recesión. Y no sólo eso: también es fundamental saber si será rápido y con qué velocidad se producirá la recuperación.
En el acuerdo con el FMi, el ministerio de Hacienda asegura que el rebote será muy significativo, con forma de "V" y una economía creciendo a un ritmo de 8,5% interanual para el cuarto trimestre del año que viene.
Pero conviene no dar nada por seguro. Y esa gran incertidumbre sobre el resultado de las elecciones que hoy le pega a la deuda, pronto también podría impactar sobre una posible reactivación. La dolarización de carteras se descuenta que será significativa a partir de marzo o abril próximo. Podría oscilar entre 3.000 millones mensuales, la media que sufrió la Argentina en los seis meses previos a cualquier elección presidencial. Y no muy lejana al promedio de este año.
El aumento del dólar de la última semana es un llamado de atención. Sigue más cerca del piso que del techo de la banda cambiaria, pero plantea dudas sobre la posibilidad de que las tasas de interés aceleren su disminución.
En ese escenario, las tasas de interés se mantendrían en niveles muy altos en términos reales. El titular del Banco Nación, Javier González Fraga, reconoció a Infobae que "la inflación bajará mucho más rápido que las tasas". La suba del dólar en la última semana llegó a 4% y nuevamente genera dudas respecto a la velocidad con la que podría caer la tasa de interés, si es que persiste la demanda sobre la divisa.
Si las tasas llegan a mostrar una fuerte resistencia a la baja, aún con una inflación en descenso, la reactivación sería mucho más lenta que lo esperado.
Desde Casa Rosada siguen día a día la evolución de los indicadores económicos. Dujovne le prometió al Gobierno que a fin de año se tocará el piso de la recesión y ya a principios de año la economía mejorará mes a mes, aunque la comparación interanual seguirá negativa hasta abril.
El G-20 será una gran vidriera para la Argentina, pero será "el" momento de Mauricio Macri. Será el anfitrión de un encuentro de líderes mundiales y mantendrá cumbres bilaterales con muchos de ellos, incluyendo al presidente norteamericano, Donald Trump. El espaldarazo internacional le dará impulso al Presidente, que buscará este gran encuentro internacional como un relanzamiento de la gestión, en la recta final hacia las elecciones.
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