La OCDE prevé mayor deterioro económico en Argentina: el PBI caerá 2,8% este año y 1,9% en 2019

El organismo anticipa una continuidad de la recesión por efecto de los desequilibrios fiscales y las políticas de ajuste del Gobierno. También prevé una desaceleración de la economía global

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El secretario general de la
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, junto al ministro Nicolás Dujovne.

Las recientes turbulencias financieras en el mundo y las presiones generadas por disputas arancelarias han tenido efectos dispares en las economías de América Latina, informó este miércoles la OCDE, que pronosticó un mayor deterioro de la actividad en Argentina y redujo sus perspectivas para Brasil en 2019.

En su reporte de noviembre, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que Argentina pasa por una profunda recesión y espera que el PBI se contraiga un 1,9% en 2019, en fuerte contraste con la proyección anterior de una expansión de un 0,1%, como consecuencia de desequilibrios fiscales y de las políticas de ajuste del Gobierno de Mauricio Macri.

El organismo espera una contracción de un 2,8% en 2018, más profunda que la de un 1,9% prevista en el último reporte, ante el marcado ajuste de las políticas fiscales y monetarias en Argentina.

Su evaluación agrega que la grave crisis financiera experimentada por Argentina y Turquía no conlleva necesariamente un riesgo sistémico para la economía global.

Tensiones comerciales y un panorama de tasas de interés más altas están desacelerando la economía mundial

La OCDE advirtió que el endurecimiento de las políticas fiscales y monetarias mantendrán la economía argentina en recesión este año y el que viene y recalcó que aunque se han hecho esfuerzos significativos para aplicar reformas estructurales el proceso de ajuste no ha finalizado.

En su análisis de mayo, el organismo había anticipado que la economía argentina iba a avanzar un 2% en 2018 y un 2,6% el año que viene, pero en sus perspectivas interinas de septiembre previó una caída del 1,9% este año y un avance posterior del 0,1 por ciento.

Para 2020, en cambio, la OCDE, con sede en París, consideró que puede haber un incremento del Producto de 2,3 por ciento.

El organismo destacó que el consumo privado y la inversión en la Argentina se mantendrán bajos debido a ingresos reales más bajos, mayores tasas de interés y un aumento del desempleo.

La OCDE cree que las exportaciones “liderarán la recuperación” de la economía argentina

La evolución prevista incluye caídas del 2,1 % en 2019 en el consumo privado antes de subir un 2% en 2020, mientras que el gasto público retrocederá un 3,2% el año que viene y en 2020 seguirá en negativo (2,5% menos).

La OCDE admitió que aunque una consolidación fiscal más rápida y una política monetaria estricta lastran el crecimiento a corto plazo, son necesarias para reducir desequilibrios fiscales persistentes.

Más a largo plazo, en su informe estimó que reformas tributarias, administrativas y en el ámbito de la competencia fortalecerán la productividad de la Argentina, por cuanto consideró esencial reducir las barreras a los nuevos emprendimientos.

Limitar esas últimas trabas, agregó, fortalecería la productividad y la creación de empleo, mientras que mejorar el acceso a una educación de calidad ayudaría a los trabajadores a estar preparados para las nuevas oportunidades laborales.

La OCDE cree que las exportaciones "liderarán la recuperación" de la actividad económica argentina. Aunque en 2018 se espera que caigan un 2,9%, para los dos próximos años se anticipan avances respectivos del 9,3 y del 8,3 por ciento.

El consumo privado y la inversión seguirán deprimidos por la caída del ingreso real, las tasas altas y un mayor desempleo

La demanda doméstica tardará más en recuperarse, pero en cuanto el proceso de reforma finalice, según el organismo internacional, la economía de ese país tendrá menos vulnerabilidades y una base más sólida.

La OCDE no escondió que sus perspectivas de mejora del PBI de Argentina para 2020 pueden verse afectadas por una contracción de la demanda doméstica mayor de la prevista, y señaló que el creciente desempleo y un deterioro de los indicadores sociales podría reducir el apoyo a ese proceso.

Asimismo, no descartó que aunque el peso argentino se mantuvo estable recientemente, podría depreciarse más, lo que sumaría riesgos a la deuda pública.

AMÉRICA LATINA, CON MODERADA EXPANSIÓN

La OCDE mantuvo su previsión de crecimiento para Brasil durante este año en un 1,2%, pero ahora prevé que la mayor economía de América Latina se expanda un 2,1% en 2019, menos que el 2,5% que había anticipado.

La entidad dejó sin cambios sus perspectivas para México, donde espera que el PBI crezca un 2,2% en 2018 y un 2,5% el próximo año, pues considera que el país ha mostrado resistencia a las dificultades en el exterior.

Las estimaciones para Chile mejoraron a una expansión de un 4,1% este año y se mantuvieron en un 3,7% para el próximo, pero la organización dijo que la productividad minera necesita un mayor impulso.

La siguiente es una tabla con las previsiones de la OCDE para América Latina, en porcentaje de evolución del PBI Real:

En su informe global de perspectivas, la OCDE explicó que las tensiones comerciales y un panorama de tasas de interés más altas están desacelerando la economía mundial, aunque por ahora no ve indicios de un drástico deterioro de la actividad.

UN MUNDO QUE CRECERÁ MENOS

La OCDE pronosticó que el crecimiento mundial se reduciría de un 3,7% este año a un 3,5% en 2019 y 2020. En sus anteriores previsiones, esperaba un crecimiento de un 3,7%  para 2019.

La desaceleración del crecimiento mundial sería peor en los países no miembros de la OCDE, y muchas economías de mercados emergentes podrían sufrir salidas de capital por la suba gradual de tasas de interés por parte de la Reserva Federal. La OCDE recortó sus perspectivas para países en riesgo, como Brasil, Rusia, Turquía y Sudáfrica.

La subida de tasas también podría llevar a los mercados financieros a reconsiderar los riesgos a los que están expuestos los inversores, lo que provocará un regreso a la volatilidad, dijo la OCDE.

Las economías emergentes podrían sufrir salidas de capital por la suba gradual de tasas de interés de la Fed de EEUU

"Estamos volviendo a la tendencia a largo plazo. No esperamos un aterrizaje duro, pero hay muchos riesgos. Un aterrizaje suave siempre es difícil", dijo a Reuters la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, en una entrevista.

"Esta vez es más complejo de lo habitual por las tensiones comerciales y los flujos de capital procedentes de mercados emergentes hacia países que normalizan la política monetaria", añadió.

Según cálculos de la OCDE, una guerra comercial en ascenso y la incertidumbre económica resultante podrían restar hasta un 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.

Aunque se encuentra en el origen de las tensiones actuales, el organismo prevé que a la economía de Estados Unidos le vaya mejor que a la mayoría de las otras grandes economías, aunque debido a un costoso estímulo fiscal.

CRECIMIENTO MÁS SUAVE EN EEUU Y CHINA

La OCDE mantuvo sin cambios sus previsiones para Estados Unidos en 2018 y 2019, con un crecimiento esperado en la mayor economía del mundo que pasaría de casi un 3% este año a poco más del 2% en 2020.

Al recortar sus previsiones para China, la OCDE pronosticó que el crecimiento del país se desaceleraría del 6,6% a un mínimo de 30 años del 6% en 2020, mientras las autoridades tratan de lograr un aterrizaje suave ante unos aranceles más altos de Estados Unidos.

Las perspectivas para la zona euro también fueron un poco peores que en septiembre, y el organismo prevé que el crecimiento pase de casi el 2% este año a un 1,6% en 2020, a pesar de una política monetaria laxa durante el período.

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