Para Carlos Melconian, el programa económico del Gobierno es "modesto" y solo tiene el objetivo de transitar el próximo año. "Es un programa para evitar disrupciones financieras adicionales hasta el final del mandato, para llegar a la otra orilla", definió durante una charla con empresarios del sector inmobiliario.
"No es un programa de estabilización y crecimiento. Vino a parar el default. Es un esquema de emergencia tosco que apuesta a una restricción monetaria extrema", agregó. Con su estilo directo, el economista y ex presidente del Banco Nación señaló que su lealtad con el Presidente está intacta y que aceptaría volver al Gobierno si lo convocan, pero que al mismo tiempo es un profesional con 30 años de trayectoria que no puede mentir sobre la realidad económica.
Además aseguró que es "es jodido sacarse al Fondo Monetario Internacional de encima".
Es un esquema de emergencia tosco que apuesta a una restricción monetaria extrema
Es más: durante su exposición destacó algunas virtudes del presidente Mauricio Macri. "Apostó a la supervivencia, a dar pelea. No es Fernando de la Rúa", destacó. Pero señaló que, en sus primeros años, el Gobierno subestimó a la macroeconomía y se tuvo una visión más empresarial.
"Se descuidó la macroeconomía y el mercado de cambio", señaló. También criticó la gestión de comunicación del Gobierno, donde no se logró explicar claramente la herencia recibida. "Se fumaron al país, y no hablo de los bolsos, lo dejaron sin luz, gas, Banco Central, transporte. Lo heredado era grande, no lo explicamos y no lo arreglamos".
"De las ambiciones y contenidos del programa del 10 de diciembre de 2015 no quedó nada", señaló el economista, frente a un reducido auditorio en la imponente cúpula del CCK, convocados por la Asociación Empresaria de la Vivienda . "El plan actual no es un programa económico al que se pueda testear su potencia en el corto plazo y su consistencia de mediano plazo. Ni siquiera es un plan de estabilización explícito para bajar de cuajo la inflación y dejar a la economía a tiro de reactivación", agregó.
Sobre la gestión del Banco Central, Melconian advirtió que está automatizada. "Hay una trampita, en diciembre y en junio se va poder emitir; si no, va a arder la tasa", ejemplificó. Sin embargo, consultado sobre cuándo considera que las tasas de interés van a bajar del 60%, respondió: "Solo Dios lo sabe".
De acuerdo a su opinión, no habrá un crecimiento en forma de V, sino que se parecerá más a una L
También aprovechó para explicar que el primer acuerdo con el fondo fracasó porque siguió fuerte la demanda de dólares y Luis Caputo tuvo que vender USD 7.500. "Fue el Sargento Cabral", dijo sobre el ex presidente del Banco Central.
De acuerdo a su opinión, el año próximo no habrá un crecimiento en forma de V, sino que se parecerá más a una L sobre todo porque la salida de la recesión se dará en un año electoral. "Si aparece una encuesta donde diga que Cristina puede ganar, hay corrida. El riesgo no baja porque el mercado tiene incertidumbre sobre el cumplimiento de la Argentina y sobre quién va a venir. No se reestablece la confianza", aseguró Melconian.
"Es jodido sacarse al Fondo Monetario Internacional de encima. Esto se resuelve volviendo al mercado", apuntó en uno de los pasajes de la charla. "Los del Fondo vienen y se quieren reunir hasta con (Nicolás) Del Caño para que les aseguren que el que viene les va a pagar. Tienen 50.000 millones adentro y quieren que la clase política asegure que les van a pagar. Ni (Adolfo) Rodríguez Saá ni (Néstor) Kirchner defaultearon al FMI".
Para volver a crecer en el próximo mandato, sea quien fuere el próximo presidente, Melconian destacó que deben cumplirse varios puntos. Una agenda fiscal que contemple sostenibilidad del déficit cero y la resolución del gigantesco tamaño del gasto público y el manejo preventivo de una deuda pública más alta. Y, por otro lado, quitar el sesgo anticompetitividad al sistema tributario y laboral.
También compartió su opinión sobre el peso que puede tener Vaca Muerta en la recuperación. Estimó que los resultados no se verán rápidamente. Pero, sobre todo, recomendó que los beneficios que se obtengan deberían destinarse a un fondo anticíclico (al estilo fondo noruego) para las próximas generaciones. "Si yo hago esto en mi casa, ¿por qué no lo voy a querer para la Nación", concluyó.
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