Pese a que el número de inflación se mantuvo muy alto en octubre, con 5,4% fue el segundo más elevado en más de 30 meses, en el Banco Central comparten con algunos consultores privados que los indicadores de alta frecuencia de variación de precios en la primera quincena de noviembre anticipan que podría descender a menos de 3 por ciento.
Se trata de una expectativa esperada que confirme el consenso del mercado en el próximo Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) en la proyección a 12 meses, que se difundirá el martes 4 de diciembre, pero que la entidad rectora que encabeza Guido Sandleris ya conocerá el día anterior, porque podría determinar la revisión de la cláusula piso de 60% de la tasa de referencia de política monetaria resultante de la licitación diaria de las Letras de Liquidez (Leliq).
El resultado del próximo REM podría determinar la revisión de la cláusula piso de 60% de la tasa de referencia de política monetaria resultante de la licitación diaria de las Letras de Liliq, e incluso su eliminación
Fuentes del Banco Central consultadas por Infobae confirmaron que de "observar una nueva desaceleración de las previsiones de inflación del REM a un año, sería la tercera consecutiva en esa dirección, y habilitaría la revisión de ese límite".
Una medida de ese tipo es largamente esperada por el mundo empresario, en particular de las pymes, porque consideran que un piso alto de tasas de interés de política monetaria eleva la base del costo del crédito a ese sector a más del 80% anual, casi el doble de lo que aumentaron sus precios en los últimos 12 meses.
—¿Cómo sería el nuevo límite inferior de la tasa de referencia si el consenso del mercado vuelve a reducir su proyección de inflación a un año? —le preguntó este medio a una fuente de la entidad.
—Aún no lo hemos definido, la condición que se acordó con el FMI es que se iba a esperar dos meses consecutivos de desinflación en las expectativas a un año, y eso ya se estaría cumpliendo, pero se va a esperar a confirmar ese dato, y se podría llegar a decidir incluso eliminar ese piso, que se puso por la magnitud de la inestabilidad que había hasta septiembre, pero dada la dinámica del mercado, podría eliminarse y quedar libre, porque no tendría razón de ser.
La confianza de los técnicos del Banco Central ya se venía manifestando en la convalidación de la menor tasa ofrecida por el promedio de los bancos para renovar y colocar sus excedentes de liquidez en Leliq.
No sólo eso, el seguimiento quincenal de política monetaria base cero adoptado desde comienzos de octubre acumula una baja mensual de $28.000 millones y un sobrecumplimiento de la meta de $40.000 millones, que deja margen para inyectar liquidez y sostener la disminución de las tasas de interés en busca del piso que decida el mercado.
Y si bien en las últimas emisiones de Leliq se observó un crecimiento del total en circulación, en la Banco Central no se inquietan porque lo ven como "un movimiento nominal pero en términos de PBI y de reservas en divisas se mantiene en niveles muy inferiores al que tenían hasta agosto -septiembre las Lebac".
El Banco Central acumuló un sobrecumplimiento de la meta monetaria de $40.000 millones, podría favorecer el aumento de la liquidez y nueva baja de las tasas de interés
Apreciación del peso
Respecto del ciclo bajista que acusa el mercado de cambios, las fuentes del Banco Central resaltan que "hoy lo que se ve que está haciendo funcionar el mercado de cambios es la ausencia de demanda de dólares e incluso se vende, tanto por parte de las personas físicas como de las empresas. Eso se interpreta como que se están afianzando los alcances de la política monetaria y consistente con la desaceleración de la inflación esperada".
Destaca el informante consultado por Infobae que "cuando se eligió la meta de expansión monetaria cero se optó por la variable más cercana de monitorear como es la base, pero no es lo ideal, sino los agregados monetarios e incluso las transacciones electrónicas, pero hoy aún no aparece prioritario cambiar esa regla".
Se estima que el próximo paso sea comenzar a disminuir los encajes bancarios, a medida que se perciba que disminuye el exceso de liquidez de las entidades financieras, y que el aumento de la demanda de dinero por parte de las personas físicas y jurídicas esté acompañado con el aumento de los pedidos de crédito.
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