Los motivos por los que los economistas prevén una marcada desaceleración de la inflación en noviembre

Las últimas transferencias de la devaluación a precios y el final de los aumentos tarifarios son los factores que más operan a una baja notable en la suba de precios

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Los analistas consideran que los
Los analistas consideran que los efectos inflacionarios de la devaluación ya están cerca de terminar su duración (NA)

En cuestiones inflacionarias, lo peor parece ya haber pasado. Ese es el consenso no sólo de los funcionarios sino también de las consultoras económicas privadas, que esperan que noviembre y diciembre marquen una desaceleración fuerte en la suba de precios. La perspectiva es que en comparación con octubre, el dato refleje una baja de hasta dos puntos porcentuales.

Con el acumulado de las primeras dos semanas en mano, los economistas consultados por Infobae esperan, en promedio, una inflación de 3% para este mes, en consonancia con lo que hoy adelantó Infobae sobre las expectativas oficiales. Esto se debe principalmente, concuerdan, a que los factores que impactaron fuerte en los relevamientos anteriores ya completaron buena  parte del ciclo de transferencia a precios.

"En general, hubo un freno bastante importante en los precios en las primeras semanas de noviembre", explica Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos. El analista estima que, al ritmo actual, los precios deberían aumentar entre 2,5% y 3%. "Todo lo que jugó en contra en octubre como el alto piso por arrastre de septiembre y los cambios tarifarios de gas y transporte ya no influyen, es un más bastante puro en términos de influencia", dijo.

El esquema de bandas cambiarias genera una especie de devaluación anunciada en la que ya sabemos que el dólar a fin de año no puede ser menor de $38 (Crespo)

En Ecolatina coinciden con el análisis en materia tarifaria. "Prácticamente se anunciaron e implementaron todos los aumentos en materia de tarifa, de alguna manera lo grosero ya está", expresó Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de la consultora.

Nicolás Crespo, de Elypsis, señala que durante las primeras dos semanas fueron clave "los efectos del Hot Sale y el recálculo en combustibles ayudaron a moderar el registro".

La perdida de fuerza en la inflación se nota en las mediciones quincenales, desarrolla Gravina, quien explica que la proyección de 3,2% es el resultado de una desaceleración notable. En la primera quincena de octubre, la inflación respecto de las dos primeras semanas de septiembre relevada por Ecolatina fue 6,2%. En la segunda mitad de octubre, la comparación reflejaba una suba de 5,2%. Para la primera quincena de noviembre, los precios subieron un 3,7% respecto de la de octubre.

Y si bien es cierto que luego del trauma que fueron las mediciones entre julio y octubre, una inflación de 3% casi parece normal, algunos mantienen una visión crítica. "Sin duda es baja, pero seguís con una inercia que es propia de la situación inflacionaria que se vivió, se mantienen efectos de segunda y tercera ronda", nota Martín Alfie, economista jefe de Radar Consultora.

Alfie también apunta a las consecuencias de la inflación dentro del contexto del plan monetario: "En términos monetarios, por la política monetaria cada punto de inflación adicional es una caída real en la base monetaria y eso significa menos plata circulando, haciendo al programa monetario más recesivo". Además, el economista advierte sobre la alta estacionalidad que normalmente conlleva diciembre como un factor a tomar en cuenta.

Crespo también advierte que si bien no se pueden prever turbulencias cambiarias adicionales, el esquema de bandas cambiarias "genera una especie de devaluación anunciada en la que ya sabemos que el dólar a fin de año no puede ser menor de $38".

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