La importación de calzados creció un 45% en los últimos dos años, pero el sector más afectado fue el deportivo, ya que el ingreso de productos terminados o semi-terminados desde Brasil aumentó un 116% en ese período, según un informe privado.
En la Argentina, existen alrededor de 1.500 empresas dedicadas al calzado y emplean a unas 65 mil personas que atraviesan una crítica situación por la caída del consumo y la suba de importaciones.
En los últimos días, la crisis se reflejó en conflictos desatados en empresas de renombre en el sector: Paquetá de Chivilcoy; Dass, Gaelle y Alpargatas, con pérdidas de 2100 fuentes laborales.
Según un informe de Proyecto Económico, equipo técnico liderado por la economista y diputada Fernanda Vallejos, la importación indiscriminada de calzados creció un 46% en 24 meses, "poniendo altamente en riesgo las fuentes de trabajo en este sector de la industria textil".
En Argentina hay alrededor de 1.500 empresas dedicadas al calzado y emplean a unas 65 mil personas
De acuerdo con este estudio, la compra de calzado deportivo terminado o semi-terminado desde Brasil aumentó un 116% en el mismo lapso.
El equipo de especialistas económicos destacó que la "utilización de la capacidad instalada de la industria textil y calzado se redujo del 71% en agosto de 2015 al 53,4% en el mismo mes de 2018".
A la vez, advirtió que "las principales marcas han optado por cerrar indiscriminadamente su producción local para importar mercadería terminada sin ningún tipo de restricciones por parte del Gobierno".
Resaltó que "los efectos recesivos de la depreciación de la moneda de casi 100%, la suba de la tasa de interés del 26% al 68% y el fuerte ajuste del gasto público generó un problema de empleo y de ingresos".
Según el sondeo la importación de calzados creció un 46% en los últimos 24 meses
Asimismo, subrayó que, en el marco de una pérdida salarial de entre el 10 al 20 por ciento, el calzado es "uno de los bienes que suelen ser dejados de lado en pos de otros más elementales".
Proyecto Económico afirmó que "se necesita inmediatamente una política económica que reoriente sus instrumentos con el objetivo de crear valor para el sector productivo y administrar las importaciones a fin de detener la ola de cierres generalizados de fábricas que integran la cadena de valor de calzado y sostener a los 1.500 empresarios fabricantes que emplean a 65.000 trabajadores".