Entre los indicadores relevantes de la política económica del gobierno de Mauricio Macri figura el del amplio crecimiento de la deuda pública, cuyo peso por capital e intereses llevó a acudir al auxilio financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el último informe de la Secretaría de Finanzas, la deuda pública ascendió a USD 327.167 millones al término del segundo trimestre de 2018. Este monto implica un crecimiento de USD 86.502 millones ó 35,9% respecto de los USD 240.665 millones de diciembre de 2015.
En términos de PBI, durante la administración de Cambiemos la deuda pública pasó a representar del 52,6% del Producto a 77,4%, unos 25 puntos porcentuales más, principalmente por la fuerte devaluación de 2018, a la par de una caída del PBI superior al 2% este año.
En los últimos 3 años la deuda aumentó más que en 8 años de gestión de Cristina, y 10 años y medio de Menem
Si se suma a este cálculo el monto de los Cupones PBI (Valores Negociables Vinculados al PBI) en manos del mercado, por USD 13.415 millones, la deuda pública total ascendió hacia fines de junio a USD 340.582 millones, próxima al 80% del PBI. Vale aclarar que este instrumento paga renta solamente cuando el crecimiento económico supera el 3% anual.
Con el ingreso de un segundo tramo del acuerdo con el FMI el pasado 30 de octubre, por USD 5.631 millones, el incremento de deuda pública ronda los USD 90.000 millones en poco menos de tres años de gestión de Macri, el mayor monto neto contraído por un Gobierno en la historia argentina.
Durante los ocho años de gobierno de Cristina Kirchner, la deuda pública (excluido el Cupón PBI) aumentó de USD 176.870 millones a USD 240.665 millones, unos USD 63.795 millones (36%). Como porcentaje del PBI la deuda disminuyó del 61,2% al cierre de 2007 a 52,6% en diciembre de 2015. No obstante, a partir de 2011 se observa un incremento del peso relativo de la deuda, desde un piso de 38,9% del PBI, cuando se decidió instaurar el "cepo" cambiario.
En los cuatro años de presidencia de Néstor Kirchner la deuda pública registró una importante baja como por porcentaje del PBI, y también nominal, en particular por el histórico canje de deuda de febrero de 2005, que puso fin a más de tres años de default, y la cancelación total de pasivos con el FMI, en enero de 2006.
De los USD 178.768 millones en mayo de 2003, aumentó a USD 192.294 en diciembre de 2004, como consecuencia del default. Tras el canje concluyó 2005 en USD 154.270 millones y luego subió a USD 176.870 millones en diciembre de 2007.
Pero el crecimiento de la economía a "tasas chinas" entre 8 y 9 por ciento entre 2003 y 2007 significó una drástica caída de la deuda pública como porcentaje del PBI, del 147% en 2002 y el 140% en 2003, durante la presidencia de Eduardo Duhalde, al 62,1% en diciembre de 2007.
Con la crisis de 2001-2002 la deuda pública llegó a superar el 140% del PBI, debido al default
En los dos años de presidencia de Fernando de la Rúa la deuda pública creció de USD 121.877 millones a USD 144.452 millones (18,5%), mientras que la relación deuda/PBI trepó unos 10 puntos porcentuales, de 43 a 53,7 por ciento.
Durante los 10 años y medio de presidencia de Carlos Menem la deuda se duplicó, de USD 65.300 millones a USD 121.877 millones, mientras que en relación al PBI cayó a la mitad desde el 85,2% de la crisis de hiperinflación en 1989 (USD 76.640 millones según el Banco Mundial) a 43% en 1999 (USD 283.500 millones).
Con Raúl Alfonsín la deuda pública creció 44,8%, de 45.100 a 65.300 millones de dólares.
Pero el mayor salto porcentual de las acreencias del Estado nacional se consolidó con la dictadura militar: en la sucesión de gobiernos de facto, durante siete años y nueve meses, la deuda pública se multiplicó por seis, desde los USD 7.800 millones a USD 45.100 millones, para pasar de representar el 11% del PBI (USD 71.200 millones en 1976, según el Banco Mundial) al 43,4% del PBI (104.000 millones en 1983).
Durante la última dictadura militar la deuda pública se multiplicó por seis en menos de 8 años
En cuanto a la relación deuda/PBI, los mayores incrementos coincidieron con las crisis económicas más profundas de la historia reciente.
Con la hiperinflación del ciclo alfonsinista la deuda saltó 42 puntos porcentuales (de 43,4% a 85,2% del PBI), pues el crecimiento nominal coincidió con una importante caída de actividad y la devaluación de la moneda doméstica.
Con el colapso de la convertibilidad, trepó más de 80 puntos porcentuales en dos años, de 53,7% a 139,5% del Producto entre 2001 y 2003, pues a la caída de actividad y la devaluación se le sumó el default de la deuda, por el cual se acumularon todos los vencimientos de capital e intereses del período.
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