A pesar de la paz cambiaria que se experimentó en octubre, cuando la divisa norteamericana cayó un 12%, la lucha contra la inflación todavía tiene algunas rondas por delante. La suba de precios de 6,5% en septiembre fue una de las más altas en los últimos años y dejó una alta base a partir de la cual actuaron los elementos temporarios durante el mes pasado.
Si bien solo una minoría de las proyecciones privadas se acercan demasiado al nivel de septiembre, el promedio general sigue siendo alto. Desde el Gobierno esperan que una de las mediciones más fuertes del año. En general, las consultoras indicaron a Infobae que la inflación de octubre estará rondando un 5,5 por ciento.
Mientras que en septiembre la cifra estuvo principalmente influenciada por un aumento en el factor núcleo (sin efectos estacionales o tarifarios) que fue considerablemente mayor que las subas de precios estacionales y regulados, en octubre se espera que el efecto de incrementos simultáneos en materia de transporte, gas, nafta y prepagas sean los principales componentes.
La consultora Elypsis estima que la inflación en octubre fue de 5,9 por ciento. "El efecto de arrastre estadístico de septiembre es altísimo, unos 2,5 puntos porcentuales se explican por eso", afirmó Gabriel Zelpo, economista jefe de la casa privada, antes de agregar: "El problema también va a estar en noviembre, porque la suba de gas se dio a mediados de octubre, con lo cual algún coletazo va a verse".
"En octubre hubo concentración de subas en tarifas de gas, de transporte público, de prepagas y de naftas, contra un dólar relativamente más estable", resumió Federico Furiase, director de Eco Go. Desde la consultora calculan que la suba en materia de precios durante octubre fue de 5,8%, y que junto con las cifras que esperan para los dos últimos meses del año la tasa anual de inflación alcanzará el 49 por ciento.
Desde Ecolatina, la medición de octubre también es 5,8%. Su economista jefe, Lorenzo Sigaut Gravina, consideró: "Efectivamente, la inflación núcleo se desaceleró de 7% a 5% y la relación que se observó entre núcleo/regulados/estacionales en septiembre fue una excepción, no la regla".
De cara a fin de año, los analistas esperan que la inflación esté en el orden de entre 48% y 50%, planteando una desaceleración fuerte para llegar al supuesto de 23% en el Presupuesto 2019
El aumento proyectado para fin de año también definirá el frente en materia de salarios. "Suponiendo una reapertura generalizada de paritarias en torno a un 30%, el año cerraría con una perdida en salario real de 12,5%", dijo Furiase.
La suba relevada por Consumidores Libres está dentro de los márgenes establecidos, con un aumento del orden de 5,44% respecto del mes anterior en el sector de alimentos y bebidas, mientras que las expectativas más bajas son las de Orlando Ferreres & Asociados y de Econométrica. Los relevamientos de ambas consultoras devolvieron una inflación mensual de 5,3 por ciento.
Con un dato del nivel que esperan las consultoras, la proyección para fin de año se acercan a una zona del 48%-50%, considerablemente por arriba de la expectativa de varias mediciones a principio de año. El número por si solo es preocupante, pero aún más cuando se considera que la meta implícita en el proyecto del Presupuesto 2019 es del 23 por ciento.
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