El efecto de la "super tasa" en octubre fue el esperado por el Banco Central. Los altos rendimientos en pesos atrajeron a los ahorristas y generaron dos efectos simultáneos: la baja del dólar y, como contracara, una fuerte expansión de los depósitos en moneda local.
El incremento total de colocaciones a plazo en el mes que acaba de concluir fue tal que mostró una expansión que no se veía hace años: 14% en apenas un mes. Pasaron de $ 807.000 a $ 920.000 hasta el 29 de octubre, última cifra disponible. Esto significa que el incremento estuvo en el orden de los $ 115.000 millones.
No sólo el inversor se benefició de tasas que llegaron hasta el 50% para plazos fijos minoristas. Los bancos también aprovecharon la posibilidad de colocar esos pesos en Leliq emitidas por el Banco Central a tasas superiores al 70% anual. Recién ayer ese rendimiento bajo al 68%, uno de los menores valores del mes.
La bicicleta financiera volvió a pleno en octubre. Las ganancias en moneda dura fueron extraordinarias. Ahora la incógnita es a qué ritmo irá bajando la tasa el Central. Eso dependerá de la inflación, pero también de la estabilidad cambiaria
Los plazos fijos UVA también subieron en forma significativa aunque el stock es todavía muy chico, apenas supera los $ 30.000 millones, sólo 3% del total. Pero en octubre aumentaron nada menos que 77%, porque ofrecen un negocio financiero redondo. Como la tasa de inflación fue de 6,5% más una tasa que puede llegar al 5%, el rendimiento mensual termina siendo extraordinario.
Por supuesto que a las elevadas tasas de interés se suma la caída del dólar, lo que multiplicó las ganancias en moneda dura. Así, los que se animaron a pasarse a pesos en vez de seguir comprando divisas consiguieron ganancias extraordinarias en moneda dura. Esa rentabilidad fue superior al 15%, luego de muchos meses de pérdida.
Está claro que volvió al menos por un tiempo la bicicleta financiera, la posibilidad de obtener fuertes ganancias en pesos aprovechando la estabilidad cambiaria. La incógnita ahora es a qué ritmo irá bajando las tasas el Central, porque eso también repercutirá en un menor rendimiento de los plazos fijos. Sin embargo, al menos hasta fin de año el margen para acelerar esa disminución de tasas es acotado.
La contracara de la gran suba de los plazos fijos es el notorio enfriamiento del crédito. Las altas tasas de interés jugaron en contra de la demanda y eso se sintió en una caída del stock, que se agrava cuando se tiene en cuenta que la inflación del mes estuvo cerca del 6%. Es decir que la disminución del crédito resultó muy pronunciada.
El crédito privado cayó 1,8% en octubre, una preocupante disminución en términos nominales, pero más impactante en términos reales. Las principales reducciones se dieron en las líneas de financiamiento para empresas. Los adelantos en cuenta corriente, con tasas del 80% anual, cayeron un 10%, mientras que el descuento de cheques disminuyó 5,5%.