El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, apuntó a dar señales fuertes a los mercados sobre sus futuras decisiones en materia económica. Aunque nadie lo explicitó, quedó claro que busca diferenciarse muy rápido del "gradualismo" que llevó adelante el gobierno de Mauricio Macri pero que desencadenó en una fuerte crisis financiera y cambiaria. Para diferenciarse de aquella experiencia se va a un planteo de "shock" en materia económica.
Quien será el gran referente en esa dirección es el "Chicago Boy" y ahora designado "superministro" de Economía, Paulo Guedes. Aunque recién asumirá dentro de dos meses, rápidamente se va delineando el "Plan Bolsonaro".
El escenario es complejo, porque hay que dar vuelta varios años de fuerte caída de la actividad luego del caso "Lava Jato" –que involucró el pago de millonarias coimas– y un desempeño mediocre de la economía desde que Michel Temer reemplazó a Dilma Rousseff hace ya casi dos años.
Luego de la experiencia fallida del gradualismo argentino, el nuevo presidente brasileño apunta a un programa económico mucho más contundente. Y a afrontar de entrada los problemas que frenan el crecimiento hace años
En las últimas horas hubo varias precisiones sobre los pasos que llevará adelante el nuevo Gobierno, más allá de cómo se terminen implementado. Estos son algunos de esos puntos principales, que marcan un fuerte contraste respecto al rumbo elegido por Cambiemos:
1. Disminución rápida del déficit fiscal: El rojo de las cuentas públicas llega a 7% del PBI y también hay un crecimiento fuerte de la deuda pública. Es un tema, que según aclaró el propio Guedes, será encarado a través de una reducción del gasto público y cuidando de no aumentar la presión fiscal. Todavía, sin embargo, no hay grandes detalles del ritmo que se llevará adelante. En el caso del gobierno macrista, recién este año y como consecuencia del descontrol cambiario se aceleró el ritmo del ajuste fiscal. Para peor, se logrará a costa de una presión impositiva récord. Pero durante dos años y medio de gestión prácticamente no se avanzó en esa dirección, invocando el famoso "gradualismo". Los mercados, por el momento, celebran este compromiso del nuevo gobierno brasileño.
2. Reducción del número de ministerios: es uno de los primeros anuncios efectuados por Bolsonaro. De 29 pasaría a 19 carteras, aunque en un primer momento estaba la idea de reducirla a 15. Es exactamente al revés de lo que hizo Macri, que para sorpresa de muchos decidió aumentar la cantidad de ministerios ni bien asumió, llevándola a más de 20. Recién hace un par de meses resolvió achicar a la mitad esa cantidad, ante la necesidad de avanzar con medidas de austeridad aún cuando no significaran grandes ahorros. Incluso se destaca el nuevo "superministerio de Economía', que será comandado por el propio Guedes. Incluirá Hacienda, Planeamiento e Industria y Comercio Exterior. Exactamente al revés de lo que resolvió Macri en el inicio de su gestión, cuando degradó la cartera a simplemente "Hacienda".
3. Avance en la reforma previsional: es uno de los temas centrales que encarará el nuevo gobierno brasileño, aunque deberá pasar por el filtro legislativo. Los contrastes con el caso argentino son muy grandes. Cambiemos anunció la intención de avanzar con una reforma en esa dirección, pero se dio tres años para analizarla. Fue en 2016, cuando puso en marcha la Reparación Histórica para jubilados. Por lo tanto, recién en 2019 se analizarán los pasos a seguir. El tema también está incluido en el acuerdo con el FMI. Otra reforma estructural como la laboral ya se había encarado durante la gestión de Temer. Un tema que en el caso argentino nunca se termina de encarar para bajar los pesados costos del mercado del trabajo. Ni siquiera se pudo implementar aún el blanqueo laboral.
4. Mayor apertura de la economía: La elección de Chile como primer país que visitará es toda una definición de Bolsonaro. Claramente se apunta a un modelo de acuerdos de libre comercio bilaterales como los que tiene el país trasandino. Y al mismo tiempo salir del "corset" del Mercosur, como ya lo dejó trascender el propio Guedes. El gobierno argentino no consiguió en sus casi tres años de Gobierno impulsar las exportaciones, aunque se trabajó mucho para aumentar la inserción internacional del país. Fue, sin embargo, un movimiento mucho más político que comercial, como quedó claro con el apoyo de las grandes potencias al acuerdo firmado con el FMI.
5. Plan de privatizaciones: es otro de los temas incluidos en la agenda, que busca mejorar el funcionamiento de empresas de servicios públicos y al mismo tiempo aumentar los ingresos del Estado. Sin embargo, en la campaña hubo muchas idas y vueltas en relación con este tema y aún no está claro hasta qué punto se avanzará ni con qué empresas.
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