Muy duro con la política económica del Gobierno, el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy anticipó que el próximo año la presión tributaria será la más alta de toda la historia argentina y criticó al Presidente por no haber avanzado con reformas para reducir el gasto público.
"Hay que tratar de que el Gobierno llegue a fin de mandato, aunque sea con muletas. El esfuerzo que tiene que hacer la Argentina para tener una agenda que le permita sobrevivir ordenadamente es enorme. Creo que necesitamos diez años de reformas importantes. No veo cómo subsiste la Argentina con la actual situación de previsión social, de transferencia de recursos del gobierno nacional a las provincias y los municipios, y laboral", se inquietó frente a un auditorio que lo escuchaba con atención y le brindó aplausos en varios tramos.
El economista participó de una serie de charlas organizadas por la fundación alemana Friedrich Naumann, que celebra sus 35 años en la Argentina.
Va a ser muy difícil retener el talento, el vigor que crean los innovadores en una sociedad si la idea es ahogar cada vez más a los contribuyentes
"Va a ser muy difícil retener el talento, el vigor que crean los innovadores en una sociedad si la idea es ahogar cada vez más a los contribuyentes y al sector que se gana el pan todos los días. Hay un límite y estamos cerca de traspasarlo", alertó.
En la Argentina, según detalló, "captar recursos tiene serias dificultades: 1) el problema de la informalidad y ligado a eso el 'capitalismo de compadres', y 2) que el sistema impositivo no es usado para proveer recursos al financiamiento de las actividades públicas sino para conseguir subsidios o tratamientos diferenciales".
"En la discusión del Presupuesto en el Congreso, uno ve todo el tiempo quién está buscando poner un artículo a su favor. La igualdad ante la ley, ante los impuestos y las cargas públicas son conceptos olvidados en el Congreso de la Nación", aseguró.
Alto gasto público y más impuestos
Uno de los puntos más repetidos durante la charla fue el aumento del gasto público y de la presión impositiva. "Gran parte del liderazgo argentino está enamorado de una versión muy estatista. Creen que una sociedad con mucho gasto público y muchos impuestos es una respuesta mejor que una sociedad que se organice bajos los principios de libertad, igualdad y competencia. Si siguen las discusiones en el Congreso, en cualquier tema, van a ver ese sustrato ideológico que responde a una tradición que viene de la crisis de los 30″ , señaló el economista.
Con respecto a la Ley de Presupuesto presentada por el Gobierno, remarcó que el aumento de los impuestos no es el camino. "El Gobierno ha comprado el programa de la oposición, ha subido brutalmente los impuestos. Siguió la línea que le requería la oposición: más impuesto, cerrar la economía y más inflación. El nivel de gasto ha subido espectacularmente, con la duplicación del gasto en términos reales, sobre todo en el Estado federal", agregó.
El Gobierno ha comprado el programa de la oposición, ha subido brutalmente los impuestos
Según su opinión, el Gobierno no quiso agravar lo que recibió, pero tampoco lo revirtió porque la opinión pública está dominada por la idea de que reducir el peso del Estado va a ser nocivo para la sociedad. Y advirtió que en las discusiones nadie se pregunta quién ni cómo se van a financiar esos gastos. "Yo creo todo lo contrario. Va a crear inmensas oportunidades", opinó.
"Detrás del cierre de la economía y de la inflación, hay intereses corporativos, de empresas o sindicales. Es crucial dar esa batalla cultural. En otras sociedades no prevalecen como aquí esas preferencias por un gasto descontrolado", advirtió el economista.
El ex ministro de Economía, a comienzos de 2001, se mostró preocupado por el crecimiento del empleo público, la cantidad de jubilados y la cantidad de gente que depende del Estado. "Es una porción mayor frente a un número de contribuyentes menor; y hay un momento en que los contribuyentes no aguantan más", advirtió.
También habló sobre la relación de la Argentina y Brasil, tras el triunfo de Jair Bolsonaro y las señales que el nuevo presidente está enviando. "Cuando elige no visitar la Argentina es porque nos ven como el caso del fracaso. Si nuestro principal vecino empieza a considerarnos como una carga intolerable, alguna reacción en nosotros tiene que ocurrir", se preguntó.
Caída de la confianza de los consumidores
Sobre el detonante de la actual falta de confianza en el Gobierno, López Murphy destacó una fecha clave como el gatillo de los problemas, que eran subyacentes: el 28 de diciembre de 2017, cuando el entonces presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el jefe de Gabinete Marcos Peña dieron una conferencia de prensa conjunta. "Es difícil pensar en otro país donde el jefe de Gabinete instruye a bajar las tasas de interés", indicó.
Si nuestro principal vecino empieza a considerarnos como una carga intolerable, alguna reacción en nosotros tiene que ocurrir
Aunque advirtió que él desconfió de las políticas del gobierno de Macri, desde la misma campaña. "Decir que la inflación iba a bajar y nos íbamos a inundar de inversiones me parecía delirante. Se iban a tomar seis años para alcanzar un superávit mínimo, con la idea de que nos iban a prestar USD 40.000 millones por año" , remató. Y admitió que en el último tiempo charló con funcionarios del Gobierno que querían conocer sus opiniones.
"La Argentina no puede seguir por el mismo camino porque hace a su supervivencia" , aseguró. Y recordó la reacción de la sociedad frente a la reforma laboral y al programa de reducción del gasto público que él mismo buscó implementar durante la presidencia de Fernando de la Rúa, en marzo de 2001. "Tenemos que meter en plaza pública, en la opinión pública, la idea de que Argentina necesita reformas para su supervivencia", concluyó.
Seguí leyendo