Las últimas previsiones globales realizadas por el FMI para 2018 ubican a la Argentina entre los cinco países con más alta inflación del mundo. Con una inflación estimada en 40% para el cierre del año, el país comparte el podio con Venezuela, en el primer lugar con una hiperinflación de 2,5 millones por ciento, y lo siguen Sudán del Sur (99,4%), Sudán (64%) e Irán (48%), países que atraviesan conflictos bélicos.
En la primera parte del año, en abril, las estimaciones de inflación del organismo para la Argentina estaban en el 19,2%, lo que posicionaba al país en el puesto ocho en la comparación global.
La actividad se desaceleró con más fuerza en Argentina, Brasil y Turquía, donde influyen también factores internos y el pesimismo de los inversionistas
"La actividad se desaceleró con más fuerza en Argentina, Brasil y Turquía, donde influyen también factores internos y el pesimismo de los inversionistas. La inflación en general ha aumentado en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, en parte como consecuencia del traslado de las depreciaciones de las monedas", explicó el informe del FMI titulado "Perspectivas de la Economía Mundial".
El organismo asegura que como resultado de los recientes aumentos de los precios de las materias primas, se prevé que este año la inflación suba tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo.
En las economías avanzadas, se proyecta que repuntará a 2% en 2018, desde un nivel de 1,7% en 2017. Para las economías de mercados emergentes y en desarrollo, excluida Venezuela, la expectativa es que la inflación aumente a 5% este año, en comparación con 4,3% en 2017.
La previsión del organismo es que el crecimiento mundial sea de 3,7% en 2018/19. Esto es 0,2 puntos porcentuales menos que la proyección de abril de este año
Con todo, la previsión del organismo es que el crecimiento mundial sea de 3,7% en 2018/19. Esto es 0,2 puntos porcentuales menos que la proyección de abril de este año. También estiman que se moderará a mediano plazo. De acuerdo con sus pronósticos, "las condiciones financieras mundiales serán más constrictivas a medida que la política monetaria se normalice; las medidas comerciales implementadas desde abril lastrarán la actividad a partir de 2019; la política fiscal estadounidense perderá ímpetu a partir de 2020; y China se desacelerará como consecuencia del debilitamiento de la expansión crediticia y las crecientes barreras comerciales".
La historia de la inflación en la Argentina es larga: un informe elaborado este año por la Unidad de Estudios y Proyectos Especiales de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) muestra que durante los últimos 100 años, la tasa de inflación promedio del país fue de 105% anual, con un máximo histórico de 3.079% en 1989.
Es más: desde 1944 hasta hoy, de 26 presidencias analizadas solo cinco registraron variaciones de precios menores a los dos dígitos, mientras que en el extremo opuesto, seis presidentes tuvieron inflaciones anuales de tres dígitos. Las tasas de inflación anualizadas más altas se presentaron en los gobiernos de Reynaldo Bignone (401%) y Rául Alfonsín (398%), con el pico máximo registrado en 1989, con un 3079% y una devaluación histórica.
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