La astringente política monetaria del nuevo Banco Central, bajo la presidencia de Guido Sandleris no pudo coronar 4 jornadas consecutivas de baja del tipo de cambio, para alejarla de la banda más alta de la zona de no intervención de $44 ajustable a ritmo de 0,1% diario, y aproximarla a la cota inferior de $34, también indexada por igual tasa.
Por el contrario, la tasa de las Leliq, como se bautizó a las Letras de Liquidez del Banco Central, que sólo pueden comprar los bancos, básicamente con la parte de la captación de depósitos que no pueden utilizar como oferta de crédito, volvieron a subir por cuarto día consecutivo, desde 65% anual, ahora a un pico de poco más de 74% anual a 7 días, y 72,83% en el promedio de la subasta.
Seis causas que explican el aumento de la renta de las Leliq
1. Los efectos de los cambios de política monetaria suelen no ser inmediatos, menos en una economía que opera con dos monedas, pesos para las pequeñas transacciones cotidianas; y dólares para las grandes, en particular inmobiliarias y ahorro de mediano y largo plazo, por tanto era esperado un subibaja inicial, hasta que los mercados se adapten al nuevo esquema.
2. La tasa de inflación presente se encuentra en un rango del 44% anual a fin de diciembre, casi el doble de la que Hacienda se fijó como supuesto en el Presupuesto 2019 para el cierre del próximo año. En ese rango se ubica la tasa promedio que los bancos ofrecen a quienes invierten en colocaciones a plazo fijo, más del 47% anual para montos superiores a $1 millón; y casi 39% para importes inferiores a $50.000 a 30 días, aunque en algunos casos ya treparon al 50% anual., porque el ahorrista se guía más por la inflación presente que está en aumento que por la proyectada por el Gobierno.
3. La tasa promedio que las entidades cobran por préstamos de corto plazo, como los adelantos en cuenta para girar en descubierto o descuento de documentos, se ubica en 77% anual.
4. La tasa de las Letras Liquidez que pueden suscribir voluntariamente los bancos por sus excedentes de pesos, y en particular los nuevos encajes bancarios que ahora promedian un 44% de los depósitos, aun no habría alcanzado un punto de indiferencia con la tasa que aplican por los préstamos al sector privado, y por tanto tendría algún escalón por subir.
Un simple ejercicio de equivalencia muestra que si una entidad debe pagar para retener o captar un depósito a un año de plazo al 44% anual, pero del cual sólo puede prestar $56 de cada $100 que recibe a una tasa del 77% anual, por el costo de intermediación y los impuestos nacionales, provinciales y municipales, más seguros, determina una tasa de indiferencia para suscribir Leliq cercana a 81% anual.
Captar un depósito a un año de plazo al 44% anual, pero del cual sólo puede prestar $56 de cada $100 que recibe a una tasa del 77% anual, por el costo de intermediación y los impuestos nacionales, provinciales y municipales, más seguros, determina una tasa de indiferencia para suscribir Leliq cercana a 81% anual
5. El ejercicio de indiferencia entre suscribir Leliq respecto de la tasa de un crédito es aún más alto si por la recesión se contrae aún más la demanda de crédito. En el caso extremo de demanda de préstamo cero, para poder generar una entidad el piso de $44 por cada $100 en un año que hoy recibe de un ahorrista con la colocación de $44 (44% de encaje) que pueden remunerar las Letras de Liquidez, determina una tasa de 100% anual.
6. El aumento de la tasa de interés de política monetaria de la Reserva Federal a 3,2% anual esta semana alimenta el apetito por la compra de bonos del Tesoro por parte de quienes buscan colocaciones seguras, "un vuelo a la calidad", como se dice en la jerga financiera, no sólo por parte de inversores internacionales que compraron bonos argentinos, públicos, como las Lebac, y también privados, sino también de residentes. Ese fenómeno determinó caída en los precios de esos papeles y consecuente alza de las tasas de rendimiento, y por tanto arrastra a la suba del resto de las tasas del mercado, entre ellas las de las Leliq.
4. Causas que explican el aumento del tipo de cambio
1. El comienzo de mes se caracteriza por la venta de dólares y bonos por parte de las empresas para hacer frente al pago de salarios y obligaciones previsionales y cargas sociales, en particular en un escenario de singular aumento del costo del dinero; pero también, en simultáneo, asalariados de altos ingresos que tienen capacidad de ahorro compran dólares con ese fin y para pagar gastos de turismo en el exterior.
2. Aparecieron voces de alerta porque algunos economistas no ven con claridad el mecanismo por el cual el Banco Central podrá cumplir con la meta de tasa cero de variación de la base monetaria, y por tanto alimentaron el apetito por ahorrar en dólares más que en pesos.
3. Si bien las tasas de interés se ubican en perspectiva como reales positivas, si se cumpliera el objetivo de bajar la inflación a 23% a un año, no sólo el actual equipo de Hacienda ha mostrado no ser un buen pronosticador de inflación, sino que tanto el resultado de septiembre, en torno a 7% en el mes, como esperada para octubre, cercano al 5%, resultarían muy superiores al rendimiento de la colocación de pesos a plazo fijo. De ahí que volviera a empinarse la demanda de dólares.
4. La conjunción del atraso de la llegada del segundo desembolso del crédito del FMI, previsto originalmente para el 20 de septiembre, pero ahora esperado para algún momento de la segunda quincena de este mes, con un salto de USD 3.000 millones originales a unos USD 6.700 millones, con la persistencia de pobre liquidación de divisas de los exportadores de granos y oleaginosas, por efecto de la sequía, impidió contar con oferta suficiente para apuntalar la apreciación cambiaria de los últimos tres días.
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