El Fondo Monetario Internacional había reiterado tantas veces su apoyo al gobierno de Mauricio Macri que prácticamente ningún observador atento dudaba de que habría una reformulación del acuerdo firmado en junio para "reforzar" el programa con la Argentina. Analistas en Washington y estrategas en inversiones de Wall Street descontaban que habría humo blanco, como finalmente ocurrió ayer.
La mirada de estos expertos no se detiene ahora en los efectos inmediatos del nuevo programa, que según coinciden disipa los temores de un default y representa un importante "voto de confianza", sino que adelanta varios casilleros hacia los desafíos que tiene por delante el gobierno argentino. El oxígeno del Fondo debe servir para "operar al paciente, no para estirar la agonía", ilustró el especialista de un banco.
Igualmente, va a ser un desafió manejar la volatilidad cambiaria hasta que el equipo económico cumpla el año que viene con la pauta del cero déficit primario (Morde)
Es decir, hay consenso en que el acuerdo stand by en su versión ampliada y revisada será efectivo sólo en la medida en que la Argentina cumpla con las metas acordadas, en primer lugar la de alcanzar tan pronto como el año que viene el equilibrio fiscal. El margen de error se estrechó dramáticamente para la Casa Rosada y los analistas quieren ver que esas metas efectivamente se cumplan.
"Más importante que el nuevo acuerdo con el FMI será que Macri tenga la habilidad para conseguir la aprobación de un presupuesto que cuente con el apoyo de los gobernadores y de los sectores del peronismo tradicional", comentó a Infobae Michael Matera, director del programa para las Américas del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS, en inglés), de Washington, y conocedor de los resortes de la política nacional.
Ese objetivo, además, debería ir acompañado del "cumplimiento concreto del compromiso de déficit cero contemplado en el presupuesto y de una demostración más clara de la capacidad de Macri para obtener resultados en reformas importantes que están aún pendientes".
Alberto Ramos, jefe de la división para América latina de Goldman Sachs, valoró positivamente los 19.000 millones de dólares extra que el FMI desembolsará hasta el final de 2019 según los términos del nuevo acuerdo ampliado ahora a un total de 57.100 millones de dólares en tres años. "Los fondos que anticipará el organismo en los próximos 15 meses son muy significativos", destacó.
Más importante que el nuevo acuerdo con el FMI será que Macri tenga la habilidad para conseguir la aprobación de un presupuesto que cuente con el apoyo de los gobernadores y de los sectores del peronismo tradicional (Matera)
Pero Ramos señaló también que la meta del equilibrio fiscal es clave para el éxito del programa económico de Macri. "En líneas generales, el desafío ahora es mantener el curso y cumplir con los compromisos fiscales", dijo.
El experto advirtió sin embargo que la política monetaria restrictiva que adoptó el Banco Central bajo la nueva conducción para combatir la inflación "implica una liquidez mucho menor y una contracción monetaria que podría tener un fuerte impacto a corto plazo sobre la actividad". La contracara de limitar la oferta de pesos para evitar presiones sobre el dólar puede ser una recesión más larga.
El nuevo presidente de la entidad, Guido Sandleris, fue interrogado sobre ese punto ayer durante la conferencia de prensa que ofreció por la tarde, momentos después de que Christine Lagarde, titular del FMI, y el ministro Nicolás Dujovne, anunciaran el nuevo acuerdo desde un salón del consulado argentino en Nueva York. Sandleris sentenció que bajo su mando la lucha contra la inflación será la tarea más importante del Banco Central.
En líneas generales, el desafío ahora es mantener el curso y cumplir con los compromisos fiscales (Ramos)
Para Siobhan Morden, jefa de estrategia para América latina en Nomura Securities, de Nueva York, la depreciación que ya sufrió el peso en los últimos meses debería hacer más fácil resistir ahora las presiones sobre el dólar con la política de bandas de flotación que detalló Sandleris.
"Igualmente, va a ser un desafió manejar la volatilidad cambiaria hasta que el equipo económico cumpla el año que viene con la pauta del cero déficit primario", dijo Morden, aunque reconoció que el nuevo programa acordado con el Fondo "ofrece un importante voto de confianza a corto plazo". Lo resaltó Lagarde ayer en Nueva York: "la clave" del nuevo acuerdo está en dos números, 19.000 millones extra en 2019.
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