"Estoy feliz. Y quizás vuelva al gimnasio una vez por semana", promete Nicolás Dujovne antes de comentar los aspectos clave del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su impacto directo en la economía nacional. Dujovne ya es el ministro más poderoso del gabinete –junto a Marcos Peña—y su peso específico se puede cuantificar con facilidad: maneja la economía y las finanzas en el Gobierno, coordina la política energética, eligió al presidente del Banco Central, accede sin escalas al Departamento del Tesoro y tiene el celular secreto de Christine Lagarde.
Mauricio Macri confía en la capacidad técnica de Dujovne y sabe que su ministro de Hacienda no tiene agenda propia. No le pasaba lo mismo con Alfonso Prat-Gay y Martín Lousteau, que sueñan con llegar a la Casa Rosada. Macri pensó en desplazar a Dujovne y convocar a Carlos Melconian, pero esa jugada no prosperó y el Presidente ya no piensa en un sucesor para su ministro de Hacienda.
Durante la entrevista, Dujovne rechazó la posibilidad de ralentizar la baja del déficit fiscal y el recorte del gasto público, pronosticó que la economía empezará a crecer "probablemente" en el primer trimestre del 2019 (en comparación con el último trimestre de este año), consideró que las tasas bajarán en los próximos meses y reveló que Hacienda podrá vender dólares para evitar una eventual depreciación del peso.
"El Tesoro en los próximos meses va a tener una posición en dólares muy grande, porque nosotros estamos recibiendo muchos más dólares que los que necesitamos para nuestro programa financiero, y entonces eventualmente tendremos que vender algunos de ellos en el mercado de cambio, y eso no computa en la zona de intervención y zona de no intervención, porque son fondos del Tesoro", adelantó Dujovne.
—Entre fin de este año y 2019 se concentran los desembolsos del FMI. ¿Esto significa un aval a Mauricio Macri en un año de elecciones presidenciales?
—El aval explícito no viene por el calendario de los desembolsos, sino por el apoyo que hemos recibido de toda la comunidad internacional, de los grandes países del mundo. Por eso, más allá del calendario, lo que importa es el apoyo total a la Argentina, a las reformas que estamos haciendo para generar prosperidad.
—¿Esperaban un desembolso mayor que el anunciado?
—No, no. Cuando empezamos a hablar, siempre pedimos aceleración de los desembolsos. Surgió del Fondo y del apoyo internacional la decisión de proveer más fondos frescos, pero realmente estamos muy satisfechos con el programa que hemos logrado.
—¿Existe la posibilidad de retrasar la decisión de ir a déficit cero en el presupuesto nacional 2019, a partir de los desembolsos del FMI?
—De ninguna manera.
—¿No existe la manera…?
—No, no. Porque además acá estamos haciendo un trabajo de doble pinza, que es bajar las necesidades de financiamiento, porque bajamos el déficit, y aumentamos el financiamiento porque revisamos el programa con el Fondo. Eso nos da una potencia financiera enorme, que tiene que producir una baja muy importante de las tasas de interés que enfrenta la Argentina. Pero no estamos buscando más financiamiento para relajar el programa fiscal.
—Pero de esta manera, ¿no se profundiza el ciclo recesivo?
—Yo creo que hoy no hay nada más expansivo para la economía argentina que bajar la volatilidad, aumentar la confianza, reabrir el mercado de crédito para el Gobierno, las empresas, las provincias para que vuelva el financiamiento a la Argentina. Restablecer la confianza y bajar la tasa de interés es clave para volver a crecer.
—Con la ayuda del FMI, ¿cuándo se empezará a crecer?
—Argentina va a empezar a crecer, probablemente, en el primer trimestre del 2019, medido contra el cuarto trimestre de este año. Pero en el año en su conjunto, es difícil que la economía muestra crecimiento positivo.
—¿Cuándo van a bajar las tasas?
—En la medida en que se perciba que el programa es exitoso, las tasas van a caer rápido. Esa es mi proyección.
—¿Pasó la tensión?
—Estoy feliz. Hay mucho trabajo por delante, trabajo muchas horas al día. Pero creo que podré volver al gimnasio. Aunque sea una vez por semana.