Para los economistas y analistas financieros, la renuncia de Luis Caputo se dio "en el peor momento": minutos antes de que abrieran los mercados y antes de que se anuncie el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se trató de una "bofetada para el Gobierno", como describió Aldo Pignanelli, que fue presidente de la entidad en 2002.
"La renuncia no sorprendió, pero sí sorprendió el momento. Se veía venir porque Caputo tenía muchas diferencias con el FMI. Hasta hubo un comunicado de Christine Lagarde de hace diez días fustigando la forma de manejar las reservas por parte del BCRA", explicó Pignanelli.
Se veía venir porque Caputo tenía muchas diferencias con el FMI
Para el economista, la forma en que se dio la salida de Caputo es una muestra de la descomposición que hay puertas adentro entre el equipo económico del Gobierno. El reciente ex presidente del BCRA había quedado, por ejemplo, fuera de las negociaciones con el FMI que podrían resultar en un esquema más duro para el manejo de las reservas.
Entre sus críticas a Caputo, Pignanelli señaló una política cambiaria errática, que el lunes pasado lo obligó a vender nuevamente dólares para frenar una nueva corrida cambiaria. "El mercado no va a leer bien este cambio porque muestra la endeblez que hay en el esquema de poder del Gobierno. Caputo era un hombre clave que estuvo desde el principio en la gestión de Mauricio Macri como secretario de Finanzas de Alfonso Prat-Gay", destacó en una charla con Infobae.
El analista financiero Christian Buteler, por su parte, consideró que el momento de la renuncia fue "irresponsable" porque se dio en medio de una crisis y con las negociaciones con el FMI aún sin cerrarse. "Si además esta renuncia se da por problemas entre los funcionarios, que deberían estar por encima de cualquier cuestión personal, la señal es pésima mientras el presidente está en el exterior intentando llevar tranquilidad a los mercados y a los inversores y menos de 12 horas después renuncia el presidente del Banco Central", destacó el especialista.
La señal es pésima mientras el presidente está en el exterior intentando llevar tranquilidad a los mercados
Por su parte, el economista Miguel Kiguel, en declaraciones a FM Millenium, aseguró que si bien es muy temprano para realizar evaluaciones, podría significar que no continúe el "sistema de bandas" implementado en los últimos días.
"Hay un tema cultural también. Caputo viene más del área de trading, de manejar bonos y no tiene mucho expertise en el área monetaria. Cuando se discutían temas monetarios o cambiarios, más técnicos, por ahí no se sentía tan cómodo. Puede haber habido diferencias de comunicación y de estilos que a veces pesan en estas cuestiones", agregó Kiguel.
"Cuando se recapitula la historia de esta corrida, se ve un desfasaje, que no estaba muy sincronizado Caputo con lo que se estaba haciendo en materia económica. Cuando asumió, después de la corrida de abril y mayo, faltaba mejorar la intervención del BCRA en el mercado de cambios y ni bien asume se quedó sin armas para intervenir. El acuerdo con el FMI lo limitaba muchísimo", explicó Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de la consultora Orlando J. Ferreres, en declaraciones a la radio La 990.
"La semana pasada habíamos visto que se firmaba un acuerdo con el FMI por otros USD 20.000. Y ahora se dice que es mucho menor. Los USD 20.000 millones para las necesidades que tienen el Estado era demasiado y la hipótesis es que USD 10.000 millones eran para financiar el estado y otros USD 10.000 para necesidades de intervención en el mercado de cambios", opinó Spotorno.
De acuerdo con su visión, no es bueno que no se pueda intervenir en el mercado cambiario y es poco probable que, a esta altura, el dólar siga subiendo. "Sin embargo, en la Argentina las cosas poco probables pueden pasar", advirtió.
Seguí leyendo