La exitosa licitación de Lecap, las nuevas que emitió ayer el Tesoro con tasa de interés capitalizable, vino con una sorpresa que marca el mejor clima que hay en los mercados con la Argentina. Sucede que una porción de la colocación fue suscripta en moneda dura, totalizando poco más de USD 900 millones. Es decir, hubo una interesante cantidad de inversores que optaron por vender divisas para pasarse a una inversión en pesos al 50% anual.
Como resultado, esas divisas irán directamente a las arcas oficiales y se contabilizarán en las reservas del Banco Central, que acumulan una caída cercana a USD 14.000 millones, una cifra muy cercana a lo que desembolsó el FMI hace tres meses.
El dato fue comunicado ayer por la secretaría de Finanzas a varios inversores que participaron de la transacción. La colocación de las nuevas Letras de ayer le permitió al Gobierno conseguir $107.000 millones, que permiten acelerar el cierre del programa financiero del 2018. Pero al mismo tiempo también representó una muy buena noticia en relación a la estabilidad cambiaria.
Esos pesos podrían haber presionado sobre el dólar luego de la licitación de Lebac del martes. Sin embargo, una buena parte de ese dinero liberado optó por quedarse en moneda local a una elevada tasa de interés en vez de comprar dólares, lo que minimizó las ventas del BCRA. Ayer, la autoridad monetaria vendió apenas USD 170 millones y consiguió bajar el tipo de cambio, que terminó en $40,12 en el promedio de bancos privados, pero descendió a $39,80 en Banco Nación.
La excelente licitación de Lecap le permitió al Tesoro conseguir más financiamiento para cerrar el año, pero además hará aumentar las reservas del Central porque hubo suscripción también con dólares
Los dólares que entrarán mañana también revelan que empiezan a aparecer inversores dispuestos a vender divisas para posicionarse en moneda local, algo que no sucedía hace varios meses. Y se trata de una señal, en el sentido que ven mayor estabilidad del tipo de cambio por delante y una buena oportunidad para volver a aprovechar el "carry trade", es decir ganancias en pesos mientras no se mueve el tipo de cambio. En la medida que esta situación se mantenga, es probable que haya muchos más interesados en posicionarse en pesos, algo que no sucedía hace mucho.
Esta semana las reservas cayeron hasta cerca de los USD 49.000 millones. Pero este ingreso de dólares podría impulsar nuevamente las reservas hasta la zona de USD 50.000 millones. Además, hubo mucha demanda por otros títulos en pesos que ajustan por CER (inflación minorista) y por BADLAR (tasa mayorista). Nuevamente, lo que impulsó esta demanda fue la expectativa de un tipo de cambio más estable por delante.
El cuadro de mejora financiera se completó desde varios frentes. Los bonos tuvieron subas cercanas que oscilaron entre el 2% y el 3% en dólares, lo que llevó el riesgo país a la zona de 625 puntos, lejos ya de aquel nivel de 780 puntos de hace un par de semanas. La expectativa de un pronto acuerdo con el FMI y de la aprobación del proyecto de Presupuesto 2019 en el Congreso entusiasmaron a los inversores.
Aparecen inversores que vuelven a apostar por el “carry trade” después de muchos meses. Es decir apuestan al negocio de altas tasas, con la expectativa de que el dólar se mantenga calmo
Y además de la mejora de los bonos y la caída del dólar se sumó la gran jornada en las acciones. El índice Merval trepó 3,15%, pero hubo acciones como la del Banco Francés que subió arriba de 15% en Wall Street. En general tanto bancos como energéticas tuvieron subas muy fuertes y se perfila una gran semana financiera, más allá de que aún restan dos jornadas para concluirla.