De los $400.000 millones en las Lebac que vencían ayer, el Banco Central solamente buscaba renovar $150.000 millones que estaban en manos de inversores privados, con el restante que se absorbe al ser parte de las tenencias de bancos o liberado al mercado. Es decir, como parte de su objetivo de desarmar el stock de deuda de corto plazo, la autoridad monetaria dejó que otros $150.000 millones volvieran a entrar a la economía.
Los $100.000 millones restantes en manos de bancos entrarán a Letras de Liquidez a 7 días o Notas del Banco Central a más de un año.
El resultado final fue un éxito para el Gobierno, renovando el total. Para lograr esto, el BCRA pagó una tasa del 45% anual para las letras de menor plazo (28 días), casi idéntica a la tasa implícita fue de 45,04% para los mismo instrumentos. Para las letras con vencimiento a 63 días, se pagó una tasa del 44,99%, y para la de más larga duración de 91 días, la tasa convalidada por el Central también fue 45 por ciento.
Permitir ese margen de tasas aunque ciertos operadores del mercado secundario notaban niveles por arriba fue posible por la recepción de una sobreoferta de $214.234 millones, lo cual el Central aprovechó para renovar el total de los $150.000 millones buscados.
Los súper martes de megavencimientos de la letra del Banco Central implicaban fuertes presiones sobre el tipo de cambio en momentos que los inversores estimaban que la depreciación futura sería mayor que las tasas ofrecidas. Analistas privados notan que la metodología actual del Gobierno de convertir esos pesos en deuda de corto plazo del Ministerio de Hacienda tiene sus peligros ya que a diferencia del Central, la cartera de Dujovne no puede emitir pesos o dólares para enfrentar los pagos.
El principal enfoque del área económica del Gobierno durante la rueda del miércoles era evitar una fuerte suba en el dólar producto de la presión adicional generada por semejante entrada de billetes al mercado cambiario. En este caso, explica el comunicado del Central, "la emisión del día de hoy libera $231.930 millones". Para evitar eso, recurrieron a una suba de encajes bancarios para que las entidades del sistema absorban $100.000 millones y a una licitación de Letras de Capitalización (Lecap) con tasas del 4% para enero de 2019 y 3,45% a un año.
Aún queda por ver el destino de los $150.000 millones "libres" que el Central permitió volver a circular en la economía, con una fuerte expectativa de que esos fondos se dirijan a las Lecap cuya licitación termina el miércoles.
Previo al vencimiento de esta semana, el stock total de Lebac llegaba a $545.000 millones en total. La prohibición a los tenedores bancarios de renovar las letras de las cuales son titulares es uno de los principales factores que aportan al desarme, como ocurrió en el vencimiento de hoy.
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