En agosto, los precios aumentaron un 3,9% respecto de julio. El dato es el más alto del año, pero de cumplirse las expectativas privadas, bien podría ser derrocado rapidamente por la inflación de septiembre.
Un mes donde los efectos tarifarios no van a ser un componente como lo fueron antes, septiembre se destaca por la primera transferencia a precios de los saltos en el tipo de cambio que se experimentaron en los últimos días de agosto. Es que la suba de 35% en el valor del dólar durante el mes pasado se concentró en la última semana, y el bajo nivel de consumo actual es tal que las empresas no pueden transferir el total de la devaluación a precios y terminan efectuando aumentos "en cuotas".
"En agosto lo que primó fueron aumentos regulados por las subas en tarifas de electricidad y transporte, además de combustibles", aseguró Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos. "Pero la aceleración en la suba del dólar los últimos diez días deja un arrastre bastante fuerte para septiembre".
El impacto de los bienes y servicios regulados sobre el nivel general de precios fue tal que superó ampliamente a los no regulados. En agosto, el aumento mensual en el rubro de regulados fue de 6,2%, casi el doble del 3,4% relevado para la inflación núcleo, la cual no toma en cuenta los efectos tarifarios.
Para el próximo mes, la dinámica es otra. "Vamos a ver el impacto pleno del salto cambiario, con lo cual esperamos una inflación cerrando en torno al 6% liderada por un fuerte componente núcleo con algunos aumentos de combustibles", indica Lorenzo Sigaut Graviña, economista jefe de Ecolatina.
"Perfectamente puede alcanzar ese registro" coincide Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis. "El episodio del cambio del dólar desde $30 a $40 fue importante, va a tener un impacto fuerte en un mes en el que el capítulo de regulados va a estar más tranquilo en comparación", comenta Zelpo.
Las expectativas privadas para septiembre se basan principalmente en la suba del dólar, con un componente adicional de aumentos en combustibles
"Se espera una aceleración de la inflación en este mes y en octubre, que tornará imposible una baja de las tasas de interés, al menos hasta fin de año", destaca el Informe Económico Mensual que la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad del Salvador publicó hoy.
El traslado a precios de las fluctuaciones del dólar históricamente se concentra en los alimentos y bebidas, y los relevamientos parciales en lo que va de septiembre ya indican que la cuota de este mes será particularmente fuerte. De acuerdo a datos de la consultora Eco Go, la primera quincena ya muestra aumentos de 4,6% en alimentos.
"Basándonos en la tendencia actual, el rango para septiembre actualmente está entre un 6% y un 7%, lo cual sigue siendo una tasa de transferencia bastante baja porque las empresas todavía tienen mucho stock que quieren vender y un aumento de precios más agresivos no es sostenible con el nivel actual de consumo", resume Federico Furiase, director de Eco Go.
Al mismo tiempo, la consultora ACM espera una inflación con un piso de 5%, basada principalmente "en los aumentos de naftas que se efectuaron en la primera quincena y alimentos producto del pasaje a precios de la devaluación de agosto".
El frente inflacionario no da señales de aflojar y, si bien parece que septiembre se quedará con el récord, la carrera hasta diciembre es larga y con más dudas que certezas.
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