"Lo que tienen que saber previo al ajuste". Así titula su último reporte Morgan Stanley, que le dedicó especial atención a la proyección futura de la economía local luego de las últimas semanas de agosto y los anuncios del Gobierno. A pesar de los nuevos anuncios para el frente fiscal, los analistas del banco de inversión creen que la devaluación de fines del mes pasado no será gratis.
Morgan Stanley espera "una recesión de 2,3% y una inflación de 41,4% para final de año". De cara al próximo, estiman una suba de 0,1% en la economía y una inflación que rondaría el 24 por ciento. Esto representa un cambio con respecto a las proyecciones anteriores de 0,8% de crecimiento del PBI para este año y de 1,8% para 2019.
Con los ojos puestos en las negociaciones en Washington para un potencial adelanto de los fondos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el informe destaca que las nuevas metas fiscales más estrictas y la negociación del Presupuesto 2019 deberían ayudar al país a obtener un buen resultado en ese frente.
Con la implementación de las retenciones a las exportaciones, que desde l banco consideran "un pedido de muchos líderes opositores", el Gobierno ahora "debería encontrar suficiente apoyo [político, de la oposición] para enviar un proyecto de ley para el Presupuesto 2019 al Congreso acordado previamente" con toda la clase política.
En el frente externo, la devaluación corregiría uno de los desequilibrios que Morgan Stanley consideraba más alarmantes. "Antes de que la corrida empezará en abril, nuestro modelo estaba apuntando a un déficit de cuenta corriente de USD 35.000-40.000 millones", explica el informe. Pero luego del salto en el tipo de cambio, esas proyecciones cambiaron a un déficit de USD 27.000 millones, e incluso estiman que el año próximo vería un balance positivo de 11.000 millones de dólares.
Otro punto en el que el banco espera noticias positivas para 2019 es el cumplimiento de la nueva meta fiscal. Estiman que el Gobierno va alcanzar "la meta del 2,6% de déficit primario y debería cumplir con el objetivo del año próximo de una cuenta fiscal primaria balanceada".
Tres escenarios
El análisis compuesto por el área de investigación de Morgan Stanley indica que manejan tres escenarios. En el de "base", se descuenta que se harán los desembolsos del FMI y habrá un acuerdo político para el Presupuesto 2019, con lo cual a pesar de cierta volatilidad cambiaria adicional, el Gobierno pasará la recesión "manteniendo limitados los riesgos alrededor de la gobernabilidad y el descontento social".
En el escenario que definen como "Bull", o positivo, asumen "una estabilización rápida de la moneda luego del apoyo del FMI, un panorama de emergente más benigno y elecciones en Brasil que llevarán a una profundización de políticas promercado", todas sumándose para generar un crecimiento más fuerte.
Finalamente, en el supuesto "Bear", a la baja, los analistas de MS ven "depreciación cambiaria adicional a medida que no se recupera confianza, lo que lleva a crecientes riesgos de gobernabilidad, que a su vez se traducen en un mix de políticas potencialmente más heterodoxas". Debido a esto, la consolidación fiscal hacia un equilibrio primario se frenaría y "el financiamiento del FMI está en mayor riesgo".
Dudas sobre el default
Respecto a la posibilidad de un eventual default, que se traducida en una mayor actividad en los seguros de deuda (CDS por sus siglas en inglés), el informe expresa que el mercado "sobrestima la chance de un default". La lógica indicada por el banco describe a las necesidades de corto plazo como cubiertas por el fondeo del FMI, mientras que en el largo plazo las medidas tomadas implicarían que quien asumirá la presidencia a principios de 2020 tendría un déficit primario balanceado.
En otro aspecto vinculado al financiamiento del Gobierno, el informe también dedica un apartado al rolleo de Letes que se asume en el plan oficial. Del stock actual de USD 17.600 millones, USD 11.000 vencen en 2018. El porcentaje supuesto por el Gobierno es de 60% este año y 100% el próximo para los tenedores del sector privado.
El problema empieza, de acuerdo al informe, porque "un riesgo es que el mercado ya está claramente diferenciado entre los riesgos pre y post electorales". "Por lo tanto, una vez que entremos en 2019, puede que sea más costoso emitir Letes con plazos de nueve meses y más largos", agrega el reporte.
Ese costo de financiamiento también se relaciona en un impacto en la deuda soberana. Dado que MS estima que 70% de la deuda está en moneda extranjera, la reciente devaluación implica un cambio en la relación deuda/PBI. Sin embargo, hay ciertas salvedades para tomar en cuenta, ya que con "46,2% de la deuda total en manos del sector intrapúblico", el Gobierno de Cambiemos cree que la deuda neta será de "31,9% del PBI".
Morgan Stanley describe que este punto es importante porque este tipo de deuda se renueva más fácil y gran parte de ella "paga intereses muy bajos".
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