Para Bloomberg, la mala comunicación del Gobierno hizo colapsar la moneda argentina

La agencia de noticias financieras más importante del mundo publicó un minucioso análisis sobre "la crisis cambiaria que está profundizando la recesión"

Los ministros Luis Caputo y Nicolás Dujovne en una reunión de ministros de economía y presidentes de bancos centrales del G20 (Foto: Nicolás Stulberg)

Tras una semana en la que los vaivenes de la economía argentina tuvieron en vilo a los mercados del mundo, la prestigiosa agencia Bloomberg -la más importante del mundo financiero- publicó un minucioso análisis de la crisis cambiaria bajo el título "Cómo la pobre comunicación alimentó el colapso del peso argentino" (How Poor Communication Fed Argentine Peso's Collapse), un artículo en el que los periodistas Patrick Gillespie y Jonathan Gilbert sostienen que el gobierno de Mauricio Macri tiene "una comunicación inconexa y vaga", que tuvo "mala suerte" y que "llevó adelante políticas confusas".

La nota de Bloomberg, firmada por Gillespie y Gilbert, considera que Macri enfrenta un acto de balanceo entre ajuste fiscal y capital político

Según explican Gillespie y Gilbert, la crisis cambiaria "está llevando a Argentina a una recesión más profunda" y "la falta de una estrategia clara y consistente en la segunda nación más grande de América del Sur está causando que los inversionistas y el público pierdan la fe en el gobierno del presidente Mauricio Macri".

El artículo publicado por Bloomberg, que Infobae reproduce a continuación, responde a ocho interrogantes en torno a la crisis que esta semana llegó a ubicar al dólares estadounidense por encima de los $40.

Cómo la pobre comunicación alimentó el colapso del peso argentino

Una crisis cambiaria está conduciendo más a la Argentina hacia una recesión. El peso está abajo más de 50% en lo que va del año, compitiendo con la lira turca en una carrera hacia el fondo como la moneda de peor rendimiento en mercados emergentes. Una medida de emergencia del Banco Central, subiendo las tasas de interés a 60% desde 45%, no paró la estocada del peso. Tampoco lo hizo la venta de reservas. Los analistas dicen que la falta de una estrategia clara y consistente en la segunda nación más grande de Sudamérica está causando que los inversores y el público pierdan fe en el gobierno de Mauricio Macri.

1. ¿Por qué el peso argentino está colapsando ahora?

Aunque los problemas económicos de Argentina se han estado construyendo desde hace un tiempo, el reciente colapso fue desatado por una comunicación inconexa y vaga por parte de los líderes electos. En la mañana del 29 de agosto, Macri dijo que el Fondo Monetario Internacional había aceptado hacer expeditos los pagos de dinero a Argentina como parte de una línea de crédito de USD 50.000 millones. Pero funcionarios del FMI no hicieron comentarios durante varias horas, y el gobierno de Macri no proveyó detalles respecto de tiempos y montos. Eventualmente, el FMI solamente dijo que consideraría el pedido de Argentina de acelerar desembolsos. La directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, se reunirá con el ministro de Hacienda del país, Nicolás Dujovne, el martes para discutir revisiones del acuerdo.

2. ¿Cómo llegamos hasta acá?

Una mezcla de mala suerte, mala comunicación y políticas confusas han sumergido el peso en 2018. El Banco Central inesperadamente cortó tasas de interés en enero a pesar de no haber señales de que la inflación estaba desacelerando. Eso generó preguntas respecto de si la administración de Macri estaba controlando la política monetaria, a pesar de que públicamente decía que el Banco Central era independiente. Luego, una sequía histórica arruinó la mayor exportación del país, la soja. Alzas en tasas de interés de Estados Unidos y ventas de mercados emergentes en mayo y agosto se combinaron a los problemas de Argentina. Y los argentinos no parecen convencidos de que Macri tenga la voluntad política de bajar el gasto de forma más rápida y cubrir los pagos de deuda antes de las elecciones del año próximo.

3. ¿Es posible un default?

A pesar de las preocupaciones que existen entre algunos desgastados argentinos, el país no está mirando a la cara otro 2001 y no debería defaultear en ningún tiempo cercano, de acuerdo con Martín Vauthier, un economista en la consultora Eco Go basado en Buenos Aires. Eso se debe a que su cronograma de pagos es manejable a lo largo del próximo año y mucha de la deuda es en pesos, no dólares, dijo.

4. ¿Es esto similar o diferente a Turquía?

Los desafíos son similares pero las políticas son el día y la noche. Ambos países tienen altos déficit fiscales y grandes cantidades de deuda denominadas en dólares. Pero mientras el presidente turco Recep Tayyip Erdogan tiene una visión económica poco ortodoxa, Argentina siguió la receta de aumentar tasas de interés, vender reservas y cortar el gasto más rápido. Sin embargo, los mercados están tomando una visión más tenue en Argentina basados en los fundamentals, escriben Tom Orlik y Felipe Hernandez de Bloomberg Economics. Ellos notan que "Argentina tiene un déficit fiscal más grande y una mayor inflación que Turquía".

5. ¿Cúal es el rol del FMI en todo esto?

Se suponía que a línea de crédito de USD 50.000 millones que le extendió a Argentina en junio aliviará las preocupaciones de los inversores sobre los grandes déficits y la carga de la deuda. No funcionó, ya que el peso continuó declinando. El FMI planeaba desembolsar el dinero gradualmente a lo largo de este año y el próximo, antes de que Macri pidiera mucho o todo del mismo de frente. Aunque la directora gerente Lagarde continúa expresando apoyo a Macri, el FMI es una institución profundamente impopular en Argentina. Le prestó miles de millones al país en diciembre del 2000 pero no vino al rescate cuando Argentina defaulteó USD 95.000 millones de deuda en 2001 -en el momento, el default más grande de la historia por un país-. El default llevó a una crisis económica sin precedentes, borrando un quinto de la economía y causando que la pobreza volara. Es por esto que la decisión de Macri de volver al FMI ha sido recibida pobremente en Argentina.

6. ¿Qué más se puede hacer para contener el peso?

Con la tasa de interés de referencia ahora en 60%, la más alta del mundo, Argentina debe girar a métodos menos convencionales para remover dinero del mercado. El Banco Central ha vendido miles de millones en dólares en subastas para defender la moneda, pero eso no ha hecho demasiado bien. Lo que Argentina verdaderamente necesita, si va a evitar que traders huyan de su moneda, es un rápido estrechamiento del déficit presupuestario. Entrando a este año, Macri buscó recortar el gasto de manera gradual. "Un shock de ajuste fiscal", escribió Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, es "el antídoto para la pérdida de confianza del mercado".

7. ¿Dónde está parado políticamente Macri?

Sus índices de aprobación llegaron a un nuevo piso en agosto, de acuerdo con el índice clave publicado por una universidad en Buenos Aires. Y enfrenta una difícil decisión. Necesita recortar el déficit presupuestario más rápido para poner a los mercados de su lado, pero la austeridad probablemente enoje a votantes que ya sienten el dolor de una inflación que está erosionando salarios. La gran pregunta es si Macri puede conseguir que el Congreso le apruebe un proyecto de presupuesto para 2019 con apoyo opositor, luego ejecutarlo sin provocar una agitación social generalizada antes de las elecciones nacionales programadas para octubre de 2019, durante las cuales Macri planea lanzarse para otro período.

8. ¿Por qué parece que Argentina está siempre en crisis?

Es un país de amplios recursos naturales pero una historia de pobre gobernanza. La polarización política a lo largo de décadas y una tendencia a elegir soluciones de corto plazo han llevado a Argentina a ciclos de auge y debacle. El default de 2001 que hundió a millones en la pobreza siguió a un exitoso período en los 90, cuando un peso valía un dólar, que muchos economistas del momento decían era una política insostenible. Estos días, un dólar equivale a 38 pesos argentinos. La crisis del 2001 luego fue seguida por años de fuerte crecimiento económico impulsado por un boom global en productos básicos.

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