El plan del Gobierno para diferenciarse de Turquía: acordó con el FMI hacer una venta millonaria de reservas para eliminar las Lebac

En las próximas ruedas el Banco Central pondrá a disposición un total de USD 3.000 millones solo para inversores no bancarios. Y repetirá la operación hasta noviembre

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Luis Caputo (Adrián Escandar)
Luis Caputo (Adrián Escandar)

El Gobierno decidió jugar a fondo para diferenciar a la Argentina de Turquía, en medio de la fuerte crisis que atraviesa ese mercado. El plan es básicamente eliminar en el cortísimo plazo todo el stock de Lebac, que suma $950.000 millones. Y la única forma de conseguirlo es, como adelantó ayer Infobae, a través de una fortísima venta de reservas por parte del Banco Central.

La entidad anunció que subastará este martes un monto total de USD 500 millones bajo las mismas condiciones utilizadas en las subastas anteriores, que hasta ahora se realizaban a cuenta del Tesoro.

La decisión consensuada con el FMI partió de una premisa: sacarse de encima un "pasivo tóxico" en el que se han transformado las Lebac. Su existencia, razonan, genera zozobra cada vez que hay una licitación en el mercado cambiario, pero además tienen un rendimiento imposible de afrontar, en torno al 46% anual en pesos ahora y que hace imposible su refinanciación.

El plan es básicamente eliminar en el cortísimo plazo todo el stock de Lebac, que suma $950.000 millones

"Nos sobran las reservas y es el momento de usarlas", explican desde el BCRA. Además, señalan que la venta de dólares generará una ganancia millonaria, al mismo tiempo que eliminarán un pasivo que tiene una elevada tasa de interés. "Son dólares que compramos a $17 y ahora vamos a salir a vender a $31".

El plan fue consensuado por el titular del Central, Luis Caputo, con los técnicos del FMI, tal como adelantó ayer Infobae. Para eso, se solicitará un waiver, es decir una dispensa que permita a la entidad utilizar más reservas que lo previsto originalmente.

En forma paralela, se realizaron otros anuncios: el ministerio de Hacienda dejará de licitar diariamente los USD 50 millones como lo venía haciendo hasta la semana pasada (ya tiene mucha liquidez excedente en pesos) y el BCRA incrementó la tasa de referencia del 40% al 45%.

Macri y Lagarde, en la cumbre del G7 en Canadá
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Estos serán los pasos de la jugada que tendrá lugar mañana:

El Central no permitirá que los bancos renueven sus Lebac. Solo podrán comprar títulos de liquidez de cortísimo plazo (Leliq) o Nobac, o sea títulos a más de un año de plazo con tasa de interés en pesos variable.

Los emisores no bancarios no podrán renovar sus Lebac en forma total. Aquí se incluyen desde fondos comunes de inversión hasta individuos. Como recibirán pesos el Central saldrá mañana a licitar dólares (es decir por afuera del mercado cambiario, como lo venía realizando Hacienda en los últimos dos meses).

Con este plan, las Lebac pasarán a ser historia en cuatro meses. Los bancos tendrán en su poder Leliq o Nobac (a más de un año), mientras que los no bancarios habrán optado por  dólares, plazo fijo, títulos públicos u otra opción

– En esta primera etapa, el BCRA no renovará Lebac por el equivalente a $100.000 millones. Esto significa que tendrá que ofrecer unos USD 3.000 millones para todos aquellos que busquen dolarizarse. Obviamente el inversor tendrá otras opciones, desde realizar un plazo fijo hasta comprar Letes u otros títulos pero ya emitidos por el palacio de Hacienda. "Esperamos que solo un tercio elija la opción del dólar", señalan desde la entidad, confiando en que la divisa ya está muy alta.

– Como hay unos $450.000 millones en Lebac en manos de inversores no bancarios (casi la mitad del stock total), este proceso se terminará en cuatro meses.

– Con este plan, las Lebac pasarán a ser historia en cuatro meses. Los bancos tendrán en su poder Leliq o Nobac (a más de un año), mientras que los inversores no bancarios habrán optado por otras opciones en el camino: comprar dólares, o realizar un plazo fijo, como títulos públicos o cualquier otra opción.

En el Gobierno consideran que se trata de un negocio redondo: usan reservas adquiridas casi a la mitad del precio actual y se sacan de encima un pasivo que resultaba imposible de controlar, aún luego de la devaluación que licuó el valor en dólares de las Lebac.

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