Así como la desigualdad en los ingresos aumentó desde los años 90, tanto en la Argentina como en América Latina la movilidad social se estancó. Eso significa que menos gente en la parte inferior de la pirámide social ha podido ascender mientras los más ricos han mantenido sus grandes fortunas.
"Esto tiene graves consecuencias sociales, económicas y políticas", concluyó un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
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Un estudio del organismo, titulado "¿Un elevador social descompuesto? Cómo promover la movilidad social", afirma que, considerando los actuales niveles de desigualdad y la movilidad intergeneracional de los ingresos, el niño de una familia pobre necesitaría en el promedio de los países de la OCDE por lo menos cinco generaciones para alcanzar un nivel medio de ingresos.
En el caso de la Argentina, dicho período para salir de la franja social pobre se extiende a seis generaciones, al igual que Chile. En el caso de Brasil ese lapso se estira a nueve generaciones, y para Colombia abarca a once.
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El contraste con el mundo desarrollado es notorio. En los países nórdicos demanda de dos a tres generaciones frente a nueve o más generaciones en algunas economías emergentes.
El informe de la OCDE grafica este estancamiento en materia social. Uno de cada tres niños con un padre que percibe bajos ingresos también tendrá bajos ingresos, mientras que para la mayoría de las otras dos terceras partes, la movilidad ascendente se limita al grupo de ingresos próximo.
MOVILIDAD DE INGRESO A TRAVÉS DE LAS GENERACIONES
Gabriela Ramos, directora de Gabinete de la OCDE y Sherpa ante el G20, comentó que "demasiadas personas sienten que se están rezagando y que sus hijos tienen muy pocas oportunidades de salir adelante".
"Debemos asegurarnos de que todos tengan la oportunidad de triunfar, sobre todo los más desfavorecidos, y que el crecimiento se vuelva verdaderamente incluyente", añadió Ramos, también supervisa la Iniciativa de Crecimiento Inclusivo de la OCDE.
En las economías de América Latina hay gran desigualdad de ingresos y, a la vez, poca movilidad social
La especialista señaló que las perspectivas de movilidad salarial entre las generaciones suelen ser más desfavorables en los países donde la desigualdad en los ingresos es alta y más favorables en los países con menos desigualdad. "En los países nórdicos se combinan la poca desigualdad y la alta movilidad, mientras los latinoamericanos y algunas economías emergentes tienen una gran desigualdad, pero poca movilidad".
La OCDE apuntó que "la movilidad salarial fue una realidad para muchas personas nacidas entre 1955 y 1975 de padres con bajo nivel educativo, pero se estancó para los que nacieron después de 1975″.
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Por eso, la entidad insta a que los países establezcan políticas que brinden a todos la oportunidad de tener éxito, a través de un aumento de las inversiones en educación (sobre todo a temprana edad), a la salud y a la familia que "crearían condiciones más justas para los niños desfavorecidos y moderaría el impacto de las privaciones financieras en el futuro".
Entre las políticas públicas, mencionó aquellas que permiten "acceder a viviendas asequibles de buena calidad y transporte, así como una mejor planificación urbana también contribuirían a reducir las divisiones regionales y las concentraciones de hogares desfavorecidos en las ciudades".
En cuestiones fiscales, recomienda reducir la evasión de impuestos sobre herencias y donaciones, y diseñar sistemas tributarios progresivos con tasas adecuadas y exenciones reducidas mejorarían la movilidad social.
También recomendó "fortalecer las medidas de protección social y los programas de capacitación, así como vincular los derechos de protección social con los individuos, no con los empleos, ayudaría a las personas (sobre todo a quienes ganan poco) a sobrellevar la pérdida de su trabajo".
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Conocida como el "club de los países ricos", la OCDE es una entidad de cooperación internacional compuesto por 37 estados, con el objetivo de coordinar políticas económicas y sociales. Sus integrantes intercambian información y armonizan políticas con el objetivo de maximizar su crecimiento económico y colaborar a su desarrollo y al de los países no miembros.
Argentina fue aceptada como candidata a ingresar a la organización, aunque podrían pasar tres años hasta ser incorporada como miembro, según los estándares instituidos. Los países de la OCDE representan el 70% del intercambio comercial del mundo y el 80% del PBI global.