Mientras que el panel Merval de acciones líderes perdió casi 9% en las pasadas tres ruedas y los títulos públicos se desplomaron, para llevar al riesgo país a su cifra más elevada en tres años, en el mercado de cambios se experimentó un rebrote de la "turbulencia" financiera.
Después de avanzar 20 centavos el miércoles, el precio del dólar sumó otros 47 centavos (+1,7%), a $28,70 en el promedio de venta al público, el valor más alto en más de un mes.
El repunte del dólar también se registró en el mercado mayorista, donde se transó al cierre a $28,11, con ganancia de 46 centavos (+1,7%). Obedeció a una mayor demanda de divisas como cobertura, en momentos en los que el Ministerio de Hacienda decidió reducir a USD 50 millones su provisión diaria para apuntalar la oferta.
Este jueves el precio promedio de corte de la oferta oficial se ubicó en $28,025, con un mínimo precio adjudicado de 28,02 pesos.
El monto operado en el segmento de contado (spot) permaneció por muy debajo del promedio registrado antes de la corrida: USD 474,4 millones. En futuros se negociaron USD 630,6 millones en el ROFEX, más otros USD 78,9 millones en el Mercado Abierto Electrónico (MAE).
Los contratos de dólar futuro (en pesos, pero atados al tipo de cambio) para fin de mes terminaron a $28,81, y para diciembre de 2018, a 32,32 pesos.
Por otra parte, el Banco Central, que mantuvo los encajes bancarios y las tasas de referencia en el 40% anual, consiguió con este endurecimiento monetario mantener inamovible el precio de la divisa por un mes. Pero con una inflación en torno al 3% mensual, un dólar quieto vuelve a posicionarse como una apuesta atractiva.
Para el economista Gustavo Ber, "la política económica no puede dar espacio a regresar a otra etapa de atraso cambiario por el elevado desequilibrio externo".
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El escándalo de los "retornos" en efectivo provenientes de fondos de la obra pública, que fluían a través de un riguroso esquema acordado entre funcionarios y empresarios, registrado con asombroso detalle en los cuadernos del chófer oficial Oscar Centeno, contribuyó a incrementar la incertidumbre de los inversores, en una ya atribulada plaza doméstica por la corrida cambiaria de mayo y junio.
"La falta de confianza de los inversores, acentuada recientemente por los ruidos políticos, continúa profundizando el deterioro de las cotizaciones de los activos domésticos, tendencia que resulta crucial que las autoridades logren revertir a corto plazo, toda vez que el riesgo país ya supera los 600 puntos básicos y ello aleja cada vez más el regreso al crédito externo", comentó el analista del Estudio Ber.
En este marco, el Gobierno recibió otra mala noticia: a pesar de una sensible alza de las tasas, logró renovar apenas 54% de los vencimientos de Letras del Tesoro (LETES). Colocó USD 430 millones a un plazo de 182 días.
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El Ministerio de Hacienda recibió órdenes por USD 532 millones, de los que se adjudicaron USD 430 millones a un precio de corte de USD 975,70 por cada 1.000 dólares, lo cual representa una tasa nominal anual de 4,99%, cuando hace dos semanas se habían pactado una tasa de 3,75% por el mismo plazo. Los títulos emitidos esta semana tienen como fecha de vencimiento el 8 de febrero de 2019.
"La tasa en pesos y el apretón monetario pierde sentido cuando sube tan fuerte la tasa en dólares y el riesgo soberano", dijo a Reuters un agente financiero.
La cartera que conduce Nicolás Dujovne usa este tipo de licitaciones para regular la liquidez del mercado, ya que muchos inversores buscan refugio en instrumentos en dólares para cubrirse de un eventual salto cambiario y del retroceso de acciones y bonos. Además es una alternativa para obtener financiamiento en el mercado interno, dado que el elevado riesgo país impide colocar deuda en el exterior aunque, claro, a plazo muy corto.
En los próximos doce meses, el Gobierno deberá afrontar el vencimiento de LETES por casi 15.000 millones de dólares.
Para Matías Roig, director de Portfolio Personal, "lo ideal sería que el Gobierno pudiera tomar deuda en un plazo más largo, y que sea en moneda local".
"Cuándo y cómo tomar deuda va a depender en algún momento si de acá a marzo, abril del año que viene, se vuelve a abrir el mercado internacional. El objetivo seria ir por un bono de más largo plazo, pero por ahora el mercado externo para bonos argentinos sigue cerrado", acotó Roig.