Los datos relevados por el indicador IBIM-OJF reflejaron para el mes de junio una caída de la inversión de 6,2% interanual medida en términos de volumen físico (descontando el efecto de los precios), acumulando de esta manera una suba de 5,2% para el primer semestre del año.
De esta forma, la inversión representó el 19,2% del PIB medido a precios constantes. Medido en dólares, en junio se invirtieron 6.761 millones de dólares.
Maquinaria y equipos: Este apartado registró durante el mes de junio una fuerte caída de 12% al comparar con igual período del año pasado. El impacto se produjo en la comercialización de vehículos tanto livianos como pesados, anotando bajas de 45,3% y 29,5% anual respectivamente. Asimismo, la inversión en equipos durables de producción nacional mermó 12,7%, mientras que los importados perdieron 11,3% anual.
Construcción: La construcción continúa en un proceso de desaceleración; anotó para el sexto mes del año un avance de apenas 0,1% anual, acumulando para los primeros seis meses del año un avance de 4,5 por ciento.
Conclusión: El primer semestre de 2018 comenzó con un buen nivel de inversiones, que luego fueron retrocediendo por las turbulencias financieras que se observaron desde abril, y cerrando en junio con una considerable caída. En este sentido, los sectores que a principios de año empujaban la inversión, como la construcción y la comercialización de vehículos, han visto mermar su actividad en un contexto recesivo.
Un similar pero más abrupto proceso se pudo observar en la evolución de las cantidades importadas de bienes de capital, las cuales pasaron de mostrar crecimientos de 22,4% en abril, y 4% en mayo, a una caída de 11,5% interanual en junio.
Para los próximos meses habrá que sumar a las debilidades actuales que muestra el panorama macroeconómico una base de comparación muy alta, ya que entramos a contrastar con los mejores meses del año pasado en esta materia, por lo que las perspectivas del indicador no resultan alentadoras para este año.