En junio, las expectativas de inflación se cumplieron. Las del sector privado, por que la meta ya abandonada del 15% quedó fuera de toda estimación. El aumento de precios fue de 3,7% en junio, según el Indec.
La medición, la más alta del año, marca el mes en el que se ve reflejada con mayor fuerza la transferencia a precios de las turbulencias cambiarias que vienen ocurriendo desde abril. En promedio, las consultoras privadas habían comunicado al Banco Central que esperaban una inflación del 3,3%.
Con el dato de hoy, la inflación acumulada en 12 fue de 29,5%, y en los seis meses del año 16%, 1 punto porcentual por arriba de la meta anual que había planteado el Gobierno en diciembre.
Si bien la cifra supera la meta de inflación originalmente comunicada en diciembre, todavía deja cierto margen para maniobrar de cara al objetivo para fin de año pactado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, de 27 por ciento.
De acuerdo al organismo estadístico, los rubros que vieron una mayor suba de precios fueron Trasporte, 5,9%, y Alimentos y bebidas no alcohólicas, 5,2%. Eso coincide con el análisis de los privados que apuntaban a los aumentos en naftas, prepagas, además de la primera transferencia fuerte a precios.
El dato final se encuentra por debajo del rango superior de los datos preliminares de algunas consultoras. Previamente, Elypsis calculaba una inflación de 3,8%, mientras que Orlando Ferreres y Asociados estimaba una de 3,9 por ciento.
Normalmente podría plantearse que el 3,7% representa un arrastre estadístico muy fuerte difícil de sacarse de encima en lo que queda del año, pero de acuerdo al último relevamiento del Central entre los principales consultores del país, la fuerte caída en el consumo privado durante la segunda mitad del año recortará en cierta medida aumentos de igual o más magnitud que el dato de junio.
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