La harina, juntos a otros productos como las pastas, las gaseosas y la leche, lidera los aumentos de precios en lo que va del año. En el caso de la harina, por ejemplo, el promedio de subas entre las distintas marcas alcanza más del 80% desde enero hasta ahora. Y si se comparan los precios vigentes en junio con los de mayo, el mes anterior, las mayores subas, por encima del 10%, fueron para las magdalenas (37,6%), la harina (27,9%), los chocolates (15,5%), los insecticidas (13,3%) y las pastas secas.
Los datos corresponden a un relevamiento realizado por la consultora Focus Market a través de los lectores de los puntos de venta (Scanntech) de más de 500 autoservicios, supermercados y otros locales de todo el país. Se relevó la evolución de precios de 100 categorías de productos.
En el top ten de las categorías de productos que más aumentaron en el año —de enero a junio— son harina (83%), pastas secas (33,3 %), polentas (29,3%), helados (24,8 %), insecticidas (23,4%), sopas (23,3%), té (22,9%), tapas de empanadas (22,9%), pastas frescas (20,8%) y mayonesas (18,7%). Otros productos con altos incrementos en sus precios fueron las gaseosas y la leche, con subas de 13%.
La inflación de junio sería la más alta de 2018, ya que reflejará el impacto de la devaluación y de las subas en los precios de combustibles y transporte
"Mayo y junio van a ser los meses más bravos en cuanto a incrementos de precios. La devaluación del peso pegó mucho en categorías como las harinas. Hay muchos aumentos entre mayo y junio que estuvieron por encima del 5%", explicó Damián Di Pace, titular de la consultora, que aclaró que los porcentajes corresponden a un promedio entre los distintos productos de una misma categoría. "Algunos aumentaron más y otros menos", advirtió.
Los alimentos que contienen harinas, y que están entre los que más aumentaron sus precios, tienen un 35% de participación sobre el total de productos que se ofrecen en las góndolas. Con categorías como golosinas, galletitas, pastas o tapas para empanadas
"Contribuyen negativamente varias situaciones para que la aceleración de precios se siga produciendo. La contracción de la demanda por la pérdida de poder adquisitivo, los aumentos de las tarifas en los hogares y las categorías que ya están en su techo. Salvo bebidas alcohólicas y sin alcohol, productos frescos y snacks, que tienen un crecimiento de consumo en contexto de caída", señaló Di Pace.
Y advirtió sobre otras variables que pueden seguir impactando en precios como, por ejemplo, que el tipo de cambio no siga con un valor constante o que se trasladen los costos del aumento de los combustibles y de las tarifas que paga el sector industrial, que "viene con rezago y aún no se pudo derivar a precios".
El Indec difundirá el martes los datos de la inflación de junio, que podría ubicarse cerca del 4% por el impacto de la devaluación en el precio de los alimentos, más aumentos en las naftas y el transporte.
Según las últimas estadísticas oficiales, la inflación de mayo de este año fue del 2,1% y acumuló 11,9% en los primeros cinco meses. La inflación núcleo, que excluye de la medición los precios regulados y los estacionales, fue en mayo del 2,7%, el valor más alto en lo que va de 2018.
Según las últimas estadísticas oficiales, la inflación de mayo de este año fue del 2,1% y acumuló 11,9% en los primeros cinco meses
En los últimos días, varias consultoras privadas difundieron sus pronósticos de inflación: Eco Go estimó que la suba, en junio, se ubicará entre el 3,5% y el 4%; por su parte, LCG proyectó un piso de 3,2%. Para el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET, que depende de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo) la inflación se junio se ubicará en el 3,5%, como consecuencia de la "corrida cambiaria", las subas en los precios de las naftas y en la cuotas de la medicina prepaga.
De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) difundido recientemente por el Banco Central, las proyecciones de los analistas indican una inflación para junio de 3,3%. Según ese informe, la tasa de inflación se reduciría a 2,5% en julio, 2,1% en agosto y 1,8% en promedio en el último cuatrimestre del año.
En todos los casos, la inflación de junio sería la más alta de 2018, ya que reflejará el impacto de la devaluación y de las subas en los precios de combustibles y transporte.
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