Para salir a combatir la volatalidad cambiaria que preocupó la semana pasada, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, convocó al gabinete económico para reafirmar el compromiso de que "la prioridad absoluta hoy es la reducción del déficit fiscal", según trascendió oficialmente. La reunión se realizó en el quinto piso del palacio de Hacienda y tuvo como segundo objetivo fortalecer la figura del ministro.
Los voceros del área dijeron que "se acordó que no habrá en ninguno de los ministerios medidas con costo fiscal hasta el cierre del presupuesto 2019" y que "los ministros se comprometieron a acomodar todos sus programas poniendo el foco en la prioridad fiscal y las metas comprometidas en el programa de Gobierno", expresadas en la Carta de Intención firmada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los "ministros harán un esfuerzo pensando en las políticas de cada uno de sus ministerios, pero la prioridad uno es la baja del déficit programado", se insistió, buscando un mensaje explícito en ese sentido que ayude a recuperar la confianza cuestionada.
A la reunión de gabinete económico que coordinó Dujovne se sumaron los ministros de Energía, Javier Iguacel; de Producción, Dante Sica; de Turismo, Gustavo Santos; de Transporte, Guillermo Dietricht; de Agroindustria, Luis Etchevehere; de Modernización, Andrés Ibarra; de Trabajo, Jorge Triaca; además de los viceministros de Gabinete, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana y el titular del ANSES, Emilio Basalvibaso.
En Casa Rosada, la actividad arrancó a las 9:30 con una reunión de coordinación que tuvo los protagonistas habituales: Mauricio Macri, Marcos Peña y Rogelio Frigerio, a la que se sumaron los ministros Dante Sica y Jorge Triaca. Fue imposible confirmar de qué se habló, pero la presencia de los ministros que llevan la relación con los empresarios y con los sindicalistas, respectivamente, hizo suponer que habrá una próxima convocatoria a esas columnas vertebrales de la actividad económica. Hay quienes suponen que, en realidad, solo se buscó coordinar la reapertura de paritarias que tendría lugar en el Ministerio de Trabajo.
El fin de semana el Gobierno estuvo muy activo pergeñando nuevos planes para limitar la volatilidad financiera y también hubo una atención especial a los rumores que circularon y que, según una fuente oficial, "crean un clima de incertidumbre que no es tal, ya que los problemas están limitados a un mercado muy chiquito", lo que haría inválido comparar con situaciones de crisis del pasado.
"Ahora no hay crisis serias como las que tuvimos en el pasado, son situaciones que pueden manejarse, que dependen más del cambio cultural que significa comprender que es otro tipo de gobierno, ni peronista ni radical, no actúa con autoritarismo ni con debilidad", explicó el vocero, consciente de que "la economía es un hueso duro de roer".
También se lamentó de la ansiedad de la opinión pública porteña. "Crecimos a 3,6% en el primer trimestre y parecía poco, todo lo que hacemos parece poco, pero logramos un respaldo internacional inédito en fondos y en celeridad, que le está dando a la Argentina una salvaguardia que permitirá superar la volatilidad".