Jackie Maubré, directora de Cohen SA, es una de las voces más respetadas del mercado financiero local. En los estudios de InfobaeTV explicó en detalle los distintos factores, domésticos y externos, que llevaron a la suba del precio del dólar de casi 60% en el primer semestre de 2018, y a la caída de las cotizaciones de acciones y bonos argentinos. Aquí sus definiciones:
POR QUÉ SUBE EL DÓLAR
Nosotros no estamos aislados del mundo. Es más, hemos decidido filosóficamente reconectarnos al mundo. Entonces, el Banco Central dice que tenemos un tipo de cambio flotante. Y también, dentro de los requisitos del FMI está que la moneda sea flotante ¿por qué? Porque tenemos una clara experiencia de lo que pasa cuando vos 'atás' artificialmente una moneda a la otra, una moneda débil a una moneda fuerte. Finalmente, eso es un artilugio que se puede usar temporalmente, pero que a través del tiempo hay que ir aflojando. Argentina dejó en su momento el peg, el 'uno a uno', lo sostuvo por muchísimos años, pero era un artilugio para salir de la hiperinflación mal utilizado. No queremos ni debemos volver a repetir eso.
Si las monedas internacionales respecto del dólar fluctúan, también la nuestra lo tiene que hacer y, entonces, tendremos que sufrir esos vaivenes. Argentina ha sufrido una devaluación muy importante en este último semestre. Entonces, luce que en Argentina ha llegado a un precio de equilibrio, un precio razonable, y escuchás a distintos economistas que pueden explicar por qué este precio es razonable. Las cuentas, las estadísticas nos dicen que éste es un precio razonable.
Si las monedas internacionales se siguen deteriorando respecto del dólar, la nuestra no va a estar exenta de eso. Este es un mundo dinámico, no hay una fórmula mágica que de diga 'el precio del dólar es tal'. La verdad es que está influido por nuestras propias expectativas internas, pero también por lo que pase con las monedas emergentes.
AUXILIO DEL FMI Y REGRESO AL ESTATUS "EMERGENTE"
Con el FMI se me ocurre una comparación médica: es como darle quimioterapia a un paciente. El paciente la va a pasar mal, se le va a caer el pelo. Ahora, finalmente la expectativa del médico que está administrando ese tratamiento de quimioterapia es que el paciente mejore. El paciente puede mejorar o puede que no. Depende de un montón de características que tenga ese paciente, del efecto que le hagan los remedios, una cantidad de componentes. El paralelismo es bueno en este caso: haber acudido al Fondo es utilizar un recurso que tiene el Gobierno para solucionar el problema del financiamiento. A cambio de ese recurso que estamos utilizando, pedirle al Fondo que nos preste plata, nos pone a serie de exigencias que si logramos implementar, muy posiblemente nos lleve a estar en una mucho mejor situación.
¿A qué apunta esa exigencia? ¿A la maldad del Fondo? No es una cosa mala: es una exigencia importante para que Argentina no tenga más déficit general, fiscal particularmente. Si logramos esto, Argentina ya no va a gastar más de lo que le ingresa y va a estar en una mejor situación económica general como para poder continuar su camino. Si no, siempre va a estar dependiendo del financiamiento interno y externo. Y este es un punto de debilidad que hemos visto a lo largo de toda la historia argentina.
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Entonces, el Fondo no es ni bueno ni malo. ¿Qué hacemos nosotros con esa receta? ¿Cómo reaccionamos ante ese remedio y si este tratamiento de alguna manera de quimioterapia? Digo quimioterapia, porque vamos a tener momentos de desaceleración y quizás de caída del PBI, pero la verdad es que si el lugar al que llegamos nos deja mejor parados, habrá valido la pena.
Sin dudas aquellos fondos que invierten en emergentes y que siguen un índice, que es el del MSCI, van a tener que incorporar a Argentina para seguir su benchmark, es una cuestión del reglamento de gestión del fondo ¿Lo tienen que hacer ya, en este minuto va a venir la plata? No necesariamente, pueden elegir el momento en el que ellos empiecen a invertir en Argentina. Ahora: esto va a pasar, más temprano o más tarde. Entonces la expectativa es que el volumen de operaciones en el mercado argentino se incremente a partir de este cambio de estatus. No es una cosa temporaria: antes era de frontera y ahora es emergente.
¿EN QUÉ INVERTIR?
Aquí la pregunta es si este es el momento de entrar, o no y hay que esperar porque todavía no se han acomodado los emergentes. Yo diría que nadie tiene una bola de cristal. Hace muchos años manejo activos financieros y, la verdad, hacer un pronóstico exacto y estar siempre con la razón es casi imposible. Diría que si uno tiene la convicción de que Argentina va a lograr su cometido, que las cosas en el país van a mejorar en el mediano plazo y que este volumen de dinero va a entrar en el tiempo, claramente hay que hacer una inversión en este tipo de activos de riesgo. Pero son activos de riesgo y no son para todo el mundo. Son acciones, son volátiles, pueden continuar cayendo un poco más, pero podemos empezar a armar la posición. Este es un momento de precios realmente muy bajos comparados a los que hemos tenido y vale la pena empezar construir ese portafolio ¿Querés invertir 100? En este momento invertí 30. Porque es un buen momento, los precios están muy deteriorados. Me parece que las probabilidades de que la trayectoria se profunda hacia abajo son mucho menores a que el mercado tenga un buen rendimiento.
Este es un momento de precios de acciones y bonos muy bajos comparados a los que hemos tenido
¿Cómo nos refugiamos en este entorno para que la gente esté tranquila? Mi experiencia y los números indican que el dólar es el lugar en el que la gente se siente más tranquila. Bueno, en la Argentina hay un montón de activos en dólares. Particularmente la curva de bonos soberanos es una curva con una variedad muy interesante, y el refugio natural en este momento es el AY24 (Bonar 2024) que es un bono que está rindiendo alrededor de 6% (anual en dólares) y que paga un excelente cupón dos veces al año. Mí me parece que ese puede ser un activo de refugio.
Más cortito y aún más conservador es algún fondo que invierta en Letras del Tesoro en dólares. Esos fondos rinden dólar más 4%, eso es estable, son fondos muy tranquilos y me parece que es una manera para que el inversor minorista pueda refugiarse. Pero, en general, la gente se siente cómoda en el dólar, sobre todo en estos contextos.
CAMBIO EN EL ESCENARIO INTERNACIONAL
Hay distintos componentes que están confluyendo en este momento. No todo es atribuible a la Argentina. Por supuesto que tenemos una gran parte de la responsabilidad en esto y tiene que ver con esta situación, esta foto de debilidad. ¿Debilidad en qué radica? Particularmente en que el país gasta más de lo que le ingresa y entonces esto genera una situación de estrés, porque recurrentemente necesita financiarse en el exterior y acudir a los mercados. Y en un momento en donde los mercados están decidiendo salir del riesgo y volcarse a activos de refugio –y hablo internacionalmente-, nosotros justo estamos necesitando financiamiento. Esa es la debilidad que tiene el país y nos expone particularmente a ser vulnerable en esta situación general.
Hay un cambio de fundamentals, muy importante conceptualmente, que está ocurriendo en este momento, y es el ingreso de la incertidumbre. Los inversores, evidentemente, ya no están tan confortables y sienten que el mundo no es tan predecible y tan estable como ese mundo extraordinario que vivimos a partir de la crisis del 2008, en donde los bancos centrales cumplieron una función muy importante de inyección de liquidez en todas las economías, para poder ponerlas en marcha nuevamente. Entonces gozamos de un mundo muy diferente al de los libros, al que habíamos estudiado nosotros, en que las tasas eran bajísimas, inexistentes, hasta negativas en Europa, algo excepcional en la historia económica y financiera global.
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Y estamos empezando a salir de ese mundo. Hay atisbos de inflación, las economías se estuvieron recuperando y, por supuesto, la de los EEUU fue la primera en recuperar. Entonces hay que empezar a corregir las tasas y esa bonanza de excedencia de dinero empieza a terminar.
Esta circunstancia un día tenía que terminar, porque no es un mundo normal en el que la tasa es 1 ó 2 por ciento. A esto, le estamos agregando una incertidumbre muy particular, que son todas las acciones del gobierno de los EEUU. Donald Trump es un factor disruptivo. En algún sentido es para bien: ha beneficiado a través de la trascendente reforma impositiva a las corporaciones locales estadounidenses. Pero también ha generado incertidumbres y algunas corporaciones están saliendo de sus sedes internacionales y volviendo a los EEUU. Y también al revés, como Harley Davidson, una empresa emblemática norteamericana que se va de los EEUU porque tiene una serie de acuerdos comerciales que tiene que ir cumpliendo y está más cómoda afuera.
Las exigencias del FMI son importantes para que la Argentina no tenga más déficit
Todo esto genera incertidumbre y es el enemigo número 1 de los mercados financieros en general. Entonces los inversores están dispuesto a los activos de refugio y esto es lo que estamos viendo: una salida de los emergentes y un ingreso a los refugios. Y nosotros estamos dentro de la categoría de emergentes y particularmente con esta foto de debilidad. Todo eso es un condimento malo. Y lo ves en el comportamiento de los activos.
Con los números estadísticos macroeconómicos no puedo sostener o fundamentar que haya un cambio económico tan grande que justifique esta caída de los mercados. Quizás es la mirada hacia el futuro, hacia adelante lo que hace que los inversores, queriendo anticiparse a lo que pudiera venir, están optando por los activos de refugio. No está claro lo que va a pasar y cómo será la salida de esta híper liquidez, esta 'híper paz', un mundo ideal en que todo subía y todas las acciones del mercado americano subían. Esto tampoco está en los libros. De golpe, todos se dieron cuenta del riesgo e hicieron este viraje a los activos de refugio.
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