El cuadro recesivo que desde abril comenzaron a registrar las estadísticas del Indec para el conjunto de la economía, y que el ministro de Producción, Dante Sica, y el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, proyectan hasta casi fin de año, no se corresponde con el panorama que transmiten las estadísticas laborales del Ministerio de Trabajo.
En el ya clásico encuentro con la prensa, en el que participó Infobae, el director nacional de Estudios y Estadística Laborales, José Anchorena, dio cuenta de que el total de empleados registrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino, con el agregado de los trabajadores que aportan a las cajas de jubilación provinciales no adheridas, se mantuvo en abril en torno al récord de 12,3 millones de personas.
En abril el empleo registrado se mantuvo en torno al récord de 12,3 millones que se alcanzó en noviembre de 2017
Significó no sólo un aumento de 206.900 puestos en blanco respecto del nivel de un año antes, sino también una leve aceleración de la tasa de incremento interanual a 1,7%, después de tres meses de desaceleración.
Excluidos los "monotributistas sociales", que se trata de la categorización de quienes reciben una asistencia del Estado con contraprestación de alguna tarea de baja calificación, que volvieron a sobresalir con un aumento de 7,4%, las franjas más dinámicas del mercado de trabajo registrado fueron en términos relativos la de ocupados en casas particulares, con un crecimiento del 4%, y la de monotributistas puros 3%; mientras que las de los asalariados privados se incrementó 1,7% y la de ocupados en relación de dependencia en la administración pública del total de país 1%. Sólo disminuyó la de autónomos, 0,5 por ciento.
Punto de inflexión del mercado de trabajo
Sin embargo, esa leve tonificación de la demanda de empleos, nuevamente más concentrada en el ámbito privado que en el sector público, no se trasladó a las expectativas netas de mayores contrataciones por parte del conjunto de las empresas para los próximos tres meses.
La leve tonificación de la demanda de empleos, nuevamente más concentrada en el ámbito privado que en el sector público, no se trasladó a las expectativas del conjunto de las empresas para los próximos tres meses
La Encuesta de Indicadores Laborales de mayo por parte del Ministerio de Trabajo arrojó una suave baja en la tasa de entrada, nuevos empleos y rotación en busca de un cambio superador, a 1,8% del total, a un ritmo de poco más de 21% de la nómina por año; también, aunque en menor medida, disminuyó la tasa de salida, a 2% en el mes.
José Anchorena destacó que "el leve saldo negativo de las expectativas de contrataciones de personal asalariado por parte de las empresas, en comparación con el nivel de abril, no fue acompañado con un aumento de los despidos y suspensiones".
El sondeo fue hecho entre el 1 y 20 de junio, esto después del inicio de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional por parte del gobierno nacional, con el propósito de encontrar un auxilio que permita doblegar la corrida cambiaria, y se les preguntó a las empresas: a) ¿Cómo se movieron las altas y bajas de personal en mayo? y b) ¿Qué espera para los próximos 3 meses en la variación de la nómina?
Esos datos se promedian y arrojaron para el último mes un "saldo neto de expectativas netas de empleo del 3,4%, resultado de la diferencia entre un 8,3% de empresas que esperan aumentar su dotación y 4,9% proyectan reducirla", dijo Anchorena.
Para el trimestre junio a agosto 8,3% de las empresas esperan aumentar su dotación y 4,9% proyectan reducirla
Según el experto, en el análisis de las estadísticas laborales "ese saldo neto de respuesta positiva se mantiene dentro de la zona que anticipa estabilidad del empleo neto en los meses siguientes".
Sin embargo, el ciclo descendente que se inició en abril se asemeja, aunque con un antecedente un poco más largo, al que registró en el primer semestre de 2016. Pero a diferencia de entonces, cuando los funcionarios alentaban la expectativa de un mejor segundo semestre, pero que hubo que esperar hasta la primera mitad de 2017; ahora, por el contrario, varios ministros del Gobierno alertan de que "vendrán meses difíciles" y que habrá que esperar hasta el último trimestre de 2018 para que la actividad agregada vuelva a crecer.
Mientras tanto, el indicador de remuneraciones de los trabajadores asalariados en el sector privado arrojó en abril la cuarta aceleración de la tasa de aumento interanual a 26,5%, levemente superior al que registró la inflación, con un promedio general de $29.173 por mes, con el agregado proporcional del aguinaldo y otros conceptos estacionales.
En el promedio de los últimos 12 meses la variación del salario fue levemente mayor, 26,9%, que implica una modesta mejora en términos reales.
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