El indicador anticipado de la variación del PBI en abril arrojó una contracción de 2,7% en comparación con el nivel de marzo y 0,9% respecto del nivel de un año atrás.
Si bien semejante retracción, que en el cotejo interanual fue la más marcada desde octubre de 2016, coincidió con el inicio de la crisis cambiaria y el consecuente cambio de expectativas de los agentes económicos, tuvo prácticamente un único responsable: la peor sequía en 50 años.
Sobre 15 grandes ramas de actividad, el Indec registró en abril sólo tres sectores con variaciones negativas respecto del nivel del año previo: "Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales" 0,5%; "Transporte y Comunicaciones" 0,8%; y "Agricultura y ganadería" 30,8 por ciento.
El PBI del agro se contrajo en abril 30,8 por ciento
Por el contrario, el resto de los 12 sectores cerraron el mes con incrementos de poco más del 10%, como los casos de Pesca y Construcción; seguidos por 9,4% de Intermediación Financiera; 5,9% Explotación de Minas y Canteras; 5,5% Comercio; Inmobiliarias y empresas de alquiler 5%; y de los 6 restantes se anotaron subas del 1,5% al 3,1; mientras que se estancó el PBI de la Administración Pública.
Expectativa de otros seis meses en baja
La concentración de la recolección de cosecha gruesa, principalmente de maíz y soja entre mayo y julio, junto al severo cambio de expectativas que provocó la corrida cambiaria que se extendió hasta el 14 de junio, cuando se cerró el acuerdo con el FMI, anticipa un ciclo recesivo que al menos se extenderá hasta todo el tercer trimestre.
Al menos, eso es lo que prevén no solo el consenso de las consultoras privadas, sino también los ministros de Producción, Dante Sica y el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña.
Para el Indec el primer cuatrimestre terminó con una modesta suba del PBI de 2,4%; pero con la estimación de Ferreres para mayo ese aumento acumulado se atenuó a 2,2 por ciento.
Para el Indec el primer cuatrimestre terminó con una modesta suba del PBI de 2,4%; pero con la estimación de Ferreres para mayo ese aumento acumulado se atenuó a 2,2 por ciento
Mientras que para los economistas del Banco Central "la actividad económica siguió mostrando vitalidad hasta el mes de marzo, pero indicadores sectoriales de abril y unos pocos datos de mayo muestran una temporaria desaceleración, en parte explicado por el efecto ingreso que la reciente aceleración inflacionaria está generando".
Y agregan: "Por el lado de la oferta, la extraordinaria sequía que padeció el sector agroexportador también es un hecho a resaltar. La experiencia reciente sugiere que la actividad económica puede tardar algunos meses más en recuperar su anterior vigor. Con todo, se estima que el PBI se desacelere a un crecimiento cercano al 1% en 2018, antes de retomar tasas superiores en 2019″.
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