Después de 14 meses de alza, el IGA-OJF registró para mayo una contracción en el nivel de actividad económica de 2,8%, claramente determinada por la fuerte baja de los rindes de la cosecha gruesa del agro que provocó la peor sequía en 50 años.
Ese fenómeno, anticipado por los analistas del sector agropecuario, se prevé que se extenderá a los primeros meses del invierno, cuando se concentra la cosecha y la comercialización en los mercados concentradores, principalmente con destino a la exportación.
La caída del PBI estimada para el segundo trimestre está claramente determinada por la fuerte baja de los rindes de la cosecha gruesa del agro que provocó la peor sequía en 50 años
Además, esa merma de la oferta de productos primarios afectó tanto el desempeño de las manufacturas de ese origen, como aceites y otros subproductos, como el transporte de cargas y el comercio mayorista de granos y oleaginosas.
Esos efectos recesivos se manifestaron en la última semana en la estimación del PBI Industrial que declinó 3,3%, según la estimación preliminar del Centro de Estudios Económicos de la consultora de Orlando Ferreres y Asociados, la cual estuvo arrastrada por la disminución del 11% de la producción de alimentos.
También la menor oferta de productos del campo, junto con el paro de camioneros en Brasil explicaron el notable aumento que el Indec registró del déficit de la balanza comercial con el resto del mundo.
Según las estimaciones del estudio privado, en mayo se anotó la segunda disminución consecutiva del Indice General de Actividad, un buen indicador anticipado del PBI que informa el Índec, en comparación con el período inmediato anterior, y lo retrotrajo a nivel de tres años antes.
Balance equilibrado por ramas de actividad
De las 11 grandes ramas de actividad en que se distribuyen las 122 series que el estudio privado utiliza para estimar el comportamiento del ritmo de generación de riqueza en toda la economía, en mayo se anotaron 5 con aumentos entre 0,9% y 6%; y 5 con caídas del 0,9% a 3,3%, el sexto, el agro, desequilibró con un disminución del 26,4%, en todos los casos en comparación con igual período del año anterior.
En el acumulado de los primeros 5 meses, el IGA mantuvo una variación positiva de 2,2%, producto de 10 sectores que se mantuvieron en la senda expansiva, aunque de ellos ya ingresaron en el terreno del estancamiento en torno a los valores del año anterior; mientras que el agro acumuló un retroceso de 16,4 por ciento.
La corrida cambiaria que se inició en la última semana de abril y que se extendió hasta el cierre de la primera quincena de junio, con el consecuente efecto negativo sobre las expectativas y decisiones de gastos de las familias, anticipan un cierre de segundo y tercer trimestre con caída del PBI.
La corrida cambiaria que se inició en la última semana de abril y que se extendió hasta el cierre de la primera quincena de junio anticipan un cierre de segundo y tercer trimestre con caída del PBI
Para peor, las buenas señales que venían del resto del mundo, y que posibilitaron que se asistiera a uno de los ciclos más largo de crecimiento de la economía global, aunque fue desaprovechado por la economía local en gran parte de la última década, comenzaron a revertirse y por tanto el frente externo no ayudará a compensar los efectos de la recesión doméstica.
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