Comenzó a actuar formalmente Luis Caputo. El jueves y viernes fueron días de observación y de planificación del nuevo presidente del Banco Central. En ese lapso, la plaza lo recibió con una fuerte suba del dólar. El voto era negativo. Pero la nueva autoridad monetaria mostró cartas nuevas en el primer día hábil de la semana que fueron efectivas.
De inmediato se abocó al rescate de las Lebac, esos títulos que con sus intereses de más de 40% anual para los plazos más cortos, devoran cualquier intención de bajar el déficit fiscal.
Fue el kirchnerismo quien transformó a estos instrumentos de regulación monetaria, en bonos de deuda. Permitió al Tesoro empapelar al Banco Central con Letras Intransferibles a cambio de pesos. Una vulgar manera de emitir dinero para después comprar reservas para pagar deuda. El resultado fue una brutal caída de las reservas y un incremento del stock de Lebac que se convirtió en la Hidra de Lerna, el monstruo mitológico que regeneraba dos cabezas por cada una que le cortaban.
Las Lebac son un arma neutrónica con un mecanismo de estallido muy sensible. De hecho. Lo que pagan de interés cada año, duplica el ahorro que hizo el Gobierno de $100 mil millones, al cambiar la forma de ajuste de las jubilaciones.
Lo que pagan de interés las Lebac cada año, duplica el ahorro que hizo el Gobierno de $100 mil millones, al cambiar la forma de ajuste de las jubilaciones
Esta introducción es necesaria para explicar la licitación de los nuevos bonos duales, un título que a su vencimiento se paga en la moneda más conveniente para el inversor, pesos o dólares. De hecho, en el debut se tomó el tipo de cambio del viernes por lo que lo más ventajoso -ante la baja del dólar- fue comprarlos con divisas.
De estos bonos, se licitaron USD 2.000 millones. Vencen en 2019. El debut fue prometedor porque se recibieron 33% más de ofertas -USD 2.666 millones- que el monto licitado. Se aceptaron USD 2 mil millones a una tasa en pesos de 2,40% mensual que representa un rendimiento efectivo anual de 32,92 por ciento.
Al mismo tiempo se licitaron bonos el Tesoro (Boe) que vencerán en 2020. La demanda sumó $64.533 millones y se adjudicaron $55.753 millones a 26% nominal anual que equivale a una tasa efectiva de 27,69 por ciento.
El dinero de estos bonos estará dedicado a reducir el stock de Letras del Tesoro Intransferibles en el Banco Central, porque la autoridad monetaria con ese dinero que reciba del Tesoro lo aplicará a rescatar Lebacs.
Por caso, mañana vencen $530 mil millones y cada licitación mensual de estos títulos provoca fuertes desequilibrios en el mercado interno.
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