No es raro para algunos autores quedar pegados a sus personajes o textos más emblemáticos, muchas veces en desmerito del resto. García Marquez y "100 años de soledad", Tolkien y "El Señor de los Anillos", Kafka y "La Metamorfosis". Lo mismo pasa para los economistas. Para Adam Smith, la implicancia de su segundo libro "La Riqueza de las Naciones" es algo que el escosés, nacido hace casi 300 años (16 de junio de 1723), nunca podría haber sabido.
Lo que hoy en día está dominado por derivados financieros, opciones de compras de acciones, regímenes impositivos casi indescifrables a primera vista, y regulaciones laborales, está bastante lejos del ecosistema económico en el que se manejaba Smith a finales del siglo 18.
"Adam Smith es a la economía lo que Gauss a la matemática. Un tipo que escribió 200 años adelantado a su tiempo", festeja Javier Milei, uno de los economistas liberales argentinos que más identificado se siente con las enseñanzas de Smith.
Javier Milei: “Adam Smith es a la economía lo que Gauss a la matemática. Un tipo que escribió 200 años adelantado a su tiempo“
Si bien cual es el concepto más valioso de Smith no es algo unánime en la profesión, la mayoría de los economistas apuntan a dos factores: la división de trabajo y su importancia por sobre la tierra como factor económico, y el rol del mercado para lograr el bienestar de la sociedad.
La analogía más famosa de Smith hace referencia a "la mano invisible" que motiva a los individuos en sus acciones. Y si bien a lo largo de los siglos la misma fue llevada a extremos tanto por sus críticos como por sus fanáticos, la intención de Smith en sus escritos siempre fue en pos del mayor beneficio general posible.
En palabras de Diana Mondino, profesora del master de Finanzas de la Universidad de la UCEMA, "Es difícil encontrar a alguien que esté en contra de Adam Smith, el tipo es lo más amable, ameno y preocupado por los miembros de la sociedad que se podía encontrar en el siglo 18", dijo.
Es que incluso el primer libro publicado por Smith, recibido de filosofía moral de la Universidad de Glasgow, institución académica que hoy en día nombra toda su catedra de negocios por lo que muchos consideran el escoses más influyente, se titulaba "Teoría de los sentimientos morales".
Diana Mondino: “el tipo es lo más amable, ameno y preocupado por los miembros de la sociedad que se podía encontrar en el siglo 18”
Para empezar, el pasaje de Adam Smith que concluye con la referencia a la mano invisible no pinta un escenario de anarquía donde cada uno hace lo que le plazca, sin pensar en el otro. La línea del pensamiento es al revés: cuando se interactúa con otros, se asume su propio beneficio para el intercambio.
"Dame tú lo que me hace falta y yo te daré lo que te hace falta ti. Esto es lo que subyace detrás de cada oferta… No es de la benevolencia del carnicero, el cervecero o el panadero de la que esperamos nuestro alimento, sino de la consideración que ellos hacen de lo que constituye su propio interés. No apelamos a su benevolencia, si no a su amor propio, y no les hablamos nunca de nuestras necesidades sino de sus ventajas", concluye Adam Smith en su texto publicado en 1776.
Y si bien hoy en día una tesis de investigación económica se divide casi equitativamente entre frases y fórmulas, en un principio fue Smith quien dio pie a las bases que usan hoy en día. "Además de sus propias ideas, planteó los principios de la investigación científica, es decir, cómo establecer un método de análisis, comprobar hipótesis", rememora Mondino.
Smith fue el primero en discutir que el factor económico importante no era la tierra, sino el trabajo a través de la división y especialización
El trabajo es lo que le da el precio a las cosas
El pensamiento que predominaba en esos años definía a la tierra como el factor determinante de la riqueza. Quien tuviera más tierra, tenía más valor. Y que por eso tener colonias era importante, significaban tener más tierra sobre la cual producir y consumir. Smith dió vuelta ese pensamiento.
"Smith fue parte de una renovación intelectual, el mercantilismo sostenía que uno era más rico si exportaba más, importaba menos y tenía más oro, por eso se buscaba tener colonias, él ataca eso", explica Roberto Cortés Conde, profesor de la cátedra de Economía en la Universidad de San Andrés.
El economista de la UdeSa resume la posición de Smith de la siguiente forma:"la riqueza surge de la división del trabajo, el pensamiento fisiócrata de la época marcaba que la fuente de la riqueza era la tierra, y Adam Smith planteó que en realidad el incremento de la tierra (a través de la división del trabajo) es la riqueza, no la tierra misma".
Roberto Cortés Conde: “Adam Smith planteó que en realidad el incremento de la tierra (a través de la división del trabajo) es la riqueza, no la tierra misma”
El cambio planteado por Smith venía de la mano de un reemplazo de la tierra. El mercado. "La división del trabajo está limitada por el tamaño del mercado, cuanto más uno amplia el mercado puede usar de una forma más eficiente los recursos", desarrolla Cortes.
"Tratar de encontrar la influencia de Smith específicamente en la economía argentina, explican algunos economistas, es como tratar de encontrar una gota de agua en la lluvia. Está en todos lados, influenciando de una forma tan fundamental, que los economistas afectados por sus enseñanzas ni se dan cuenta de esa voz escosesa hablándoles en el oído.
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