Qué esperan Roberto Lavagna y Alfonso Prat-Gay después del acuerdo del Gobierno con el FMI

En un aparte del XXI Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas, Roberto Lavagna y  Alfonso Prat-Gay, que disertaron en el panel "Grieta y pobreza: ¿dos caras de la misma moneda?", manifestaron a Infobae su expectativa y esperanza de que "se haya cerrado un buen acuerdo".

El ministro de Economía de Néstor Kirchner fue muy escueto ante la consulta de este medio: ¿Qué espera del acuerdo con el FMI?: "Espero que sea un buen acuerdo, no voy a agregar nada más".

Sin embargo, en su participación en el foro anual al que asistieron más de 200 empresarios y ejecutivos de compañías grandes, medianas y pequeñas, Lavagna había dejado su claro mensaje de oposición a las políticas de los últimos ocho años, porque "provocaron el estancamiento de la economía", es decir durante el período del último mandato de Cristina Kirchner y primer tramo del presidente Mauricio Macri.

Y agregó: "Hay que volver a crecer. Hace muchos años que no se crece. Cuando uno toma los indicadores desde 2011 hasta ahora, el crecimiento per cápita es casi cero. Los últimos años, desde 2012 en adelante, nos dan una evolución per cápita negativa. En estas condiciones, hacer frente a la pobreza es prácticamente imposible", sentenció.

En ese sentido, advirtió que "no hay forma de arrancar solo con inversiones". "Las inversiones vienen donde hay consumo o donde se puede generar rentabilidad. Cuando uno baja el salario y el tipo de cambio, la economía no puede crecer", sostuvo Lavagna en clara alusión a la política que ejecuta Cambiemos.

Por el contrario, el primer ministro de Economía de Cambiemos, Alfonso Prat-Gay, se mostró más locuaz con la prensa que cuando estuvo en funciones en Hacienda, y en un breve diálogo con periodistas, respondió a dos preguntas de Infobae:

—¿Qué cabe esperar el día después del acuerdo con el FMI que acaba de cerrar el Gobierno?

—La verdad es que no tengo los detalles, ni estoy informado de las negociaciones, pero lo que espero como argentino y como integrante de Cambiemos es que sea el mejor acuerdo para el país. Y que en función de lo que el Gobierno ve que necesita del Fondo Monetario, lo haya obtenido con la menor cantidad de concesiones posibles, porque como se ha explicado en este panel de ACDE, el camino para ir ordenando la situación económica que heredó el gobierno de Mauricio Macri no es otro que seguir con el gradualismo. Por tanto espero que el Presidente en esta discusión defienda esa estrategia, porque es la única posible.

—En este Encuentro Anual de ACDE el economista e historiador Pablo Gerchunoff planteó el desafío que tiene la Argentina de lograr un tipo de cambio que fomente el consumo y al mismo tiempo incentive las exportaciones y el aumento de la competitividad. La pregunta es: ¿cómo ve la perspectiva cambiaria a partir del acuerdo con el FMI?

—Creo que ese es el gran desafío que tiene siempre la Argentina. Nosotros exportamos lo que comemos, y por lo tanto cuando el tipo de cambio es favorable para la exportación, es desfavorable para el consumo y el salario. Me parece que lo que necesitamos es una estrategia económica que resuelva este problema y un orden macroeconómico que evite los extremos. Siempre hemos visto que los extremos en el tipo de cambio son el prolegómeno de un problema posterior. Espero que después de esta turbulencia cambiaria que hemos tenido el Gobierno entienda que necesita no descuidar el tipo de cambio real.

—¿Qué otra cosa espera a partir de ahora?

—Que el Gobierno también entienda otra cuestión que he planteado muchas veces que es que con un déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos con el resto del mundo, es decir que le faltan muchos dólares porque no le alcanza para generar internamente, tarde o temprano lleva a una corrección de la economía. Normalmente, en la Argentina lo hemos visto a través de una combinación de devaluación y recesión. Ya tuvimos la devaluación, ahora lo que deseo es que las autoridades económicas trabajen para que la recesión sea la menor posible y tenga el menor efecto posible sobre los que menos tienen.

Esa fue la preocupación dominante en el Encuentro Anual de ACDE, donde en su participación Alfonso Prat-Gay dijo  que "la grieta es la pelea política que excede lo ideológico, que es uno de los problemas a resolver". Y agregó, "La grieta y la pobreza podría decir que casi se retroalimentan".

Prat-Gay concluyó que "una sociedad que tiene que aprender y que fracasa en su intento de hacerlo, debe reflexionar sobre lo importante que es la conversación. Se dice acuerdo sin asimilar lo que implica la palabra acordar. Ser honesto, no prejuzgar y escuchar. Si nos concentramos en esas tres premisas, podemos hacer maravillas".

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