Argentina con el FMI: 60 años de una relación conflictiva y errática

En 1956 el gobierno Aramburu fue el primero en recibir fondos del organismo. Los 18 acontecimientos que signaron una convivencia accidentada

Guardar
Macri y Lagarde, directora del
Macri y Lagarde, directora del FMI, en la Quinta de Olivos

La relación de los gobiernos argentinos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es intensa y errática. En los últimos 62 años la historia económica del país estuvo marcada por las idas y vueltas con el organismo de crédito, que pueden resumirse -de manera parcial- en 18 eventos, a partir del 20 de julio de 1956, cuando Argentina se incorporó como miembro número 59 de la entidad.

1) Argentina ingresó al FMI tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón, quien se oponía a la participación argentina en el organismo. Fue el gobierno militar de Pedro Eugenio Aramburu, por consejo del ministro Raúl Prebisch, quien decidió incorporarse al ente de crédito, en lo que fue un giro en la política exterior para alinearse a los Estados Unidos.

Argentina recibió un crédito de USD 100 millones el Eximbank, USD 75 millones del FMI, y otros 80 millones de bancos y empresas norteamericanas, con lo que se inició una cadena interminable de préstamos que se sucedería por cinco décadas

2) El presidente Arturo Frondizi, electo en febrero de 1958, también pidió ayuda al FMI en diciembre de aquel año, para obtener financiamiento que equilibre el déficit de balanza de pagos. Como aval, Frondizi designó a Álvaro Alsogaray como ministro de Economía. Éste encaró un plan de recorte del gasto público y congelamiento de salarios, mientras que eliminó los controles de precios y las restricciones a las importaciones.

En casi todos los países adheridos al famoso FMI se sufren las consecuencias y se comienzan a escuchar las lamentaciones (Juan Domingo Perón, 1967)

Cuantiosos vencimientos de deuda, fuga de capitales y caída de reservas obligaron al Gobierno a recurrir a un préstamo del BCRA para afrontar gastos corrientes por encima de lo establecido por el FMI. Se trató del primer incumplimiento con la entidad, que declaró a la Argentina en violación de los acuerdos firmados.

3) Arturo Umberto Illia (1963-1966) decidió distanciarse de las recetas del Fondo, en medio de una crisis económica, pero el presidente radical fue depuesto en su tercer año de mandato un golpe de Estado.

4) Una de las primeras medidas de Juan Carlos Onganía (1966-1970) fue el retorno inmediato a las negociaciones con el FMI, en condiciones aún peores que las pactadas por Frondizi, con mayor control sobre las cuentas y las políticas públicas.

5) En seis años, que incluyen los gobierno de facto de Onganía y Agustín Lanusse,  hasta 1973, la deuda externa argentina creció 46%, de 3.300 millones a 4.800 millones de dólares.

6) El tercer gobierno de Juan Domingo Perón y su sucesora, María Estela Martínez, mantuvo las relaciones con el organismo de crédito, por ser país miembro, pero con cuestionamientos.

Durante la última dictadura la deuda se multiplicó por seis, al pasar de USD 7.000 millones en 1976 a USD 42.000 millones en 1982

7) El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que llevó al poder a la Junta militar que encabezó Jorge Rafael Videla, dio inicio, en lo político y social, al período más sombrío de la historia argentina. Pero el FMI tuvo un rol central para la ejecución del plan económico, a cargo de José Alfredo Martínez de Hoz.

El auxilio financiero del organismo fue un pilar para que la dictadura contara con fondos frescos que le permitieron recomponer reservas y afrontar un programa de estabilización, que incluyó congelamiento de salarios, liberalización de precios, apertura de la economía y desregulación del sistema financiero. La deuda se multiplicó por seis en seis años, al pasar de USD 7.000 millones en 1976 a USD 42.000 millones en 1982.

8) Con el retorno de la democracia en 1983 y la llegada de Raúl Alfonsín al poder volvieron las tensiones con el FMI. El ministro de Economía Bernardo Grinspun se negó a firmar un acuerdo stand by, promovió la auditoría de la deuda legada por el llamado "Proceso" militar e impulsó la formación de un "Club de deudores" internacional.

“¿Querés que me baje los pantalones?, me los bajo”, le dijo en 1985 el ministro Bernardo Grinspun al enviado del FMI

El enfrentamiento de Grinspun con el FMI quedó reflejado en una anécdota en la cual el economista le dijo al enviado del organismo, Joaquín Ferrán: "¿Querés que me baje los pantalones?, me los bajo", y procedió literalmente a bajarse los pantalones.

9) En 1985, ante una deuda impagable y una inflación creciente, el FMI respaldó el Plan Austral del ministro Juan Vital Sourrouille, a la vez que exigió una mayor apertura comercial y el ajuste fiscal. El fracaso del Plan Primavera y la hiperinflación llevaron a Raúl Alfonsín a la entrega anticipada del poder en julio de 1989.

10) Como presidente, Carlos Menem gestionó la adhesión de la Argentina al Plan Brady en 1992 con garantía del Fondo, que obligó a reestructurar la deuda externa, privatizar el sistema de seguridad social y empresas públicas, eliminar impuestos a las transacciones financieras, Ganancias y contribuciones patronales a la seguridad social. También se amplió la base imponible del IVA (Impuesto al Valor Agregado).

El mejor presidente de los últimos 50 años es Carlos Menem (Michel Camdessus, 1998)

11) El 10 de octubre de 1998 el director gerente del FMI, Michel Camdessus, aseguró que "el mejor presidente de los últimos 50 años es Carlos Menem". No obstante, a mediados de ese año y desatada la crisis de deuda de Rusia, Argentina inició la recesión más extensa de su historia, de unos cuatro años, que desembocó en el derrumbe de la convertibilidad y el default de la deuda en diciembre de 2001.

12) En enero de 2001 el gobierno de Fernando de la Rúa firmó con el Fondo un préstamo sin precedentes de USD 40.000 millones, conocido como "Blindaje", que si bien no llegó a ejecutarse por completo, sirvió para sostener la convertibilidad hasta que la paridad peso-dólar sucumbió por los elevados vencimientos de deuda, los déficit fiscal y de cuenta corriente y un atraso cambiario que minó la productividad.

13) Tras la histórica crisis de 2001/2002, y aún en cesación de pagos, el presidente Eduardo Duhalde firmó en enero de 2003 un acuerdo de reprogramación de deuda con el FMI, tras nueve meses de arduas negociaciones.

Para el FMI la crisis argentina fue un rotundo fracaso: deterioró su credibilidad y sembró dudas sobre su capacidad técnica

14) En junio de 2003 el titular del FMI, Horst Köhler, un ortodoxo economista alemán, arribó al país. Además de reuniones con banqueros y funcionarios, su visita incluyó barrios marginales y encuentros con organizaciones sociales. Para el Fondo, la crisis también había sido un rotundo fracaso, que deterioró su credibilidad internacional y sembró dudas sobre su capacidad técnica para imponer políticas a los países deudores.

15) Con una economía en recuperación y un notorio superávit comercial, el 3 de enero de 2006 el presidente Néstor Kirchner anunció la cancelación total de la deuda con el FMI, por unos USD 9.600 millones, en un gesto de "independencia económica" frente a los condicionamientos del organismo.

16) En enero de 2016 el presidente Mauricio Macri anunció que el gobierno volverá a recibir a las misiones de los "técnicos" de la entidad de crédito, para las revisiones previstas en el artículo IV.

17) El 8 de mayo de 2018, Macri anunció que Argentina volverá a pedir el auxilio financiero al FMI, en medio de una corrida cambiaria que llevó a un salto del dólar de 22% en un mes y a la perdida de más de USD 10.000 millones de reservas.

18) El 7 de junio, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, informan la firma de un acuerdo stand by con el organismo. Irónicamente, el anuncio se produjo en el Centro Cultural Kirchner, institución cuyo nombre rinde homenaje al presidente que había cancelado la deuda con el organismo doce años atrás.

Seguí leyendo:

Guardar