La calificadora de riesgo Standard & Poor's revisó la nota de la deuda argentina y resolvió dejarla con perspectiva "estable". En el mercado había temor sobre la posibilidad que se produjera algún tipo de disminución, tal como hace un par de semanas resolvió otra agencia, Fitch. La calificación fue confirmada, por lo tanto, como B+.
"A pesar del incremento de las presiones inflacionarias tras la depreciación del peso, esperamos que la administración de Mauricio Macri implemente medidas de ajuste en los próximos seis meses que ayuden a estabilizar la economía", expresó la calificadora estadounidense.
La calificadora privilegió por ahora la promesa del Gobierno de achicar el déficit. También ponderó el acuerdo con el FMI
En ese sentido, también hizo referencia al próximo acuerdo con el FMI: "Ayudará a mejorar la confianza de los inversores y a mantener el acceso del Gobierno a capital para financiar sus fuertes déficit fiscal y de cuenta corriente".
Estos son algunos otros aspectos destacados por S&P para justificar la decisión de dejar estable la calificación:
– Esperamos que la implementación de las medidas correctivas, incluyendo la revisión del presupuesto para este año y el que viene, será fundamental para establecer una mejora de las políticas en los próximos años.
– Podríamos bajar el rating de la deuda en los próximos doce meses si sucede un shock externo, hay un manejo pobre de la administración o un cambio político reduce la habilidad del Gobierno para acelerar el ritmo de las reformas, con el objetivo de llevar adelante su política de austeridad.
– El resultado de una debilidad en la confianza del inversor tendría un impacto negativo en el tipo de cambio, la dinámica inflacionaria y el peso de la deuda, lo que llevaría a la rebaja de calificación.
– Políticas adecuadas que lleven a una rebaja de la inflación y una consolidación mejor a la esperada de la política fiscal mejoraría la confianza de los inversores, mejorando la perspectiva de crecimiento de largo plazo.
– Señales de una mejora institucional, junto con una mejora de las cuentas fiscales y externas, podrían llevar a una mejora de la calificación en los próximos 24 meses.
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