Las reservas internacionales del Banco Central finalizaron mayo con una baja de USD 6.529 millones tras intervenir en la plaza cambiaria para contener la suba del dólar, que en ese período aumentó 22,1 por ciento.
El jueves 31 finalizaron en USD 50.094 millones, un 11,5% menos que los USD 56.623 millones con los que había concluido abril.
Durante mayo, el organismo liderado por Federico Sturzenegger debió poner en marcha medidas para ponerle un freno al desborde devaluatorio del peso frente al dólar en medio de la corrida de inversores que deshicieron sus posiciones en LEBAC para cubrirse en divisas.
El actual retroceso de activos es, en términos mensuales, el más alto desde enero de 2006
Con esta dinámica, el alza del 22% en el precio del dólar experimentado el mes pasado superó al acumulado en doce meses de 2017, cuando aumentó 17,3% entre enero y diciembre.
La pérdida de activos internacionales del BCRA para un solo mes fue en mayo la más grande en 12 años y cuatro meses, detrás de los USD 8.389 millones que restaron en enero de 2006.
Entonces, el gobierno de Néstor Kichner desembolsó unos USD 9.600 millones para cancelar por adelantado la totalidad de la deuda con el FMI. En aquel mes, las reservas cayeron 29,9%, de 28.078 millones a 19.689 millones de dólares. Sin embargo, terminaron ese año en USD 32.037 millones, cuando la Argentina gozó de un superávit comercial de 11.154 millones de dólares.
La baja de mayo de 2018 superó además a la caída de USD 6.287 millones en octubre de 2015, mes en que cayeron de USD 33.257 millones a USD 26.970 millones por la cancelación del Boden 2015. Aquella pérdida de activos en las arcas del Central permitía anticipar una fuerte devaluación del peso, que se concretó en diciembre de 2015, con la llegada de Mauricio Macri al gobierno.
La diferencia más notoria entre la caída de reservas de 2006 y 2015 respecto de la de 2018 es que en los primeros casos obedeció en buena parte a la cancelación de deuda, mientras que en el segundo, básicamente, fue por la salida de fondos invertidos en pesos que se pasaron al dólar.
La corrida cambiaria obligó desde marzo a cuantiosas ventas diarias del Banco Central para reducir la velocidad de la devaluación, aunque no impidió que el valor del dólar saltara casi cinco pesos en poco más de un mes.
En casi tres meses, desde el 5 de marzo hasta el 31 de mayo, las reservas se redujeron en USD 11.673 millones (-19%), desde los USD 61.767 millones a 50.094 millones de dólares.
Para detectar salidas de divisas de semejante magnitud hay que retrotraerse a 2013, cuando el "cepo" cambiario de Cristina Kirchner hacía estragos en el balance del BCRA. A lo largo de aquel año los activos restaron USD 12.691 millones (-29,3%), de USD 43.290 millones a USD 30.599 millones.
En 2011 la caída de reservas del BCRA fue de USD 5.769 millones; en 2012, de USD 3.086 millones, mientras que en 2014 los activos subieron USD 844 millones. En 2015 la baja fue de USD 5.881 millones, a USD 25.562 millones, la mitad de las existencias actuales.
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La pérdida más grande de reservas fue la de 2001, el último año del régimen de convertibilidad durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Las reservas del BCRA descendieron USD 19.002 millones, desde los USD 34.234 millones del cierre de 2000 a los USD 15.232 millones del 31 de diciembre de 2001.
Durante la gestión de Cambiemos ya hubo otros episodios de baja abrupta de reservas. En mayo de 2016 salieron USD 4.209 millones, debido al pago de deuda a los holdouts, tras el acuerdo alcanzado con acreedores en tribunales de Nueva York. En abril de 2018, cuando empezó a evidenciarse el fin del "carry trade", el BCRA debió resignar 5.103 millones de dólares.