Dujovne y Lagarde negocian la proyección de inflación y de déficit fiscal hasta 2020 para cerrar el acuerdo entre la Argentina y el FMI

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger deberán resolver el desafío de calcular las metas para acceder al crédito Stand By

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La reunión se realizó en el FMI (Reuters)
La reunión se realizó en el FMI (Reuters)

Es un acertijo para la Argentina y dos datos claves exigidos por la burocracia del Fondo Monetario Internacional (FMI), antes de avalar la concesión del crédito Stand By destinado a respaldar el programa económico de Mauricio Macri. El Fondo quiere un estimativo de la inflación y del recorte del gasto público hacia fines de 2020, dos cifras que son difíciles de pronosticar frente a los distintos factores locales e internacionales que impactan en la economía nacional.

Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger tienen que resolver ese acertijo requerido por el FMI, un desafío técnico que pone en jaque todas las reglas básicas de la certeza. Por eso, el ministro de Hacienda y el Presidente del Banco Central apuestan a que la directora del Fondo, Christine Lagarde, aplique la ciencia política para moderar el desafío de calcular la inflación y el déficit fiscal de la Argentina hacia diciembre de 2020.

En la última semana, Guido Sandleris –jefe de Gabinete de Hacienda- y Rodrigo Pena -secretario de Hacienda- se encontraron con Roberto Caldarelli, director del Fondo a cargo de la Argentina, para concertar los términos de la Carta de Intención que se elevará al Directorio del FMI para redactar el Memorando de Entendimiento. Las reuniones se hicieron en DC y tuvieron dos finalidades básicas: ajustar los parámetros técnicos para las negociaciones entre ambas partes y definir los índices de inflación y de déficit fiscal a los que se llegará desde la concesión del crédito Stand By hasta fin de diciembre de 2020.

Dujovne y Sturzenegger
Dujovne y Sturzenegger

El Fondo concede millones de dólares en un Stand By y a cambio la Argentina tiene que cumplir con las metas previstas en el Memorando de Entendimiento. Si con el correr de los meses, Dujovne y Sturzenegger no acertaron con las metas previstas, el Fondo hace una revisión que Argentina nuevamente acepta cumplir. A diferencia de los tiempos del Consenso de Washington -adonde el FMI sólo proponía ajustes económicos sin piedad-, Lagarde y el directorio exhibe una mirada más política y pragmática.

"Quiero ser bien claro en este punto. Estamos aquí para apoyar el esfuerzo de la Argentina en lo que ellos determinen qué va a ser lo más útil y lo que fortalezca aún más su economía, para poder así proteger los estándares de vida y a los más vulnerables", enfatizó Gerry Rice, vocero del FMI. Esta perspectiva es inédita en la historia del Fondo de los últimos 60 años.

Sin embargo, y pese a este fuerte apoyo institucional, el FMI observa con atención el panorama político de la Argentina.

La marcha empujada por la oposición y liderada por actores y referentes K encendió una luz de alarma en la burocracia que opera en DC. Esa burocracia ya padeció el maltrato del peronismo –en cualquiera de sus formas—y no quiere repetir esas experiencias estresantes.

Dujovne y Sturzenegger pueden predecir un número de déficit fiscal verosímil a diciembre de 2020, pero están en tinieblas cuando intentan precisar una meta de inflación para el mismo período. El déficit fiscal tiene variables domésticas (económicas, financieras y políticas), en tanto que la inflación está sujeta a fuerzas endógenas y exógenas.

Si el tipo de cambio se modifica por la apreciación del dólar o por la debilidad de la cuenta corriente, la inflación subirá inevitablemente. Y ya se sabe que ni el ministro de Hacienda ni el Presidente del Banco Central tiene suficiente poder para anticipar "las turbulencias" del mercado financiero.

Mauricio Macri y Christine Lagarde
Mauricio Macri y Christine Lagarde

Dujovne viaja a la reunión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que se hará en París y el lunes es feriado en Estados Unidos por Memorial Day, dos acontecimientos que demoraran la respuesta oficial que la Argentina tiene que presentar en el FMI. La oferta de déficit fiscal está prácticamente definida -1,5 del PBI para fines de 2020-, mientras que el parámetro de inflación es un misterio económico con resolución política: Macri escuchará a su Ministro Coordinador, atenderá las razones del Presidente del Banco Central y bajará el martillo.

Con el número de inflación y déficit ya pronosticado para 2020, Donald Trump y Lagarde deberán cumplir sus promesas y lograr que el FMI apruebe un crédito Stand- By de "alto acceso". Está previsto que suceda antes que concluya el Mundial de Rusia, donde la Argentina no aparece como candidata para ganar la copa. El equipo dirigido por Jorge Sampaoli tiene poco crédito internacional.

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