Desde que se produjo su salida del Banco Nación, las declaraciones de Carlos Melconian nunca pasan desapercibidas, sobre todo por la manera en que transmite sus ideas."Boludeaste dos años con las buenas ondas y ahora vas a recoger inflación en la previa de las elecciones", dijo la última vez.
Luego de varias semanas marcadas por turbulencias económicas que el Gobierno ya dio por superadas, Melconian negó que el problema que enfrenta Mauricio Macri exista porque "el gradualismo fue lento". "Eso es aceptar el diagnóstico correcto y discutir solo la velocidad. No es un problema de dinámica. No se trata de que falló el gradualismo lento, hay un problema de política económica", aseguró. Algunos de los errores los atribuyó a la administración anterior, pero también habló de fallos propios. "A la herencia no se le pueden cargar más gastos en la parte jubilatoria, ni se le puede dilapidar un blanqueo, ni el déficit fiscal", apuntó en diálogo con Marcelo Longobardi en CNN.
Luego de las repercusiones que causaron sus últimos dichos, en los que apuntó con dureza contra la Casa Rosada, Melconian aclaró que con Macri mantiene "una relación cercana y de mucho afecto" y remarcó que las opiniones que expresa hoy no son otras que las que vertía cuando estaba al frente del BNA.
"Puedo tener el mismo problema de personalidad que manifestó el Presidente: él dijo que es un optimista exigente. Yo soy otro —explicó—. Muchas veces en ese optimismo y en esa exigencia de hacer las cosas rápido uno puede cometer el error de no tener los tiempos del Presidente y hasta a veces escapársele alguna palabra que no corresponde dentro de un contexto más global".
Después de varias semanas marcadas por tensiones económicas, el ex funcionario analizó: "La Argentina tiene un déficit fiscal crónico. Cuando se torna infinanciable, requiere del impuesto inflacionario, que es la maquinita". En este marco, señaló que "Argentina vive por arriba de sus posibilidades". "Esto termina estallando por el lado de la inflación o un estrangulamiento del sector externo. No hemos tenido la disciplina que corresponde", sostuvo.
Además, cuestionó que en la Argentina hacer correcciones en las cuentas "siempre significó ortodoxia o liberalismo". "El patrimonio de poder hacer las cosas mal es del progresismo y el querer hacer las cosas bien es patrimonio del liberalismo: hay que dejar de pensar en esos términos", señaló.
Por otra parte, criticó que la administración de Macri no haya expuesto lo suficiente los problemas recibidos por la gestión anterior, algo que fue reconocido por el propio Gobierno. "Las nuevas autoridades llegan con la responsabilidad de solucionar el problema pero sin la responsabilidad de haberlo ocasionado", consideró.
"Yo era fana de decir 'recibimos esto el primer día y esto no es mi responsabilidad'. Ese conflicto a los dos años sin obtener los resultados que te propusiste porque fuiste optimista empieza a confundir en la sociedad si al final te lo dejaron, te lo autoincubaste o no supiste resolverlo", añadió.
En tanto, dijo que su desplazamiento del Nación no fue producto de críticas al programa económico ni de la falta de homogeneidad en el equipo. "Tuvo que ver con que yo interpretaba que el Banco Nación es un banco, no la Anses. No puede recibir órdenes que se aparten de la línea de lo que hace un banco, que es tomar dinero prestado. No le puedo prestar al Estado a tasas inconvenientes", opinó.
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