El dólar se negoció con leve tendencia alcista, que ya había manifestado en el tramo final de operaciones del miércoles. Fuentes de la plaza mayorista indicaron que el Banco Central volvió a ofertar USD 5.000 millones para cubrir la demanda e imponer un límite de precios en 25 pesos, aunque no se concretaron negocios a ese valor.
En bancos, el dólar al público se ofreció a un promedio de $24,89 para la venta y $23,88 para la compra, nueve centavos por encima del cierre anterior.
La divisa mayorista subió dos centavos, a $24,32, debajo del máximo histórico de 25 pesos que marcó esta semana, con la barrera impuesta por la entidad monetaria.
El monto operado creció 28% en comparación al miércoles, a USD 900,8 millones en el segmento de contado (spot). En futuros (contratos en pesos, pero atados a la evolución del tipo de cambio) se transaron USD 4 millones en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y USD 829,4 millones en el ROFEX, donde las posturas para fin de mes terminaron en $24,62, y para diciembre de 2018, en 29,15 pesos.
"La amplia diferencia entre el valor de compra y de venta de la moneda denota la inestabilidad imperante en el mercado", explicaron agentes del mercado mayorista a Reuters.
Los operadores agregaron que el Central publicó en la apertura de la rueda órdenes de venta disponibles por hasta USD 5.000 millones a 25 pesos, pero casi de inmediato quitó esa oferta de las pantallas electrónicas.
El presidente Mauricio Macri aseguró que la turbulencia financiera que llevó al derrumbe del peso argentino y a una fuerte alza de tasas en las últimas semanas está "superada", aunque el país debe acelerar la reducción de su déficit fiscal.
SEGUÍ LEYENDO:
En tanto, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, consideró superada la volatilidad cambiaria de las últimas semanas, y aseguró que ahora el foco volverá a estar en bajar la inflación. Además, indicó que la autoridad monetaria por ahora no convalidará un dólar superior a los 25 pesos.
"El mercado dijo que no estaba creyendo en la política monetaria", admitió el economista, aunque desecho los temores por un posible "corralito" de los depósitos, al señalar que no hay peligro de descalce en el sistema financiero.
"Cuando el mercado dice que está dispuesto a tener un tipo de cambio más depreciado, está diciendo que no cree en nuestra política. Hemos escuchado ese mensaje", afirmó.