Aunque la mayoría ve con preocupación y como un signo de debilidad el acercamiento al FMI, el Gobierno busca generar una percepción distinta. Así lo dejó claro el ministro de Finanzas, Luis Caputo, en una entrevista exclusiva con Infobae. "Fuimos al Fondo porque estamos con una economía sólida y es mejor negociar cuando estamos creciendo y con USD 55.000 millones de reservas". Y al mismo tiempo procuró borrar la imagen de "cuco" que tiene el organismo. "No nos tenemos que mentir más. Los males de la Argentina los provocaron las malas políticas que implementamos en los últimos 70 años, no busquemos un complot internacional".
Pero se advierte que el mayor interés del funcionario es llevar tranquilidad respecto a las consecuencias que tendrá un acercamiento con el organismo: "Nos va a permitir mantener el gradualismo que venimos llevando adelante. Pero además para la gente significa que por ejemplo los créditos hipotecarios o los planes sociales se podrán mantener. Ya no precisamos depender de la situación de los mercados y además ya no estaremos buscando financiamiento interno, con lo que les daremos más espacio a los privados".
Caputo también habló de los motivos que –de acuerdo con su visión– llevaron a un fuerte ataque contra los activos argentinos por parte de los inversores, por qué esta vez conviene acercarse al Fondo y qué sucederá con el programa financiero. A continuación, los principales pasajes de la entrevista con Infobae:
—¿Cuál es el motivo por el cual el gobierno recurrió al Fondo Monetario?
—Es importante aclarar que siempre estuvimos con el Fondo, siempre fuimos socios y pagamos nuestra cuota. Ahora estamos pidiendo este crédito de manera preventiva, esto es muy importante aclararlo, porque hubo muchas dudas respecto a este punto. Tenemos una situación sólida, y en general cuando se avanza a este tipo de acuerdos es porque estás débil, pero eso también te debilita a la hora de negociar. Lo que queremos con este arreglo es llevar tranquilidad a la gente, a los empresarios y a los mercados. Se planteó cierta incertidumbre entre los inversores sobre cómo haría la Argentina para conseguir financiamiento ahora que están subiendo las tasas. Y son dudas válidas. Yendo al Fondo estamos despejando ese horizonte, cortar cualquier posibilidad de tener alguna sorpresa negativa.
—¿Pero qué ventajas tendría concretamente pedirle financiamiento al Fondo?
—Vamos a tener acceso al financiamiento hasta el término del período del presidente Macri. La gente se puede quedar tranquila que la plata para pagar las jubilaciones, las asignaciones universales, la obra pública ahora está garantizada. Si bien teníamos buena parte ya cubierta, los mercados son como el mar. Hay que saber nadar, pero nunca perderles el respeto. Ni yo ni nadie tiene la bola de cristal para saber qué puede pasar. No podemos especular con que no pasará nada, tenemos que cubrirnos ante cualquier eventualidad. Si podemos darle hoy la certeza y la tranquilidad a la gente de que si pasara algo en los mercados nosotros ya tenemos el financiamiento asegurado, es algo muy favorable. La gente puede estar absolutamente tranquila a partir de ahora de que el gradualismo hacia el equilibrio fiscal está asegurado.
No podemos echarle la culpa al FMI ni a un complot internacional por lo que pasó en estos últimos 70 años. Todo ha sido culpa de nuestras malas políticas, pero ahora estamos en el camino correcto
—¿No fue el gradualismo para llegar al equilibrio fiscal lo que generó la incertidumbre en los mercados sobre la Argentina?
—No lo veo así. Los inversores tomaron mal la actitud de la oposición que ellos consideraban racional en relación a un posible freno al tema tarifario. Nos habían apoyado en leyes importantes, viajaron con el Presidente al exterior, estaban comprometidos con el cambio, y de repente apareció este tema. Fue percibida como una propuesta demagógica. Ahora la oposición mostró su perfil más comprometido con la ley de Financiamiento Productivo, que ayudará a que siga habiendo crédito para todos los argentinos.
El futuro del crédito doméstico
—Justamente hay un gran temor de que se frene el crédito, especialmente en líneas que venían creciendo mucho como en el caso de los hipotecarios…
—Definitivamente no se corta el crédito hipotecario, es verdad que hubo una suba fuerte de las tasas pero de corto plazo. Los préstamos para la vivienda son a 20 ó 30 años y pueden estar todos tranquilos que no se van a ver afectados. Es cierto que aumentaron las tasas cortas, pero eso es un compromiso de una rebaja de inflación en el futuro. Y aclaro además que la banca pública va a continuar con la misma oferta que tenía hasta ahora.
Decidimos preventivamente acudir al FMI. Así la gente puede estar tranquila de que si se agravan las condiciones internacionales tendremos el financiamiento asegurado
—Volviendo a la negociación con el FMI, se habla de USD 30.000 millones. Pero, ¿no es difícil que se llegue a esa cifra incluso por la cuota que la Argentina paga al organismo?
—Se está negociando un stand-by, que tiene la ventaja de permitir acceder al mayor múltiplo de nuestra cuota. Además sumaremos al crédito del FMI también al Banco Mundial, el BID y la Corporación Andina de Fomento, con quienes ya he hablado. Hay una conciencia total de que estamos yendo en el camino correcto. Y todas las relaciones que el presidente Mauricio Macri ha construido en estos meses con los líderes de las mayores potencias están teniendo resultado.
—La gente tiene una imagen muy negativa del FMI, porque siempre nos fue mal cuando nos prestaron. ¿Por qué será distinto esta vez?
—Es absolutamente entendible, porque a la gente le hablás del FMI y se acuerda de los malos momentos. Pero como dice el presidente Macri, no nos tenemos que mentir. Hace 70 años que nos va mal y creo que los únicos culpables de eso, tenemos que hacernos cargo, somos los propios argentinos. Es fácil encontrar un chivo expiatorio y decir que fue el Fondo o un complot mundial, pero han sido nuestras políticas erróneas. Estamos negociando desde una posición sólida, crecimos por séptimo trimestre consecutivo, tenemos más de USD 55.000 millones de reservas en el Central. Sin embargo, no podemos subestimar los peligros que pueden presentarse y nuestra obligación es buscar una prevención.
Cómo sigue la economía tras los anuncios
—¿Hay peligro de que Argentina pueda caer en recesión en el corto plazo tras los episodios de las últimas semanas?
—Al contrario, esto le da más certidumbre. No solo a un tenedor de bonos, también al trabajador de una pyme o al dueño de una empresa. Como argentino prefiero tener seguridad, con independencia de lo que sucede en los mercados. Debemos llevar tranquilidad de que la gente podrá mantener su empleo, su negocio. Lo mismo los créditos hipotecarios y desde ya los planes sociales. Esto es lo que permite este acuerdo preventivo con el Fondo.
—¿No hay que esperar un ajuste más fuerte, como casi todo el mundo teme?
—Para nada. Ahora contamos con los recursos suficientes para continuar con nuestro plan. Antes seguramente también, pero ahora tenemos una garantía mucho más fuerte. Si llegara a pasar algo en los mercados que ocasione un impacto negativo para nosotros, igual tendremos los recursos para mantener las cosas como están.
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