Las cinco alternativas de créditos del FMI que evalúa el Gobierno

Una comitiva encabezada por Dujovne se reunirá este miércoles con el director del Hemisferio Occidental del organismo, el mexicano Alejandro Werner, quien seguirá el caso argentino

Una comitiva del FMI se reunió con funcionarios de Hacienda en noviembre pasado. (NA)

La gran incógnita que todavía no han develado los funcionarios del Palacio de Hacienda es qué tipo de línea de préstamos solicitó la Argentina. El detalle es central: según el préstamo que otorgue el organismo serán las condiciones que le exigirán cumplir al equipo económico.

El ministro Nicolás Dujovne manifestó a la prensa este martes que la Argentina necesita una línea crediticia del FMI, pero no aclaró de que clase. Al parecer, de acuerdo a lo que pudo saber Infobae , la Argentina podría acceder a una línea de crédito flexible y podría solicitar una cifra que va de los USD 20.000 a los USD 30.000 millones.

En ese aspecto un fuente cercana al Gobierno manifestó a Infobae que todavía no está decidida la característica d de la solicitud y que esta será consensuada con las autoridades del FMI en función de las necesidades que tenga la Argentina y lo que la entidad que dirige la francesa Christine Lagarde está dispuesta a prestar.

Según el préstamo que otorgue el organismo serán las condiciones que le exigirán cumplir al equipo económico

Luego de conocido que el Gobierno podrá a acudir a una línea de préstamos del FMI, en el Ministerio de Hacienda se realizaron varias reuniones de los integrantes del equipo económico para llevar este mismo miércoles a Washington una propuesta. El ministro Dujovne, junto una comitiva de funcionarios, se reunirá con el director del Hemisferio Occidental, el economista italiano Roberto Caldarelli que tiene a cargo el seguimiento de Argentina. Dujovne y Caldarelli ya se vieron las caras en noviembre de 2017, cuando una delegación del Fondo visitó el país.

Luego Dujovne se reuniría con la la directora gerente Christine Lagarde. Hay que recordar que desde septiembre del 2001, cuando Fernando De la Rúa pidió plata al FMI, la Argentina nunca volvió a firmar un acuerdo, aunque tras el default, y en plena crisis, hubo renegociaciones por vencimientos durante le gobierno de Eduardo Duhalde.

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El 23 de setiembre del 2004 el entonces director gerente del FMI Rodrigo Rato fue prácticamente echado por Néstor Kirchner cuando este decidió no renovar un acuerdo stand by con el FMI y no pagar una deuda por unos USD 9.500 millones.

Aquel pasivo fue finalmente cancelado el 3 de enero del 2006 y Kirchner lo presentó como una declaración de independencia económica de los estrictos monitoreos anuales que hacía el organismo a los países miembros y deudores de la institución.

UN NUEVO CAPÍTULO EN LA RELACIÓN CON EL FONDO

Con relación a los Instrumentos de Préstamos del FMI hay que destacar que estos se adaptan tanto a los diferentes tipos de necesidades de balanza de pagos (efectivas, prospectivas o potenciales; a corto o a mediano plazo) como a las circunstancias específicas de los diferentes países miembros que pueden obtener distintos tipos de préstamos .

Entre estos, se destacan:

1) Préstamos no concesionarios: Los instrumentos del FMI para préstamos no concesionarios son los Acuerdos de Derecho de Giro (acuerdos Stand-By), la Línea de Crédito Flexible (LCF), la Línea de Precaución y Liquidez (LPL); para necesidades a mediano plazo, el Servicio Ampliado del FMI (SAF); y para proporcionar asistencia de emergencia a los países miembros que enfrentan necesidades urgentes de balanza de pagos, el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR).

2) Acuerdos de Derecho de Giro (Stand-By): Históricamente, la mayor parte de la asistencia no concesionaria del FMI se ha proporcionado en el marco de los acuerdos Stand-By como el último otorgado a la Argentina en el 2001. En general, tienen una duración de 12 a 24 meses, y el reembolso debe efectuarse en un plazo de 3¼ a 5 años.

3) Líneas de Crédito Flexible: Los acuerdos en el marco de la LCF se aprueban, por pedido del país miembro, a favor de países que reúnen ciertos criterios preestablecidos. La duración de la LCF es de uno o dos años con un examen provisional después de un año para confirmar que el país continúa cumpliendo con los criterios.

4) Línea de Precaución y Liquidez (LPL): La LPL está destinada a países con políticas y fundamentos sólidos, y una trayectoria de implementación de esas políticas. Los acuerdos enmarcados dentro de la LPL pueden ser de seis meses o de 1-2 años; estos últimos están sujetos a exámenes semestrales.

5) Servicio Ampliado del FMI (SAF): Este servicio ayuda a los países a resolver problemas de balanza de pagos de mediano y largo plazo debidos a distorsiones importantes que exigen reformas económicas fundamentales. El plazo de los acuerdos ampliados suele ser más largo que el de los acuerdos Stand-By; normalmente, no supera los tres años en el momento de la aprobación, con una prórroga máxima de hasta un año cuando corresponde.

La Argentina tiene la posibilidad de pedirle prestado al FMI desde el 2016, porque volvió a ser un país cuya economía está monitoreada por los técnicos de ese organismo que una vez por año hace una exhaustiva revisión de la economía argentina que indica el artículo IV. Lo que se debe aclarar también es que el proceso de concesión de préstamos del FMI es bastante complejo.

El organismo, ante la solicitud de un país miembro, por lo general, pone a disposición sus recursos en el marco de un "acuerdo" de préstamo, que puede señalar, dependiendo del tipo de instrumento de préstamo que se utilice, las políticas y medidas económicas específicas que al país le conviene poner en práctica para resolver su problema que, habitualmente, es de balanza de pagos. Luego el país, en consulta con el FMI, elabora el programa de política económica que sirve de base para el acuerdo y, en la mayoría de los casos, lo presenta en una "carta de intención" al Directorio Ejecutivo de la institución, con una explicación más detallada en el "Memorando de Entendimiento".

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Una vez que el Directorio aprueba el acuerdo, los recursos del FMI se entregan normalmente en desembolsos periódicos a medida que se va ejecutando el programa. Algunos acuerdos proporcionan, a los países que presentan un muy buen desempeño, una sola oportunidad de acceso directo a los recursos del FMI, lo que significa que no están a sujetos a compromisos explícitos en materia de políticas.

La última revisión de la economía argentina por parte del FMI, para cumplir con el artículo IV, finalizó el 11 de noviembre del año pasado al cerrar su visita a Buenos Aires, en la que se reunió con funcionarios y analistas privados para relevar datos de la economía argentina. En ese entonces el organismo dio a conocer un comunicado en el que señaló que: "Las reformas emprendidas por las autoridades han producido un significativo aumento de la eficiencia y sentado las bases para una inversión privada más vigorosa en los próximos años".

Argentina tiene la posibilidad de pedirle prestado al FMI desde el 2016, cuando se restableció el vínculo con el organismo

Y aseguró que "acelerar las reformas contribuiría a mitigar las vulnerabilidades que se observan en las perspectivas a mediano plazo y promovería un crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo". La misión estuvo encabezada por Roberto Cardarelli.

La relación de la Argentina con el FMI ha tenido momentos de tensión, de cooperación y de dependencia financiera. A partir del gobierno de Néstor Kirchner se produjo un distanciamiento que se extendió hasta noviembre del 2016 cuando una nueva delegación del FMI desembarcó en la Argentina para volver a monitorear la economía.