La encrucijada que enfrenta el Central: volver o no a vender futuros de dólar

Es le receta que los operadores de cambio le recomiendan para bajar el tipo de cambio. Pero las causas judiciales vienen frenando la decisión

El presidente del BCRA Federico Sturzenegger (Patricio Murphy)

El Banco Central dejó de vender reservas para contener al dólar, pero subió la tasa de interés por las nubes para tratar de controlar la cotización. Sin embargo, a esta receta le falta una pata para que sea completa: empezar a intervenir en el mercado de futuros de divisas. Se trataría de una pata fundamental para aliviar la demanda de dólares en el mercado contado y resultaría fundamental para impulsar la cotización a la baja.

"El 99% de los bancos centrales del mundo utiliza los futuros cuando quiere influir en la cotización del dólar, en muy pocos lugares se venden reservas en el mercado contado", explicó a Infobae uno de los cambistas más importantes de la plaza local. Pero se trata de una opinión coincidente. Todos creen que en este momento crítico el Central tiene que salir a vender futuros de dólar.

Hay una opinión prácticamente unánime que la suba de tasas definida por el Central debe estar acompañada por ventas de dólares en el mercado de futuros. Pero las investigaciones judiciales podrían frenar la decisión.

Hasta ahora el titular del BCRA, Federico Sturzenegger, se venía negando a esta posibilidad. "Para nosotros operar futuros sería como criptonita", le confesó a los restantes miembros del directorio hace un par de semanas. Pero la profundización de la corrida cambiaria obligó a un cambio de opinión. En el comunicado del último viernes que anuncia el aumento de la tasa de referencia hasta el 40 por ciento, también abre la posibilidad de comenzar a actuar en el mercado de futuros de dólar. Por primera vez desde que arrancó la gestión de Mauricio Macri.

La resistencia a vender futuros de dólar, a pesar de que es habitual en prácticamente todos los países, tiene que ver con las causas judicial que arrastra el kirchnerismo. De hecho, la Presidenta Cristina Kirchner está procesada y tendrá que enfrentar un juicio oral por la venta de futuros durante los últimos meses de su gestión. En la misma situación se encuentran el entonces presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, y el ex ministro de Economía de aquella gestión, Axel Kicillof. Se los acusa de haber vendido divisas a futuro a un precio que nada tenía que ver con el verdadero valor de mercado.

BCRA (Adrián Escandar)

También investigan a funcionarios macristas

Pero además, también se puso la lupa sobre funcionarios del actual gobierno por haber comprado futuros, como los casos del jefe de asesores de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana. La devaluación que se produjo ni bien Mauricio Macri llegó al poder benefició a esos mismos funcionarios cuando el Central tuvo que salir a pagar la diferencia entre el valor de compra de los contratos y el precio de mercado del dólar. Otros como el ahora ministro de Finanzas, Luis "Toto" Caputo, decidieron vender los contratos que habían comprado entre agosto y octubre de 2015, sin realizar las ganancias.

Vender futuros le evitaría al Central la pérdida de reservas y sería de gran utilidad para bajar la cotización en el corto plazo

Ante semejante panorama, la posibilidad de salir a vender futuros podría resultar conveniente desde el punto de vista financiero, pero costosa políticamente. Seguramente esta semana se resolverá qué resolvió el BCRA en relación a esta encrucijada.

La posibilidad de finalmente empezar a intervenir vendiendo futuros fue conversada ayer entre varios directores de la institución y los encargados en la mesa de cambios del BCRA. Pero hasta el momento no se tomó la decisión de hacerlo. Todo dependerá de cómo evolucione la cotización del dólar en los próximos días. Si continúa la presión, comenzará a hacerlo como una manera de aliviar la presión en el mercado contado.

La venta de futuros de dólar sería clave, entienden en el mercado, para bajar la cotización del tipo de cambio mayorista y también en las pizarras. Esto se debe no sólo a que reduce la demanda de dólares "spot", es decir para comprar divisas en el día, sino también que se produciría una baja de la tasa de interés que hoy se observa en el mercado de futuros de Rofex, donde se registra el grueso de la operación diaria. Y esa disminución de rendimientos automáticamente haría bajar el precio contado.

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