A partir de esta semana, Banco Nación ofrecerá un importante rendimiento a quienes efectúen plazos fijos ajustados por UVA en su entidad. La tasa de interés que pagará será de 5% por sobre el nivel de la inflación. De esta forma, la principal entidad oficial realiza una agresiva movida, acompañando la decisión del BCRA de autorizar depósitos indexados por inflación por solo 90 días, cuando en la normativa que estaba vigente los bancos solo podían ofrecerlo por seis meses o más.
La apuesta de la entidad que preside Javier González Fraga es atraer más ahorros en pesos pero indexados por UVA, como una manera de conseguir más fondeo en moneda local. Además, la intención es que esos recursos sirvan para solventar al menos en parte el gran crecimiento que en el último año tuvo la línea de créditos hipotecarios. El BNA lideró el otorgamiento de préstamos UVA en el 2017, pero al mismo tiempo fue reduciéndose la liquidez de la entidad, por lo que precisa fortalecer la captación de depósitos.
El Banco Nación quiere seguir liderando el otorgamiento de créditos hipotecarios. Pero al mismo tiempo precisa fondeo para continuar prestando.
En realidad, todos los bancos presentan un panorama similar luego de un año en el que el financiamiento en pesos creció a un ritmo cercano al 50%, mientras que los plazos fijos en pesos lo hicieron a un ritmo mucho menor.
Plazos fijos UVA versus tradicionales
Una tasa de UVA más 5% excede con amplitud lo que los bancos pagan por los plazos fijos tradicionales, en torno al 22% para ahorristas pequeños y medianos. Se trata de una tasa que hoy apenas emparda la evolución de la inflación.
Salir a ofrecer un rendimiento que está varios puntos por encima de la evolución de los precios se transforma en una propuesta atractiva para los ahorristas. Este mayor interés del público se refleja en el hecho de que los depósitos ajustados por UVA vienen creciendo a un ritmo sostenido: pasaron de 2.700 millones de pesos a fin de año a poco más de 10.000 millones. Aun así representan apenas el 1% del total de colocaciones a plazo del sistema.
Otros bancos también venían compitiendo en este segmento, aunque con propuestas algo menos agresivas. El Itaú, por ejemplo, había salido también a UVA más 5% anual para el plazo de 180 días y otros como el Macro comenzaron a pagar arriba de 4% sobre UVA. El resto de las entidades maneja una tasa de UVA más 3% anual, sobre todo aquellas que reciben muchos depósitos a la vista y por lo tanto no tienen tanta necesidad de pagar por colocaciones a plazo.
Algunos bancos privados salieron a competir a la hora de captar plazos fijos ajustables por UVA, como el Macro y el Itaú, mientras que otros optaron por salir a colocar bonos en moneda local para conseguir más dinero fresco.
Otros bancos como el HSBC, Galicia o Supervielle salieron a colocar bonos en pesos para asegurarse fondeo y responder a la demanda crediticia a lo largo de 2018. El propio Banco Nación viene planeando la colocación de un bono en el mercado internacional, pero por ahora el mercado está poco receptivo para colocaciones de este tipo. El Banco Ciudad, que ya emitió bonos ajustados por UVA, también está avanzando para la emisión de un bono en el exterior pero esperará a que mejoren las condiciones del mercado. Si sucede, podría salir esta misma semana.
Los plazos fijos UVA tienen como gran ventaja que siempre le ganan a la inflación, obviamente dependiendo de qué tasa estipule el banco. Y eso también los vuelve atractivos incluso en comparación con una LEBAC, que paga una tasa fija que en algún momento podría llegar a perder contra el índice inflacionario. El aumento de tasas dispuesto por el BCRA hasta 30,25% implica más presión para que los bancos salgan a captar depósitos con tasas más agresivas. Por eso se supone que la decisión del Nación será seguida por otros bancos.
Este puede ser un buen momento para efectuar un plazo fijo UVA. El motivo es que la tasa de interés se fija según la inflación del mes anterior. Por lo tanto, si el depósito se efectúa en mayo estará ajustado por la inflación de abril, que se ubicó en alrededor de 2,5% y sería probablemente el mayor nivel del año.
Para el ahorrista una de las contras es que al tratarse de un instrumento cuyo capital es ajustable, paga una tasa de 15% del impuesto a la renta financiera, mientras que los plazos fijos tradicionales o las Lebac solo tributan el 5%. En todos los casos, el mínimo no imponible para este año fue fijado en alrededor de 66.000 pesos, por lo que los intereses percibidos hasta ese monto no pagarían el tributo en 2018.
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