Contrario a la revisión en las proyecciones publicada por el FMI (de 2,5% a 2% para el crecimiento de la economía durante 2018), el Banco Mundial (BM) mantuvo ayer su estimación para este año. El dato se dio a conocer en el último informe del organismo titulado "Ajuste fiscal en América Latina y el Caribe: ¿Costos en el corto plazo, beneficios en largo plazo?".
En el mismo, además de estimar un crecimiento del 2,7% para este año, el foco principal para los países de la región se centró en la necesidad de ajustes en el frente fiscal para que se pueda acceder al crédito internacional, y la forma que esos ajustes toman. "Los ajustes fiscales graduales –al contrario de los ajustes de shock– tienen costos más bajos en términos de pérdidas del producto", consignó el informe.
El BM definió a un ajuste gradual como recortes en el gasto primario por 4% cada año durante 4 años. En Argentina el Gobierno apunta a un achique de un punto del PBI, que es igual a una caída en gasto de poco más del 3% por año.
El reporte remarca que la relación deuda/producto de la Argentina el año pasado era cercana al 57%, dentro del promedio de la región. Brasil, por ejemplo, está en el 74%. Para que Argentina pueda conseguir el "grado de inversión" de cara a 2028 como considera el BM, debería tener un superávit primario de casi 7,5 puntos, mientras que para mantener su actual nivel de endeudamiento debería llevarlo a casi 6 puntos.
Para lograr este ajuste, y en el largo plazo balancear la situación de la deuda pública de cada país y acceder al crédito internacional, el BM recomendó recortar el "gasto público improductivo", sin entrar en detalle de qué tipo de gasto exactamente se refiere. Pero sí aclaró que no recomienda bajar el nivel de transferencias sociales como pensiones "debido a que tienen importantes costos tanto en el producto como en diversas medidas de inclusión social".
No ajustar por el lado de los impuestos
A nivel general, pero también debido a que tienen la presión impositiva más alta de la región, el BM consideró que alcanzar el ajuste necesario por la vía de aumentos de impuestos puede terminar perjudicando la actividad económica de Argentina y Uruguay.
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