Salieron del letargo y empezaron a mostrar una importante aceleración en su nivel de crecimiento. Los plazos fijos UVA empezaron a ser más elegidos por los ahorristas, pero por una razón muy concreta: los bancos empezaron a ofrecerlo de manera más activa y además la mayoría aumentó la tasa de interés que paga por encima del ajuste inflacionario.
Los números hablan por sí solos. El stock de plazos fijos con ajuste UVA era de apenas $ 2.800 millones a fin de 2017. Pero al cierre de marzo había llegado a $ 9.100 millones, máximo nivel histórico y el triple del volumen con el que finalizó el año pasado. La cifra igual es ínfima, teniendo en cuenta que los depósitos a plazo suman un billón de pesos.
Ante el fuerte aumento del crédito el año pasado (creció a un ritmo cercano al 50% interanual), la mayoría de los bancos salió a incrementar el fondeo para sostener este ritmo de expansión. Muchos emitieron bonos en pesos a plazos de dos o tres años, con lo que fueron mejorando sus niveles de liquidez. Pero otros también decidieron aumentar su base de ahorristas tentándolos con plazos fijos UVA. Algunas entidades fueron especialmente agresivas. Banco Itaú, por ejemplo, salió a ofrecerle a los clientes una sobretasa de 5% anual por encima de la inflación acumulada. Otros como el Macro también pagan niveles parecidos, pero exigen un mayor plazo para el depósito, más de un año. El promedio de lo que paga el resto de las entidades se ubica en un rango que va de 3% a 4% anual más la inflación.
Para mejorar su liquidez y seguir expandiendo el crédito, los bancos salieron a ofrecer más activamente los plazos fijos UVA e incluso la mayoría subió las tasas de interés
Pero, concretamente, ¿cómo funciona el plazo fijo UVA? Se trata de un depósito a plazo que ajusta el capital invertido según la evolución de la inflación minorista, que antes se reflejaba con el índice CER y ahora con UVA. Los bancos pagan además un interés adicional. El dato más relevante es que el plazo mínimo es de seis meses, esto significa que el dinero queda inmovilizado por ese plazo. También se puede hacer depósitos a plazos más extensos, incluso superiores a un año.
Este tipo de depósito, por su característica, tiene tasa real positiva, es decir que siempre le gana a la inflación. Y a los actuales niveles las tasas prácticamente equiparan a las de las LEBAC, que pagan 26,5% anual para el plazo más corto de 28 días. En el caso de los títulos emitidos por el Central, la ventaja es justamente que se trata de un papel muy líquido, que vence en plazos muy cortos e incluso tienen liquidez inmediata ya que existe mercado secundario.
Le ganan a los depósitos tradicionales
Por otra parte, los plazos fijos UVA le ganan por varios cuerpos a los tradicionales. En general los bancos están pagando tasas que van del 22% al 23% anual, por lo que se ubican claramente por debajo de lo que se puede ganar con un depósito indexado. Por lo tanto, tienen un gran espacio para continuar ganando terreno en los próximos meses.
Una de las condiciones que complica este tipo de depósitos ajustados es que el plazo mínimo es de seis meses. Por lo tanto, en ese plazo el ahorrista queda ilíquido. Pero la venta es que pagan más que los plazos fijos tradicionales.
Uno de los "trucos" del plazo fijo UVA es que ajustan según la inflación pasada. Esto significa que un depósitos efectuado a principios de abril se indexará según el nivel de inflación de marzo, que la gran mayoría de los consultores coincide se habría ubicado por encima del 2%. Por lo tanto, la apreciación de capital al menos para este primer mes ya es conocida de antemano, a lo que se debe adicionar la tasa de interés.
Así como el plazo fijo UVA le gana a los tradicionales y prácticamente equipara a las LEBAC, la otra comparación es con el dólar. Pero se supone que luego de la fuerte suba de los primeros meses del año, el tipo de cambio tendrá un aumento más lento en los próximos meses, como mucho al mismo ritmo que la inflación. Incluso el Banco Central vendió USD 2.000 millones para mantener el tipo de cambio prácticamente sin cambios a lo largo de marzo. Por lo tanto, las opciones en pesos van recuperando atractivo (como ya sucedió en marzo) y esto le da un condimento adicional a los depósitos indexados.
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