Los Indicadores Socioeconómicos del Mercado de Trabajo que trimestralmente elabora el Indec a partir de la Encuesta Permanente de Hogares para la franja de la población de más de 14 años arrojaron para el último cuarto de 2017 que 74,8% de los ocupados se desempeñaban como asalariados, de los cuales el 34,2% (25,6% del total) lo hacían sin descuento jubilatorio (en negro) y solo casi dos tercios se ocupaba en blanco.
La comparación trimestral, si bien dio cuenta de una leve mejora de la formalidad, carece de relevancia, por razones estacionales.
Los puestos asalariados descendieron en el cuarto trimestre de 2016 del 75,4% a 74,8% del total un año después
Por el contrario, respecto de un año antes, la EPH dio cuenta de que sobre un crecimiento del empleo total en el agregado de 31 aglomerados urbanos, las posiciones en relación de dependencia cayeron del 75,4% a 74,8%; mientras que los anotados en el sistema previsional en condición de asalariados disminuyeron del 66,4% de esa franja a 65,8 por ciento.
Mientras que los cuentapropistas, sea en calidad de autónomos como de monotributistas puros y monotributistas sociales, pasaron de representar el 24,6% del total a 25,2 por ciento.
Solo dos aglomerados de regiones urbanas redujeron la informalidad del empleo asalariado: Noroeste de 40,8% a 40,1% y la Pampeana de 34,3% a 34,2 por ciento
La economía generó 433 mil empleos urbano y unos 650 mil en total
Sobre un universo de 27,6 millones de personas radicadas en los 31 aglomerados urbanos que relevó el Indec, la Encuesta Permanente de Hogares acusó que en 2017 el empleo total creció en 433 mil, a un ritmo que casi triplicó la tasa de aumento vegetativo.
Mientras que sobre esa base y de los Indicadores Socioeconómicos surgió que el principal motor de la generación de puestos de trabajo, en términos relativos, fueron los emprendedores o cuentapropistas, con unas 178 mil personas, a un ritmo de 6,3% al año. Ascendieron a casi 3 millones de personas.
Le siguieron los empleos en relación de dependencia con 3%, a 8,9 millones, que se desagregó en repunte del 2% en blanco, unos 116 mil puestos, a 5,9 millones; y 4,8% en la informalidad, 139 mil, a poco más de 3 millones trabajadores.
Reforma laboral
Si bien el mercado de trabajo respondió rápidamente a la reactivación que mostró la economía en términos agregados, lo hizo de manera muy precaria en su composición, como se define al incremento de la informalidad y del cuentapropismo en una proporción superior a la de los empleos en relación de dependencia.
Al parecer, las expectativas de cambios en la legislación laboral para favorecer la inclusión a través de la baja de los denominados impuestos al trabajo, y el temor de no quedar excluido de esos beneficios, desincentivó las nuevas contrataciones en la formalidad.
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