El plan maestro del Gobierno para lograr una reducción en los precios de medicamentos en promedio de 5% se encontró con una mayor resistencia que la esperada. Los laboratorios nacionales no aceptarían tan tranquilamente la renovación del contrato de PAMI para la provisión de medicamentos bajo las condiciones actuales.
El problema de las cámaras de laboratorios es la modalidad del contrato nuevo que el Gobierno quiere que se negocie con el PAMI. Sería con un sistema de "precios ponderados", con lo cual los valores se determinarían con un promedio entre todas las marcas y formatos de un medicamento, lo que en teoría llevaría los precios a la baja.
El contrato actual de los laboratorios con el organismo estatal vence a fin de marzo, y se juegan 33.000 millones de pesos. Ese monto es el gasto total de PAMI en medicamentos, para sus más de 4,8 millones de afiliados. Con la nueva metdología para determinar los precios, el Gobierno espera ahorrarse aproximadamente $6.500 millones por año.
Los laboratorios comunicaron su rechazo al plan oficial a través de una comunicación hacia el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (Inssjp) que no aceptan la renovación del contrato. La carta, según informa La Nación, dice que sus socios "están dispuestos a hacer un esfuerzo económico adicional a fin de contribuir a mejorar la situación financiera y económica del Inssjp como así también contribuir a disminuir el gasto en medicamentos de los afiliados al Inssjp".
En un comunicado por parte de la Federación Farmacéutica de la República Argentina (Fefara) –una de las principales cámaras del sector– se criticó el plan oficial. Según Fefara, "se establecen parámetros y complejas operatorias de muy difícil ejecución y de inconsistente diseño, presumiblemente formulados desde lo macroeconómico por técnicos que desconocen totalmente la microgestión operativa".
El comunicado incluye una serie de recomendaciones, entre ellas "garantizar el ciclo financiero para que las farmacias dejen de sostener el convenio" y "modificar las bonificaciones vigentes, estableciendo escalas de aportes en función de lugares geográficos".
Perder el negocio del PAMI no es una cuestión que el sector farmacéutico se tome a la ligera, ya que las compras por parte de la obra social de jubilados más grande del país representa un 40% de la facturación total del sector.
El actual convenio de abastecimiento de medicamentos vence el 31 de marzo y si para esa fecha no hay acuerdo, se firmaría una prórroga por un mes más.